El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan, viajó ayer a Darfur para indagar en el mismo lugar las necesidades de esta región del oeste de Sudán, presa de una guerra civil y una grave crisis humanitaria.
A un día de haber sostenido reuniones con dirigentes sudaneses en Jartum, Annan llegó a Nyala, capital del estado de Darfur del Sur, y visitó el campo de Kalma, uno de los centros de refugiados más grandes del mundo para "evaluar la situación de seguridad y humanitaria" en ese campo superpoblado que visitó hace un año, dijo a periodistas acreditados.
Se trata de un campo con más de 100.000 personas que fueron forzadas a abandonar sus casas a causa del conflicto sangriento, un verdadero genocidio, que opone desde hace más de dos años a las fuerzas gubernamentales contra los rebeldes en Darfur.
"Es uno de mis mayores operativos. Es importante venir aquí, ver a mi equipo y comprobar de primera mano la situación", aseguró Annan.
Según la cadena británica de noticias BBC, habitantes de Kalma le dijeron a Annan que se siguen cometiendo violaciones de los derechos humanos.
"Esto es absolutamente inaceptable y trabajaremos con las autoridades para garantizar que los desplazados internos sean protegidos", dijo el funcionario.
Luego, Annan se dirigió hacia la ciudad de Labado, en la misma región, que alberga una base de las fuerzas de pacificación de la Unión Africana (UA).
El titular de Naciones Unidas tiene previsto reunirse con representantes de organizaciones humanitarias sudanesas e internacionales, responsables de la policía de la UA desplegada en la región, así como con los líderes tribales.
La guerra civil en Darfur ha dejado entre 180.000 y 300.000 muertos según estimaciones, alrededor de 2,4 millones de desplazados y 200.00 refugiados.
Otro de los problemas que preocupan, aseguró Annan, son los ataques contra camiones que transportan víveres para los desplazados. Durante una conferencia celebrada esta semana en Addis Abeba, capital de la vecina Etiopía, instó a la comunidad internacional a redoblar la ayuda para paliar la crisis humanitaria de Darfur. El mundo, aseguró Annan, está "en una carrera contra el tiempo" en ese lugar.
La Unión Africana, que actualmente tiene desplegados unos 2.300 soldados en la región, tiene previsto incrementar ese contingente hasta 7.700 para setiembre próximo.