Desde la Universidad Central de Venezuela este país vive otra realidad. La cual nos abruma, nos hace poner pálidos y nos sorprende al ver como se esmeran en salir aduladores que la defienden, como Luis Fuenmayor Toro, el traidor de causas baratas y perdidas. El que le debe a cada corrupto de la Mesa de la Unidad un favor.
Mientras todo es gobernado por la rectora posa guayaberas de portadas baratas de revistas domingueras. Quien sabe mantener con los recursos de la UCV a sus pisburt que a cada rato ladran en su defensa.
Los llamados a concurso en la casa de la oscuridad están separados de la ética y lo moral. Han instaurado acciones autonómicas alejadas de los principios cercanos a lo moral. Ya ni publican cuando serán los mismos y en algunos casos han obviado fechas y hora del concurso.
Tal conformación esta dentro del espiral de la corrupción universitaria, para demostrarle a los nuevos profesores que las cosas pueden hacerse a la manera que se impone desde un rectorado opositor, iracundo, enemigo del gobierno a toda prueba y con autonomía.
Así se dan los llamados a concurso, violando el marco normativo, apartándose del temario con jurados complacientes y medio publicados.
Deliberadamente hasta ignoran y abusan de su acomodada autonomía universitaria. Debieran de colocarse estos llamados en la Gaceta Oficial, ¿acaso la UCV no es parte del Estado venezolano?
Otra acción “autonómica”, plagada de desprecio e irrespeto a la Nación y a sus leyes, aun habiendo pasado varios años de modificación a la ley que regula los símbolos patrios y sellaban documentos con sellos sin adecuarse a la obligatoria modificación del Escudo Nacional.
Bueno la rectora sabe mucho de estas trácalas muy comunes para ella, por algo la Facultad de Odontología aun es conocida como EL HATO AROCHA. Pues allí gobierna solo su familia.
En una próxima entrega hablaremos de quien es el testaferro de la “Rectora”.
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