El mundo entero contra la especie humana más sensible y que está destinada a seguir llevando la vida en todo el planeta por las próximas miles de generaciones, los inocentes niños.
Diariamente en la faz del plantea fallecen tristemente cuatro mil quinientos de estos inocentes solo por falta de agua potable, este liquido indispensable y único para poder vivir no llega a los labios de inocentes chiquillos perdidos en la mas ruin de las pobrezas. En el África hay niños que se toman los orines de los camellos.
Mientras tanto, la derecha mundial no descansa en su afán por agredir a los más pequeños, diariamente son expuestos en aberrantes métodos para sacarlos de la faz de nuestro mundo.
Los niños son expuestos a las guerras sin ningún tipo de contemplaciones, no hay ni que voltear la mirada para sentir el horror por el que están atravesando en Afganistán, Irán, Haití y los mismos Estados Unidos, quienes sin inclemencia someten a cantidad de sus ciudadanos a la dureza capitalista. Aparte de los experimentos a que muchos son sometidos por contaminaciones, pruebas biológicas, desprecio en los medios de comunicación y electrónico, cada vez más, aumenta su exposición a los más feroces métodos de violencia para el distraimiento de los grandes.
El caso venezolano contra el terror infantil es utilizado hábilmente por los sectores opositores de origen derechista-fascista, abiertamente utilizan imagines, textos, escritos y cualquier material grafico que diseñan matrices y escenarios dirigidos al terror infantil, utilizan la angustia de sus padres para intentar detener el proceso político bolivariano exactamente este proceso es el único que abiertamente ha apoyado a las clase mas indefensa de nuestra sociedad, entre esos los niños.
Los Locos Bajitos como los llamo Jean Manuel Serrat en una de sus canciones, hoy están ferozmente amenazados, solo surgirán con el indestructible apoyo de lo deseado, elevando mecanismos de ayuda que les permitan superar altos niveles de exclusión, los más altos registrados en la fortaleza por destruirlos.
Grupos de ellos famélicos, apartados, sin escuela, comida ni agua, nunca jamás en más de dos mil años de historia humana los niños del mundo habían estado tan amenazados por el avance de la derecha mundial.
Finalmente cito al hombre de todos los tiempos, una de las más antiguas palabras de la historia, “Lo que le haces a los más pequeños, me lo haces a mi”.
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