¿Qué pasa en las universidades creadas por la Revolución?

La creación de la Universidad Bolivariana de Venezuela, (UBV) fue un evento extraordinario, solo la ocupación del edificio de PDVSA en Los Chaguaramos, ya tiene un valor simbólico como desmontaje de la PDVSA corrupta, que se apropio de la renta petrolera haciendo invisible al pueblo excluido de toda posibilidad de superación humana.

Así también las expectativas de la población universitaria, los estudiantes excluidos del sistema regular universitario por fin vieron posible realizar su sueño de alcanzar el nivel universitario de estudios, se movilizaron las individualidades y los colectivos de izquierda, que también soñamos con un modelo de estudios liberador, comprometido y que con los conocimientos científicos, sociales y humanistas respondan a las exigencias del avance de la revolución. Para este enorme reto se movilizaron los recursos y el talento humano necesario, que lograron con la voluntad política y directrices del Presidente, emprender la nueva institucionalidad, incorporando a profesores de la Universidad Central de Venezuela (UCV), y de otras universidades como docentes de los nuevos programas de formación de grado, bajo un enfoque de democracia participativa, y así se crearon normativas jurídicas que garantizan deberes y derechos de los universitarios. Pendiente continúa la creación de la nueva Ley del sector universitario que regule la actividad educativa y viabilice el nuevo paradigma educativo.

De este magnifico evento ya han pasado 9 años, y han pasado también varios equipos de trabajo, pero mis compañeros que han permanecido en la UBV, siguen padeciendo innumerables problemas, causados por la falta de una rectoría que se ocupe de diseñar, planificar, y ejecutar unas políticas universitarias verdaderas, cónsonas con ese nuevo modelo educativo, que aún buscamos, hemos avanzado, pero hemos retrocedido al intercambiar con los viejos vicios del burocratismo universitario, que vive de la universidad y no para la universidad socialista.  Los intento de reproducir el modelo de otras instituciones universitarias viciadas es el centro del debate en la UBV donde hay propuestas de crear fundaciones, fondos, empresas. Entidades que asustan por los tradicionales manejos perversos que han hecho del dinero público a través de esas entidades que se convierten en elefantes blancos inauditables y donde se albergan los peores vicios de la IV República.

Muchos de los factores señalados también se viven en la Universidad Simón Rodríguez, la UNEFA, y en la Misión Sucre. Particularmente a lo largo de estos 10 años,  y por diferentes  razones he trabajado apoyando algunos programas en las mencionadas instituciones, y no deja de alarmarme las situaciones y comentarios de los compañeros que se encuentran casi impedidos, en poder actuar para mejorar, cambiar o transformar esta situación. El común denominador que se da es la cantidad de profesores de la oposición en cargos sustantivos, de toma de decisiones, y profesores supuestamente chavistas que apoyan irregularidades e ingresan a estos cargos a profesionales que tienen claro su papel obstaculizador para impedir el desarrollo de la universidad en el marco del nuevo modelo educativo. Otro aspecto común, es la indiferencia o indolencia de los universitarios ante las irregularidades señaladas, claro está, que existen muchas otras características propias de cada universidad que atentan contra ellas mismas. ¿Qué es eso de estar implementando el cobro de matrículas en los cursos de postgrado, doctorado, idiomas y otros? Esos son mecanismos excluyentes y ajenos a la naturaleza de la educación pública. ¿Quién controla esos recursos y en qué se usan? ¿Existen los mecanismos de contraloría  y la rendición de cuentas?

En esta línea de reflexión nos hacemos algunas preguntas cómo las siguientes: ¿Por qué los rectores y autoridades se ausenta tantos días de su cargo en viajes al exterior sin explicar a la comunidad universitaria? ¿Porqué la MS, no cuenta con un presupuesto que haga posible mejorar las condiciones de las infraestructuras y servicios mínimos que se requieren?¿ Porqué en algunos núcleos de la USR, los profesores cobran por hacer las evaluaciones de los estudiantes? ¿Por qué se masificó la UNEFA sin considerar un presupuesto que sostenga esa masificación? ¿Por qué el Ministerio del Poder Popular para la Ciencia y Tecnología, no articula con las universidades la función de investigación que todas tienen que cumplir? ¿Por qué los ministerios en general trabajan sin planificar la mejora del talento humano que necesitan para desarrollar las políticas públicas, sin acudir a los conocimientos que deben generar las universidades?

Son tantas las preguntas que nos hacemos acerca de las universidades nuestras, porque de las universidades tradicionales como la Universidad Central de Venezuela, (UCV) Universidad Simón Bolívar (USB), Universidad de Oriente, (UDO) Universidad de Los Andes, (ULA) y otras pareciera que tenemos que seguir esperando el momento de transformación, pero por ahora debemos preocuparnos y ocuparnos por las que deberían desarrollar estrategias para desmontar la academia, el claustro universitario que nos deformó con una educación individualista, creando profesionales para el negocio capitalista.

El tema universitario es complejo pero amerita revisarlo, y denunciar de manera abierta y constructiva las irregularidades. En este momento de autocrítica, de propuestas para el Plan Simón Bolívar 2013-19, de inicio de un nuevo período revolucionario, los universitarios debemos estar en pie de lucha, son muchos los obstáculos, pero son mayoría los que podemos contribuir a cambiar la educación universitaria.

Es propicio el debate abierto y constructivo sobre el nuevo paradigma educativo que permita encaminar el esfuerzo de la Revolución Bolivariana y Socialista en este sentido. Pasar de la coyuntura y la emergencia a la institucionalización de la educación universitaria y garantizar la calidad del proceso educativo y el ingreso laboral a los graduados. Si no lo logramos estaremos reproduciendo un sistema parecido al actual. Entre las propuestas concretas se me ocurre plantear algunas ideas al respecto.

  1. Crear mesas de trabajo para evaluar la eficacia y eficiencia universitaria.
  2. Aplicar las tres R al compromiso político de las autoridades universitarias.
  3. Reactivar los mecanismos de participación creados, como los Consejos Estudiantiles.
  4. Estudiar nuevos modelos de gestión universitaria.
  5. Realizar mesas de articulación de políticas públicas con los ministerios.
  6. Generar procesos de articulación con las comunas y las organizaciones del poder popular.

 emmahermoso@hotmail.com



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