Doscientos Trece son los campesinos muertos, mejor dicho asesinados de manera violenta por la maldición del sicariato en Venezuela, respuesta agresiva importada desde Colombia, arma usada por la oligarquía neogranadina para asesinar a su pueblo luchador y trabajador, despojarlo de sus tierras, serrucharlos, cuando no los dejan mancos o ciegos, les roban, los desplazan hacia Venezuela o a otros países circundantes para que formen parte de los círculos de miseria alrededor de las grandes ciudades del mundo, dicho en pocas palabras de la diáspora colombiana. Así mismo tenemos años sufriendo este terrible flagelo en nuestro suelo, ya lo decía alguien con quien no coincidí mucho, pero si le seguí sus disertaciones y escritos como lo fue el Dr. Lara Peña Tiempo atrás cuando defendía con vigor sus tesis de costa seca, “que pronto llegaría la colombianización a Venezuela”, y dos formas muy distintivas de las misma son el sicariato y el secuestro; aclarando siempre y oportunamente que no tenemos nada contra el hermano pueblo trabajador colombiano, que el problema es con sus gobiernos y asesinos, valga decir la vendida oligarquía neogranadina.
Son 213 casos de asesinatos de campesinos nuestros, de gente que creyó en el mensaje y compromiso revolucionario capitaneado por el comandante Chávez y que hoy están bajo tierra, son nuestra sangre, son nuestros muertos, hoy solo son casos y cifras bien documentadas y denunciados; pero y cuantos campesinos se han suicidado, o cuantos han fallecido a causa del estrés o depresión, o cuantas esposas, madres e hijos de estos han muerto, o quedado enfermos o en la orfandad, como causa de este fenómeno, ¿quien los ayuda?, ¿quien los asiste?, la Fiscalía? “No me Jodan”, es peor el remedio que la enfermedad, ir a la Fiscalía del Ministerio Público la mayoría de las veces es como ir a pedir fiado; además de los campesinos, cuantos dirigentes sindicales van asesinados en este lapso de gobierno revolucionario, cuantos dirigentes vecinales como el camarada de mercal que denunció el robo de los productos del mismo ente por parte de gente, la cual llevó estos alimentos que son adquiridos bien caros fuera para la gente pobre de los barrios y que eran servidos a los ricos recluidos en una clínicas de Caracas, y me pregunto ¿ que ha pasado con ese caso, salieron libres los culpables o están presos, o guisaron al Fiscal o al Juez de la causa?, ¿el partido (P.S.U.V.) ha hecho seguimiento a este caso?, la Fiscalía ha hecho un buen trabajo?, ¿que ha hecho la gente de mercal?
Cuantos comunicadores sociales, cuantos abogados, cuantos dirigentes sociales como Jean Domenico Pulitti, o Mauro Marcano han caído bajo las balas asesinas del sicariato en Venezuela y sus casos están impunes?
Es mas me preguntaría, ¿cuantos sicarios o autores intelectuales causantes de la muertes de estos revolucionarios están en la cárcel?, ¿que han hecho el poder judicial, la Fiscalía del Ministerio Público y las Policías y órganos auxiliares de la justicia aparte de enriquecerse aceptando dinero de los involucrados.; ¿donde están las cifras de los crímenes en Venezuela que no se encuentran estadísticas por ningún lado?
Voy mas allá, ¿acaso se cuentan como sicariato, las muertes de tantos jóvenes y mas jóvenes en barrios y urbanizaciones venezolanas saturadas de drogas por los cuatro costados?, esto por aparentes vendettas, en causas supuestamente ligadas al narcotráfico; pues la policía dice simplemente se “presume venganza” y no investiga nada, total si matan al hijo de un general o de un diputado, si se arma la gorda y aparece el asesino rapidito. El imperio continúa su despiadado ataque contra Venezuela, y este ataque no es solo mediático, ni económico, sino de igual manera usando gente servil, deshonesta antipatriota, a quienes colocan en la jefatura de la distribución y tráfico de drogas, para así ellos repeler de su País – Continente, las peleas y sangrientas batallas callejeras que asolaron a Miami, New York, Los Ángeles, entre otras en los años setenta, trasladándolas, primero a Colombia y México, luego a Venezuela y otros países, junto con el paramilitarismo, sicariato, tráfico y consumo de drogas, así como el secuestro, que al fin y al cabo es lo mismo.
La verdad es que da gusto ver como vive cualquier Fiscal del Ministerio Público o cualquier Juez penal con unos meses en el cargo, hasta comisarios y funcionarios del C.I.C.P.C.; por supuesto que no todos; pero es que han perdido hasta la vergüenza, y mientras tanto, no tan solo el robo, el secuestro o asesinato común se han convertido en una mil millonaria industria, de la cual la mano de obra semi – esclava es el matón, el ladrón común o el jíbaro; y que de la misma vive una cohorte de funcionarios públicos como aduaneros, guardias nacionales, jueces, fiscales del M.P., abogados; y paremos de contar porque la lista es larga.
Por esas cosas, entre otras, - repito: entre otras, por ejemplo la corrupción y la impunidad, es que la revolución se nos está yendo de las manos, porque en el País actual el que se agarre la revolución en serio, o se muere de mengua, arrechera o vergüenza, o lo matan o se obstina y se vuelve medio loco como creo que me estoy volviendo yo, porque tanto el poder judicial junto sus órganos auxiliares y Fiscalía del Ministerio público, así como toda la burocracia, está repleta de gente que le importa un “comino” este proceso, gente que no tiene ni ideología, ni ética, ni moral, menos formación y espíritu de servidor publico, ya que son cuarta republicanos de convicción, están enchufados es saboteando, mientras no comencemos a enjuiciar corruptos y asesinos nos van a seguir matando, robando y acabando con este lindo sueño de revolución. Repito: La pata mas coja de la revolución es el poder judicial y la Fiscalía del Ministerio público con los órganos auxiliares, o mejor dicho el sistema judicial.
Por eso, amigos lectores, no debemos cansarnos jamás, aún cuando nos cueste lo que nos cueste, porque la cuerda de vendepatrias y alcahuetas de asesinos, ladrones, corruptos y delincuentes en general es el poder judicial, empezando por el T.S.J., en el cual con contadísimas excepciones no deberían estar los mafiosos que están, responsables en gran medida de que el sistema de justicia no funcione en ninguna de sus ramas. La propuesta es la constituyente judicial, pues el país está que se prende por los cuatro costados, a causa de tanta impunidad, traición, falta de valores y corrupción, necesitamos pues del látigo de la contra revolución, como bien lo dijo el Presidente, pero de igual manera necesitamos del filo de las dos espadas que el dijo empuñaría, la espada contra la corrupción y la espada contra la impunidad, y a lo mejor no necesita estirar mucho las manos para que estas surtan efectos. En fin proponemos que siga viva la propuesta de CONSTITUYENTE JUDICIAL, pero por vía de reforma de las leyes del poder judicial y de la Ley del T.S.J., mas la creación del Código de Ética del Juez Venezolano; asegurando la elección popular del comité de postulaciones, el cual tiene fundamento constitucional, tanto para la elección de los pre - candidatos a Magistrados del T.S.J. ante la A.N., como comités regionales para postular pre – candidatos a Jueces de Instancia ante la misma A.N., y consagrando la participación en el control de la justicia por parte del soberano.
* Abog
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