El plan Caura, implementado por el ejecutivo central hace pocos años, que tenía la finalidad de controlar la minería destructiva en el Alto Caura, ha resultado en todo un desastre ecológico y humano para una de las zonas de mayor biodiversidad del país y del planeta, más pudo la ambición de riqueza fácil y la corrupción de unos pocos que el bienestar del resto de la humanidad, ya que el desastre ambiental que se produce aquí afecta a todo el planeta.
En la explotación minera y maderera que se realiza intervienen criollos e indígenas, civiles y militares unos como destructores y otros como consentidores a cambio de dinero y oro. Grandes extensiones de selva han sido removidas, ríos contaminados, fauna diezmada es lo que va quedando de esta impresionante selva.
Ya existen poblados de mineros, donde se mueve el licor y la droga en grandes cantidades en complicidad con las autoridades, los asesinatos son comunes sin que haya detenidos, ni investigaciones, la degeneración moral ha alcanzado a los indígenas, donde ya se han visto casos de prostitución infantil y violaciones de las mujeres de estas etnias, comunidades indígenas que hasta hace poco se abastecían de productos de la selva y producción de los conucos, ahora pasan hambre porque los hombres jóvenes y fuertes están dedicados a la minería y no se cultiva lo suficiente para abastecer a sus familias, y el dinero obtenido lo gastan en alcohol, drogas y prostitución, cuyas consecuencias son: enfermedades venéreas, poca comida para sus familias y peleas, se ha roto la armonía que se vivía en esas comunidades, ya no hay solidaridad, ni hermandad, solo vicios, egoísmo e individualismo, además de la contaminación mercurial de los peces y de las personas que los consumen.
Para ayudar al desastre de la minería, también se están deforestando cientos de hectáreas de selva virgen de una biodiversidad muy rica para obtener gran cantidad de madera de forma ilegal y luego crear zonas de pastoreo para ganado, afectando enormemente a la flora y fauna de la región. Han sido exterminados una cantidad importante de jaguares, cuspas gigantes, águilas arpías, dantos, venados, báquiros y otros mamíferos y reptiles.
También han desaparecido de amplias zonas las guacamayas, loros, tucanes y una gran variedad de otras aves porque con la destrucción de la selva no encuentran alimento y tienen que emigrar más lejos; otros se convierten en plagas para los conucos y son muertos a tiros o envenenados.
Este desastre no parece importarle a nadie, las autoridades militares, municipales, regionales y nacionales no hacen nada. Las alcabalas solo cobran grandes sumas de dinero para permitir esta situación que luego se reparte entre varios funcionarios de estas instituciones.
Ya se han hecho muchas denuncias sin que las autoridades a quienes compete arreglar esta situación hayan hecho algo y ello se debe a que hay intereses de funcionarios corruptos de alto rango que se benefician de este desastre.
Horacio A. Vargas G.
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