Y con relación a la soberanía alimentaria, he aquí un alerta al gobierno nacional

Así como se engañó al presidente Chávez sobre el buen uso que se le estaba dando a la mayoría de las tierras productivas que fueron expropiadas, está ocurriendo algo totalmente contradictorio en el estado Sucre y pareciera que es “el pan nuestro de cada día” en toda Venezuela. La inmensa cantidad de recursos crediticios aportados por el gobierno nacional para la producción agropecuaria, ha servido para engrandecer al barril de pólvora de la dependencia agroalimentaria nacional, sumado al desabastecimiento producido por la guerra económica, que ocasiona de por sí, acaparamiento y aumento desmedido de los productos alimentarios y bienes de consumo masivo, es decir camaradas, una buena parte de estos créditos se invirtieron en otra cosa ajena al fin para el cual fueron solicitados y no me refiero a los grandes empresarios del campo, sino a los pequeños y medianos “productores emergentes”, que, por alguna cosa fatal de nuestra trastocada idiosincrasia, asimilaron la forma de actuar de la bien llamada “boliburguesía” y en vez de la producción agropecuaria “de sol a sol”, prefirieron comprarse una moto o un carrito de segunda mano y dedicarse a algo menos arriesgado. Después justificarán con algún desastre u otra razón la pérdida de la inversión.

¿Que cómo hacen para obtener la aprobación de las partidas correspondientes?

Para no pecar de difamación prefiero que las autoridades respectivas investiguen al respecto. Y allí no queda todo camarada, es más fácil para estos “productores emergentes” volver a conseguir otro crédito, que para aquellos que en verdad producen con amor el fruto de la tierra. Investiguen por favor.

Otro caso, y muy grave por cierto, son las conocidas invasiones de terrenos para establecer rancherías, sobre todo en tierras señaladas de carácter agrícola, y más grave aún camaradas, que esta acción sea respaldada por algún ente oficial. Tal es el caso denunciado por el ciudadano Joaquín Aristimuño Tineo, quien tiene su fundo agrícola en el municipio Andrés Mata, algo insólito en un país como el nuestro con todos los problemas de autoabastecimiento alimentario que actualmente tenemos.

El compatriota Joaquín Aristimuño Tineo, además de productor agrícola, es un incansable defensor del proceso bolivariano y no entiende el por qué suceden estas cosas en la Venezuela del comandante supremo Hugo Chávez. He aquí su denuncia cargada de tristeza, desamparo y sobre todo “mucha impotencia”:

“En el mes de septiembre de 2007, aproximadamente cuarenta personas invadieron mi terreno correspondiente a trece hectáreas ubicadas en la vía Carúpano-San José, sector Queremene, municipio Andrés Mata, derribando la cerca además de las plantaciones existentes en mi propiedad. Ante esta situación me traslado al Instituto Nacional de Tierras (INTI) con sede en Cumaná y a la Fiscalía Segunda del Ministerio Público, presentando documentación en regla de los terrenos, que para el momento de la acción se encontraban productivos.

Durante seis años he gestionado soluciones trasladándome además a las sedes de Carúpano y Caracas, y hace aproximadamente dos años, la sala situacional a cargo del Dr. Tulio Romero, en concordancia con el Ministerio de Agricultura y Tierra emitió una orden de desalojo; sin embargo, ni el INTI Cumaná que en aquel entonces presidía Irina Atilano (donde llegó la orden), ni el fiscal superior del estado, la han ejecutado.

Hace aproximadamente un mes me volví al INTI- Caracas donde converso con el Dr. William Gudiño, quien dialogó el caso con la Dra. Carline Jiménez, actual coordinadora del INTI, para que efectuara el desalojo; pero sin embargo la funcionaria hasta la fecha no ha actuado. Para complementar el problema, actualmente PDVSA a través de la Misión Vivienda, construye en dicho espacio veinte casas, sin que hasta los momentos haya un accionar por parte de la institución.

Quiero destacar que para el momento de la invasión, el INTI me había ratificado la carta de permanencia. Además, tengo en mi haber carta de la regularización de la tenencia de la tierra, declaratoria de garantía de permanencia, condicionamiento de uso y la constancia de registro agrario, además de estar registrado como productor agropecuario registrado en el SENIAT y tener desde una semana antes de la incursión en dicha área, la aprobación de un crédito por parte del FONDAS para sembrar hortalizas, el cual no fue entregado a mi persona por el problema de la invasión.

Ante esta situación hago un llamado al Ing. Gustavo Gutiérrez de la Misión Vivienda, para que intervenga al respecto, motivado a que en vista del hecho también está cayendo en delito y yendo en contra de la ley. En estos momentos que nuestro país necesita producir alimentos que es soberanía alimentaria, el Estado no ha hecho nada por revertir la situación. El llamado de reflexión es para que se frene la construcción de las casas, porque existen otros terrenos aptos para realizarlas en otras zonas del municipio. Al INTI que actúe prontamente y aplique el Art. 115 de la Ley de Tierras que está siendo violado. El despojo de la tierra es un delito, pero el delito más grande es despojar a un campesino de su tierra, las cuales son ancestrales y que la ha trabajado mi familia con esfuerzo de generación en generación”.

He aquí pues la denuncia de este humilde trabajador del campo en el estado Sucre. Mientras a unos cientos de “avispaítos siempre” se les concede el privilegio de los créditos agrícolas para no hacer lo correcto, a los que quieren aportar su esfuerzo para sacar adelante la patria de Bolívar, la de Chávez, todo se le pone montaña arriba. Es un alerta para el gobierno nacional. A las autoridades encargadas de impartir justicia y que se acabe de una buena vez la justificación de lo imposible, porque si estamos en guerra el enemigo no tendrá contemplación con ninguno de nosotros, en caso de que este proceso político y socio-social caiga derrotado. LO PRIORITARIO ES DE URGENCIA Y URGENTE ES LA SEGURIDAD ALIMENTARIA.



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