23-08-15.-Desde que llegó hace siete meses a la Defensoría del Pueblo le subió significativamente el perfil a la institución. Ha hecho visible al organismo y ha mediado en muchos casos de privados de libertad por razones humanitarias, entre ellos Raúl Baduel y Daniel Ceballos, que recibieron medidas hace poco más de una 
semana.

Tarek William Saab, con casi 40 años trabajando en defensa de los derechos humanos, defiende que nunca antes se había trabajado tanto en la materia como desde 1999, razones por las que argumenta que el tema es usado por la oposición como “arma para atacar la democracia y las instituciones”.

En entrevista con PANORAMA, dijo que vendrá a Maracaibo en octubre para participar en un foro de Ddhh.

—¿Cómo está la situación de los derechos humanos en Venezuela?
—A partir de la Constitución de 1999 tiene un récord favorable en materia de protección y defensa de derechos humanos, hay ministerios, instituciones que se crearon para la defensa de Ddhh, sin que ello no signifique que aún tengamos fallas, que aún tengamos deudas por saldar y un camino por recorrer, en eso hemos sido autocríticos. La conciencia en esta materia ha crecido en comparación con el pasado. Yo ejercí la militancia en Ddhh a partir de 1977, cuando era estudiante, y pude percibir en los años 70, 80 y 90 cómo los gobiernos los violaban, mataban gente por protestar, campesinos eran masacrados por supuestamente ser de izquierda; masacres espantosas como Cantaura, Yumare, El Caracazo, si comparamos con lo que éramos antes en Venezuela había terrorismo de Estado institucionalizado, y hoy existe una democracia apegada a la Constitución y la ley que aún tiene camino por recorrer, pero la diferencia es de 180 grados.

—¿Y entonces por qué sectores han dicho que en Venezuela se violan los derechos humanos?
—Yo me alejo de la diatriba interpartidista, mi vocería es institucional y busca ser equilibrada, sin caer en dimes y diretes. Lo que digo es que factores que estuvieron entre el 58 y el 98 en el poder y que hoy son oposición, los derechos humanos para ellos significaron nada. No hubo práctica ni garantía a favor de los Ddhh ni en los años 60, 70, 80 y 90, por lo tanto, es un tema que se usa como un arma de ataque para intentar destruir, incluso, la democracia y las instituciones venezolanas. Por ejemplo, aquí alguien delinque, comete un delito atroz, delito común, y ya quiere ser considerado preso por razones políticas, a pesar de que ha matado, ha quemado edificios, ha cometido actos terroristas, eso es algo que no pasa en otro país. Aquí llegan extranjeros, insultan a los poderes públicos, ofenden y se van como si fuesen ellos venezolanos habilitados políticamente para declarar sobre asuntos que solo nos conciernen a nosotros, eso no pasa en otro país. Por tanto, siento que un sector de la política venezolana utiliza los Ddhh para despotricar, pero sin mayor autoridad 
moral.

—¿Qué privó para que le otorgaran beneficios a Raúl Baduel y a Daniel Ceballos?, desde la oposición se dijo que usted medió para que se otorgaran las medidas.
—En líneas generales, la Defensoría es un órgano de mediación, esa es una de sus competencias, incluyendo mediar por personas que están privadas de libertad, por ejemplo, voy a tramitar la semana que viene cinco casos ante la Sala Penal del TSJ de mujeres que están privadas de libertad en el Inof que están enfermas, esos son casos que día a día lo hacemos, pero no sale en la prensa porque son personas anónimas. La Defensoría ha logrado mediar sobre muchos casos, en los sucesos del año pasado es conocida la mediación, en el marco de la ley, a favor de Marcelo Crovato, Miguel Ángel Nieto, Pablo Estrada, Andrés León (...) Detenidos por razones penales porque cometieron hechos punibles (...). Y también hicimos mediación en el caso de las personas que tú mencionas, pero no es un caso excepcional de que sean ellos. En la mayoría de los casos en los que hemos mediado ha sido por razones humanitarias porque han estado enfermos.

—¿El próximo por el que podría mediar sería Leopoldo López?
—¿Por qué me haces esa pregunta?, me quieres poner como dirigente político y yo soy defensor del pueblo.
—El caso de Liana Hergueta está marcando la política y hay un cruce de acusaciones entre Gobierno y la oposición, ¿cuál es su opinión?
—El asesinado de Hergueta es un crimen monstruoso, abominable, que merece el rechazo y la condena del país, los dos sujetos involucrados en el evento están convictos y confesos y tienen todo un historial de participación en eventos violentos ocurridos el año pasado en Venezuela, conocidos como las guarimbas y los campamentos, eso está ampliamente demostrado. Incluso, una privada de libertad llamada Araminta González declaró que estas dos personas involucradas la conminaron a fabricar bombas para cometer actos terroristas y ella lo confesó.
—Pero la oposición dice que es una estrategia electoral y pide que muestren pruebas reales…

—He dicho que lo más sano hubiese sido que la oposición se desmarcara de esos hechos y hubiera asumido que fueron militantes, pero que cometieron ese delito y que paguen por ello. Hasta ahora no ha habido una reflexión sincera de parte de las personas que aparecen involucradas con ellos, que son muchas. Las investigaciones ya están en marcha y lo que ha salido a flote son evidencias muy fuertes. Hay fotos, hay videos y confesiones.
—Desde que usted llegó le subió el perfil sustancialmente a la Defensoría, ¿hasta ahora cuál es el balance que hace?
—Tenemos un balance de enero a finales de julio importante. Hemos superado en un 25% en el mismo lapso del año pasado en más acciones defensoriales realizadas, hemos tramitado más de 21 mil, eso significa un récord; en las mesas técnicas la diferencia ha sido de un 200%, hemos instalado 50 mesas técnicas de mediación. El más reciente fue la mediación que hicimos en el Hospital Universitario de Caracas. Hemos hecho también asambleas populares para conocer los problemas. Nosotros estamos siempre vigilantes de todo lo que tiene que ver con servicios públicos, atención a personas enfermas. En siete meses la gente percibe un cambio histórico porque está demostrado en las estadísticas. Hay cosas que mejorar, hay 700 empleados en todo el país, tenemos el reto de elevar el número de personal y las sedes para avanzar.