"No preguntes por quién doblan las campanas, doblan por ti".

Conocí a Maite García en los pasillos de la antigua casa del General Medina Angarita, en la Urbanización Vista Alegre, ubicada al oeste de Caracas. Noté en ella cierto desconcierto, el halo de tragedia que se respira en el ambiente que rodea a quienes la muerte nos ha tocado en nuestra propia piel, con el tiempo comprendí el porqué de aquella actitud.

Maite junto al otro grupo de personas que tenían una pequeña oficina en la antigua casona del general, eran familias desplazadas víctimas de la violencia política desatada en Venezuela por los terratenientes latifundistas. Dichos latifundistas iniciaron de la manera más vil, las nefastas prácticas del sicario cobarde contra los campesinos venezolanos que se reivindicaron con la Revolución Bolivariana de Venezuela, a través de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, promulgada mediante Poderes Habilitantes por el Presidente Hugo Rafael Chávez Frías en el año 2002, la cual le costó unos meses después la salida por horas de la Presidencia debido a un golpe de Estado liderado por la oligarquía terrateniente.

El padre de Maite García conocido como "el Pelado García", según dicen sus compañeros campesinos, fue un hombre bueno que mucho antes de la Revolución se destacó como un ferviente luchador por el derecho de los campesinos a tener un pedazo de tierra para cultivarla y vivir dignamente, como dicen ellos "como Dios manda".

Armando García –"el Pelado"- fue el primer campesino asesinado por los sicarios, como retaliación por la aplicación de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario. Su crimen fue un acto miserable, sus cobardes asesinos utilizaron la más vil saña, antes de matarlo lo torturaron salvajemente delante de sus hijos y familiares, al estilo de los crímenes de las autodefensas del paramilitar Álvaro Uribe y al mejor estilo de los fascistas de Pinochet en Chile.

Desde ese momento, se inició la tragedia de las familias campesinas víctimas de los sicarios, ya que después del asesinato de "el Pelado" pasaron a ser 177 campesinos salvajemente asesinados debido a la defensa de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario en Venezuela.

Los familiares de los campesinos asesinados por los terratenientes, valientemente han iniciado una cruzada para que se haga justicia en cuanto a la muerte de sus familiares y a la vez se han convertido en desplazados pues también son víctimas de la persecución por parte de las hordas asesinas pagadas por los terratenientes.

En el Instituto Nacional de Tierras, se logró crear durante la administración del Ingeniero William Gudiño una Oficina de Victimas del Sicario, y se recogieron firmas a fin de respaldar un anteproyecto de Ley contra el Sicario en Venezuela. Es importante tomar en cuenta que de acuerdo a los familiares de los campesinos asesinados "hasta ahora poco se ha hecho en materia de justicia". En días recientes, Maite fue asediada y uno de sus hijos fue amenazado por estos asesinos bestiales que buscan aterrorizar a esta valiente mujer.

Maite declaraba angustiada pero con la valentía que caracteriza a los pobres de la tierra, que "su lucha no cesará hasta que no se haga justicia", más aún, los familiares de las víctimas contra el Sicario señalan a diputados y personalidades ligadas a la extrema derecha venezolana, como responsables por la muerte de sus familiares y por lo que a ellos les pueda suceder, señalando que "hay diputados de oposición que están relacionados con los asesinatos, éstos son: Gómez Sigala, Omar Barboza y personajes macabros como Diego Arria".

Durante una visita que hicieran los Familiares Víctimas del Sicariato de Campesinos en Venezuela a la Segunda Vicepresidenta de la Asamblea Nacional Diputada Blanca Eekhout, manifestaron estas preocupaciones y exigieron sea discutido el anteproyecto de ley, también señalaron lo siguiente: "Nosotros no creemos en ningún diputado campesino que usa el nombre de nuestros familiares para obtener beneficios personales. Sólo confiamos en las redes de organizaciones sociales como la Red Nacional de Comuner@s que han sido consecuentes con nuestra lucha. No queremos nada con otras organizaciones que utilizan a la gente", finalizó la camarada Maite García. Mientras tanto, nosotros nos unimos totalmente a su llamado desesperado a que se haga justicia… Para que pueda la Paz dejar de ser sólo tres letras muertas.