La rectora que más alharaca arma en el país, grita y repite hasta el agotamiento que este régimen la persigue, pues le investiga los gastos de las tarjetas de crédito –cada una por Bs. F. 40.000- otorgadas por la Fundación UCV, utilizados en constantes viajes de placer a la Isla de margarita, grandes cuentas en restaurantes y descorches, así como lo malgastado en blindar su camioneta con el presupuesto de los estudiantes, acaba de ganarse el premio a la “Señora rectora más corrupta del país”.
Todo está recogido en el informe presentado por Clodosbaldo Russian ante la Asamblea Nacional, donde se comprueba la larga lista de hechos de corrupción, determinados por los auditores de la Contraloría General de la República.
Sin dudas, esto da claramente la razón a los verdaderos ucevistas, quienes desde todos los espacios decentes, exigen se sancione definitivamente la vulgaridad universitaria.
Este armatoste de la corrupción universitaria, llamado La Fundación UCV, será investigado a fondo, pues desde allí se han cometido innumerables delitos al presupuesto universitario.
Esta rectora esmerada en formar una clara alianza con la “Mesa de la Unidad Democrática”, fácticamente golpista, ha financiado con el presupuesto de la UCV todos los ademanes que se les han antojado.
La averiguación que adelantan desde la Contraloría General de la República, abre a la rectora el mismo escenario que han utilizado los corruptos que aborrece este país. Señores, una mañana de estas la rectora bien podría darnos la sorpresa, que se encuentra asilada en cualquier país de los que ofrecen el formato de protección a los “perseguidos políticos del régimen”.
Ojala no se le ocurra correr a Perú, pues todo anuncia que el candidato de la izquierda ganará las próximas elecciones y lo primero que hará la nueva cancillería peruana, será expulsar a tanto corrupto venezolano que ha atropellado la moral de esa digna patria.
