Caracas, 16 Mar. ABN (Xiomara Borges).- El embajador de Cuba en Venezuela, Germán Sánchez Otero, no quiso emitir ninguna opinión acerca del juicio que se reabre, en el Tribunal 17 de Control, al alcalde del municipio Baruta, Henrique Capriles Radonski.
El burgomaestre es imputado de participar en una toma violenta realizada en contra la sede de la embajada cubana el pasado 12 de abril de 2002, cuando se intentó el golpe de Estado en contra del presidente de la República, Hugo Chávez Frías.
Sánchez Otero asistió este jueves a la sede de la vicepresidencia para estar presente en el bautizo del libro escrito por el gobernador de Anzoátegui, Tarek William Saab, denominado Los niños del infortunio, memorias de la misión cubana en Pakistán.
El diplomático, al ser consultado en torno al juicio del mandatario local capitalino, señaló “que eso es un asunto interno de Venezuela y no tengo nada que declarar al respecto”.
El 12 de abril de 2002 un grupo de manifestantes se presentó en la sede de la embajada cubana, ubicada en el municipio Baruta, para tomar represalias acusando a los diplomáticos de tener injerencia en asuntos internos del país.
Henrique Capriles Radonski, primera autoridad del municipio Baruta, llegó al sitio e ingresó a la embajada cubana pidiendo al embajador Sánchez Otero que lo dejara revisar las instalaciones, entre otras peticiones.
Luego de fracasado el golpe de Estado, Capriles Radonski fue acusado por la fiscalía y se le imputó los delitos de privación ilegítima de libertad, intimidación pública, violación de principios internacionales, violación de domicilio por parte de funcionarios públicos y daños a la propiedad.
Por ello, estuvo cuatro meses preso, hasta septiembre de 2004, y luego lo absolvieron, pero el fallo fue revocado y hoy comienza de nuevo el proceso.
