Caracas, 25 Jul. ABN.- El vicepresidente ejecutivo, Jorge Rodríguez, pidió este miércoles a los venezolanos romper el silencio y denunciar a los asesinos de tantos héroes, luchadores sociales y líderes revolucionarios que continúan sueltos en las calles.
«Los asesinos de tantos héroes como el de Fabricio Ojeda está en la calle, no pagó por el crimen cometido contra el pueblo. Y qué decir de Cantaura, de Yumare, de las desapariciones, de las torturas», señaló Rodríguez.
Sus palabras las pronunció este miércoles en el acto de conmemoración del 31 aniversario del asesinato de su padre, el luchador social revolucionario Jorge Rodríguez, ceremonia que se lleva a cabo en el Cementerio General del Sur, en Caracas.
Igualmente, indicó que los asesinos de Rodríguez están en las calles al igual que de «centenas, miles de venezolanos torturados en los sótanos del Servicio de Inteligencia de la Fuerza Armada (Sifa), en los calabozos de la Dirección General de Policía (Digepol) y la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip)».
Rodríguez expresó que el pueblo de Venezuela, hasta ahora, no ha recibido un tratamiento adecuado contra de la guerra sucia que sufrieron tantas venezolanas y venezolanos en las décadas 60 y 70.
El vicepresidente afirmó que Venezuela fue un laboratorio donde asesinos, criminales y terroristas, entrenados por el imperio estadounidense, como Luis Posada Carriles, protagonizaron una guerra que produjo muertos, desapariciones, torturas, persecuciones y opresiones contra los sectores mayoritarios del pueblo venezolano.
«Ese laboratorio después se implantó y reprodujo con éxito en países del Cono Sur: Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Brasil», recordó.
Resaltó que en esos países, luego de tenebrosas dictaduras, se ha solicitado castigar a los asesinos, hacer justicia contra torturadores, contra quienes desaparecieron, contra quienes mataron y robaron niños.
Ante esto, Rodríguez se preguntó: «¿por qué no se castiga también en Venezuela a los asesinos de tantos venezolanos?».
Asimismo, indicó que ninguna ley del silencio puede establecerse de manera tácita: «Debemos denunciar y levantar a nuestros muertos, y tenemos que exigir que se cumpla justicia por esos asesinatos».
«Pidiendo justicia también estamos impartiendo una lección de dignidad, una pedagogía de la ética, porque justamente, quienes promovieron torturas, asesinatos amparados por el imperio estadounidense, que nos creían que se podía tomar el cuerpo de un hombre y mujer a torturar hasta la muerte, intentan por otra vía, de la manipulación y la guerra mediática acabar con esta Revolución Bolivariana», precisó Jorge Rodríguez.