Caracas, 9 de enero de 2014.- Poco después de la liberación de Julián Conrado (Guillermo Enrique Rodríguez Cuetar) nos llegó al buzón de Aporrea.org la imagen de una carta escrita de su puño y letra, con fecha de hoy 9 de enero de 2014 (aunque por error puso primero diciembre y lo tachó), dirigida a quienes considera como sus hermanas y hermanos. Sin más comentarios reproducimos el texto de la carta y lo acompañamos con la imagen del escrito original firmado.
9 de enero de 2014. Caracas.
Épale, hermanas y hermanos míos, hoy es un hermoso día de fiesta para la vida. La inconmesurable fuerza del amor, que es la mismita de la dignidad, ha logrado, por fin, abrir la puerta de la jaula donde mantenían prisionero, físicamente, a un pájaro cantor de la verdad.
Moralmente más fino, con el corazón siempre henchido de alegría, este pájaro cantor de los pobres de la tierra seguirá atizando con su canto la lucha por la igualdad social., única posibilidad real de paz para la humanidad. Nada ni nadie, ni ahora ni nunca, podrá callar la canción que en las propias entrañas de los pueblos es donde suele florecer. Como ya he militado, uno por uno, en todos los movimientos revolucionarios habidos y por haber, ahora estoy inventando hacerlo en todos juntos a la vez, es decir pienso servirle a todos, ayudando modestamente, en lo único que, para lograr la paz con justicia y amor, sirve a todos: la unión de todos y, por supuesto, la unión de todos con los oprimidos. A eso obliga la vida misma. Quien se oponga a la unión se opone a la revolución: ¡Mas va!. Hermanas y hermanos de Venezuela y de tantos pueblos del mundo que me brindaron solidaridad, con el alma encarnavalada por mi libertad, les doy un fervoroso abrazo de infinito agradecimiento.
Les cuento algo. Pero eso sí, que quede entre nosotros. El día de mi captura, alguien, poniéndome una pistola en la sien me gritó: “¡Vamos a ver si Chávez te va a salvar!”. Hoy dibujando al Comandante, con una sonrisa de cariño eterno, le digo a ese fulano: mi amigo, el Arañero de Sabaneta, no me falló.
No sé ustedes, pero yo, para festejar me voy a zampar un tremendo trago de penca de cocuy que, como quien no quiere y queriendo, me llegó por cuenta de mi hermano Alí Primera... ¡Salud hermanas y hermanos del internacionalismo solidario, va por ustedes y este gran triunfo de la irreverencia popular!
Unidos en el amor hemos vencido y siempre, pero siempre, siempre...
¡AMANDO VENCEREMOS!
Julián Conrado