Transformación Universitaria: una asignatura pendiente

En reiteradas oportunidades hemos expresado nuestra visión relacionada con la Universidad venezolana, hemos suscrito opiniones en ese sentido, de igual manera, hemos reflexionado como producto de una praxis militante al respecto, la universidad tradicional está muy distante de los elementos sustantivos del cambio de época, ella, fiel reflejo de sus orígenes, continúa ensimismada, contribuyendo al sostenimiento de una concepción geopolítica al servicio del capital, en Venezuela somos testigos de excepción del mimetismo al cual apelan factores de poder para continuar esos rumbos, por ejemplo, hemos construido todo un andamiaje jurídico-político totalmente distinto en los últimos quince años, una nueva constitución, nuevos  poderes,  leyes que dan forma al poder de la gente, surgimiento de instancias acordes con la edificación de un estado distinto, etc., pero cuando observamos la dinámica universitaria nos encontramos con una verdad irrebatible: LA UNIVERSIDAD no ha sido tocada ni con el pétalo de una rosa, la ley que le da soporte, es un instrumento aprobado bajo la égida del catedrático Caldera, en la fragua de represión, sangre y muerte, es esa la Ley de Universidades que regula el accionar diario de esas instituciones.

Instituciones que centran su desarrollo en formar a los cuadros científicos técnicos que engrosaran en la sociedad, aquellas capas al servicio de la renta, es decir, la universidad no se transforma o revoluciona porque es a ese nivel donde la cosmogonía de las falsas creencias tiene su matriz reproductora por excelencia, lo expresado lo encontramos reflejado de múltiples maneras, pero una expresión clara de ello es el modelo educativo ejercitado, un modelo centrado en la enseñanza y teniendo el docentismo como su centro pivotal, pero además, su desiderátum descansa en el eurocentrismo como la única opción de entender el mundo, siendo uno de los más importantes fardos que opacan y ciegan la universidad incapacitada de ver las luces de los cambios y transformaciones que vive la sociedad.

Nos han vendido la categoría que la universidad está en crisis, y nosotros en ciertas circunstancias avalamos esas premisas del neoliberalismo, digo nosotros, refiriéndome a voceros de la revolución, por ejemplo cuando circunscribimos esos aspectos a elementos meramente pragmáticos, casos de déficit de planta física, transporte, comedores, laboratorios, asignación de cupos, masificación y un largo etcétera, no obstante un análisis con una visión distinta nos acerca a premisas diferentes, y entonces, expresamos que si es verdad que hay una crisis universitaria, pero ésta penetra en la profundidades de su propuesta epistémica, es allí, donde radica el verdadero problema, es una institución que cabalga hacia derroteros distintos a los que marca la época en desarrollo, es una institución que agita las banderas del neocolonialismo, y la dependencia.

Ahora bien, que hacer en ese marco referencial, cuando tenemos realidades que atormentan, cuatro ministros de educación universitaria en menos de nueve meses debe indicarnos algo, o esas instancias dependientes de esos niveles gubernamentales tienen en su dinámica procesos autónomos que escapan a las directrices del estado, o por el contrario sus desempeños no impactan el desenvolvimiento de los procesos complejos de cambios que vive nuestra patria, nos atrevemos a suscribir la segunda opción.

No obstante lo señalado, es factible atreverse, so pena de ser objeto de la descalificación, apostar a una universidad distinta, que rompa con seis siglos en su ser y hacer, una universidad que eche por tierra aquellos léxicos que denotan su origen medioeval, por ejemplo, claustro universitario, o los destellos napoleónicos como Consejos de escuela o Consejos de facultad, pero además construir en pleno siglo veintiuno una epistemología que nos de nuestros propios referentes, epistemología ya anunciada por Simón Rodríguez, Martí, Bolívar, Prieto, Yèpez, Secundino, Chávez y un infinito muchos más,  es decir, herramientas para deslastrarnos de la concepción del mundo euro céntrica, tenemos de sobra, entonces atrevámonos a esa epopeya teórica conceptual.

Juan Talavera. Docente UNEFM

Talaverajuan@gmail.com



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