Caracas, 20 Jul. ABN.- El representante del Gobierno de Venezuela, Germán Saltrón, calificó este viernes de ambigua la actuación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (CIDH-OEA) con respecto al golpe de Estado en Venezuela, ocurrido en abril de 2002.
Durante su intervención en la audiencia de la CIDH, Saltrón aseveró que para la fecha Venezuela esperaba una actuación contundente de esa comisión.
«Ésta asumió una actitud ambigua y complaciente contra los sectores que atentaron contra los derechos humanos durante el golpe de Estado», subrayó durante su intervención.
Sentenció, además, que la CIDH no condenó la actuación de los medios de comunicación en la ejecución del golpe.
«Tampoco se hizo una autocrítica por no haber otorgado las medidas cautelares al Presidente (Chávez) y se limitó a reprocharle al Ejecutivo Nacional su actuación durante el golpe, a sabiendas de que algunos ministros, gobernadores y alcaldes, magistrados, fiscales y jueces habían participado en el golpe de Estado», afirmó.
Saltrón relató en la primera parte de su exposición los hechos que rodearon el golpe de Estado y sus acciones consiguientes los días 11,12 y 13 de abril de 2002 en Venezuela.
«Venezuela insiste en el llamado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que aplique los principios que deben regir los sistemas internacionales de protección de derechos humanos, imparcialidad, objetividad, no selectividad, diálogo constructivo y cooperación, transparencia y rendición de cuentas en equilibrio», refutó.
Asimismo, sostuvo que el golpe de Estado fue orquestado y financiado por el Departamento de Estado de Estados Unidos (EEUU), en confabulación con los empresarios, la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y los medios de comunicación social adversos al presidente venezolano, Hugo Chávez Frías.
«En el año 2001, ante los éxitos económicos sociales y políticos del Gobierno bolivariano, sectores empresariales, partidos políticos opositores, la alta jerarquía de la Iglesia, militares de alto rango y los medios de comunicación, siguiendo líneas políticas del departamento de Estado de EEUU, iniciaron un plan para desestabilizar al Gobierno y preparar el golpe de Estado del 11 de abril de 2002», resaltó.
Agregó que «a las víctimas de estos hechos rendimos hoy luto y homenaje, le garantizamos al pueblo venezolano y a la comunidad internacional que los responsables están siendo investigados».
Explicó que la actuación de la política internacional soberana realizada por Venezuela, basada en la cooperación pacífica de todas las naciones y, en especial, en la integración latinoamericana, ha traído como consecuencia una campaña de satanización contra el presidente Hugo Chávez.
«La campaña de satanización se evidencia en el incremento de denuncias ante los organismos internacionales y medidas provisionales contra Venezuela presentadas por parte de organizaciones no gubernamentales venezolanas e internacionales financiadas por gobiernos e instituciones extranjeras», puntualizó Saltrón en su intervención.
