Rodríguez, Prieto y Freire

Dentro del desenvolvimiento histórico del pensamiento humanístico educativo, podemos determinar que estos tres acuciosos investigadores focalizaron y fusionaron sus tratados pedagógicos desde una dimensión: antropológica, histórica, filosófica, sociológica, psicológica, política, económica, científica y cultural dentro del sistema dialéctico - pedagógico del SER Latinoamericano.

Para una muestra de ello lo encontramos en sus escritos: “Defensa de Bolívar”, “Luces y Virtudes”, “Sociedades Americanas”, “Reflexiones sobre el estado actual de la escuela de la Caracas colonial”………… “¡Joven empínate!”, “Los maestros eunucos políticos”, “El director como Líder”, “De una educación de castas a una educación de masas”….. “Crítica a la educación brasileña”, “Pedagogía del oprimido”, “Educación Liberadora”, “Pedagogía esperanzadora”, escritos, ensayos y tratados que fueron dirigidos a programas de gobiernos y organismos internacionales como tema preocupante y relevante del quehacer educativo, su firme vehemencia los conduce a investigar, discernir, escribir y transformar sobre el acontecer dialéctico-educativo latinoamericano, fraguado de observaciones, conocimientos y experiencias que los condujeron a convertirse en reconocidos pedagogos continentales en pro de una praxis consciente y liberadora.

Simón Narciso Carreño Rodríguez (1771-1854) insistió que el origen de nuestro atraso habría que buscarlo principalmente en la mentalidad colonizada que el régimen español indujo desde entonces en la población americana y particularmente en clases dirigentes, interesadas en implantar y mantener estructuras estadales a la medida de sus intereses, lo cual nos condujo hacia la actual sociedad autocrática, sin tomar en cuenta al vulgo, para fomentar en ellos una mentalidad cívica y desarrollar una cultura de trabajo sin menos precio y sin rencores. Su vocación educadora lo llevó a estudiar y analizar la escuela, a la prédica de una educación reformadora idónea de engendrar hombres y mujeres pensantes convertidos en dignos ciudadanos al servicio de la república y el continente, bajo el ejercitamiento de una enseñanza liberadora, creativa y autónoma con trabajo responsable y dignificante en los procesos de transformación: económica, política y social de las incipientes repúblicas hispanoamericanas.

Luis Beltrán Prieto Figueroa (1902-1993) político constitucionalista del año 1947, arquitecto del Estado Docente abogó por una educación obligatoria, gratuita y democrática, respondiendo a principios y valores que la sustentan, afirmando que es tarea del Estado hacer cumplir las mismas. Compaginaba al igual que Rodríguez, que toda persona debería trabajar y estudiar para de esta manera fomentar hábitos de responsabilidad y saberes, de allí que sus ideas ( obtenidas a través de la lectura y pensamiento Robinsoniano) lograron concretarse como en la magnífica creación del Instituto de Cooperación Educativa (INCE1959), donde establecía que la industria y el comercio participaran en la formación, capacitación y educación al servicio de los ideales colectivos, propuesta que no gusto e incomodo, a las clases oligarcas y antagónicas (de aquel entonces), a todo lo que fuese conglomerado.

En este sentido para Prieto el derecho a la educación no significa adiestramiento idénticos para todos los ciudadanos, significa más bien descubrir las capacidades y potencialidades reales de los individuos para provecho propio de la sociedad, garantizando que las y los ciudadanos posean un nivel básico de cultura, asegurando la comprensión de sus deberes y derechos hacia una conducta cónsona con los parámetros del sistema democrático en una sociedad educativa de igualdad para todos.

Paulo Reglus Neves Freire (1921-1997) creador de la Reforma Educativa la cual plasma una visión integral y multidimensional en torno al proceso de enseñanza - aprendizaje en los educandos en cualquier nivel educativo, su conceptualización educativa gira sobre los ejes de la: coherencia, ética, dialogo, comunicación, acción socioeducativa constructivista y transformadora sobre una conciencia crítica hacia el futuro esperanzador, sobre el Ser, ya que para él los problemas relacionados con la educación, no son problemas solamente pedagógicos, son problemas políticos y éticos como cualquier problema financiero.
Su virtud y pensamiento revolucionario siempre consistió en la convivencia con los diferentes para que se pueda luchar mejor contra los antagónicos, sin claudicar de sus posiciones políticas, pero tampoco sin tratar de imponerle a nadie.

Afirmaba que el punto de partida de la educación se encuentra en el contexto cultural, ideológico-político, social de las y los educandos, quienes deben revalorizar la memoria histórica y la producción, apropiación y aplicación de conocimientos que permitan la participación activa en las propuestas de desarrollo en un ámbito local, regional, nacional e internacional.

Si bien estos tres grandiosos pedagogos comprometidos con la vida, coincidieron en muchos de los aspectos que caracteriza a la educación de nuestro continente, donde sus pensamientos e ideas apuntan hacia una educación masificadora y autónoma contra todo ser castrado y oprimido de pensamiento libertario y esperanzador.

Coinciden los tres, por establecer modelos adaptados a nuestras propias realidades donde blancos, indios, negros, mestizos, campesinos, pescadores, mineros, obreros, artesanos, y estudiantes en general deben ser descubiertas y fortalecidas sus capacidades, potencialidades y habilidades para ponerlas al servicio de la sociedad, aunado con valores éticos, morales y amor como un valor insustituible para cada acción de enseñanza –aprendizaje que se quiera desarrollar en la vida.

afs650@hotmail.com
Profesor.


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