Recibo un e-mail de una amiga diciéndome que trata de escribir un artículo donde pueda explicar el nivel intelectual de la Rectora de la Universidad Central de Venezuela, Cecilia “Arocha”, pero que le cuesta mucho.
Aparte, leo en www.aporrea.org que un diputado de la Asamblea Nacional, osa hacer el mismo atrevimiento intelectual.
Inmediatamente esto hace perder mi sueño. Y me viene a mi achicado intelecto que la rectora pide profundamente a Dios, no suspender la ignorancia, créanlo es serio.
Desde mi mas furibunda ignorancia pido que no pierdan tiempo, intentando explicarle a una rectora que se mando hacer su tesis de “Doctora” con el corrupto de marca mayor, Genaro Mosquera. El mismo que andaba por Miami dándoselas de galán con la asesina de la Patricia Poleo, exponiendo que este gobierno tenía miles de muertos votando en cada elección.
Pero como de este señor delincuente quien en combinación con la rectora saquearon las empresas de la UCV no pienso escribir nada, le dedicare letras más, letras menos, a la locura que cometieron algunos en haber llevado a esta ida, hasta la silla del rectorado.
Miren de verdad es tamaña locura, es dificilísimo que este ser, usurpadora de los muebles apolillados que dejo su pitbull (ex rector de finales de los años 80, fácil de reconocer por ser un tremendo traidor, otra seña, manejo la OPSU a su antojo) amaestrado, logre tener al menos el ignorante atrevimiento de entender la nueva Ley de Universidades.
Nosotros en vez de estar escribiendo sobre las tradiciones navideñas y de lo feliz que somos en este gobierno bolivariano, ahora tenemos que andar perdiendo nuestro tiempo, intentando que esta existencia, pueda al menos comprender que ahora todos (estudiantes, obreros, administrativos) votaran para elegir autoridades universitarias, entre otras artículos buenísimos.
Esta señora se enfurece por eso, y la verdad me daría pena que tanta ignorancia se vaya a perder por un infarto en un momento de tanta locura opositora.
Desde aquí, pido por no meternos más con la rectora, por ejemplo, nunca podremos descifrar el enigma de su apellido.
Eso de meterse con su tarjeta de crédito dada por la Fundación UCV por un monto de Bs. F. 40.000 es otro atrevimiento de nuestra parte.
Acusarla por mandar a blindar su camioneta verde es otra metía e´ pata del chavismo.
En fin rectora, todos le deseamos un feliz año, ah, y no deje de pasar por su acostumbrada fiestecita de fin de año en el Eurobuilding y no beba mucho, a su edad tanto aguardiente es malo.
Y el próximo año no vuelva a dejarse convencer por la Revista Estampas de fotografiarse en la portada con una guayabera, mire que se ve como rara.
Finalmente
rectora, brinde con nosotros, feliz año.
venezuela01@gmail,com