Democracia universitaria y pueblo

Aún, las universidades están ancladas al servicio del Estado burgués, porque en su seno no se ha institucionalizado la revolución, razón por la cual, éstas hoy representan el bastión más importante del oposicionismo golpista, junto con Fedecámaras-Venamcham, con más fuerza e influencia que la Mesa de la Ultraderecha (MUD) y más poder de fuego que los focos golpistas que aún perviven y medran en el seno de la FANB y de los paramilitares o contratistas que ha sembrado el gobierno de Barak Obama, ayudado además, por la Embajada de Canadá, entre otras de sus colonias.

     Institucionalizar la revolución no es otra cosa que democratizar profundamente las universidades, más que por decreto y leyes (que han de adelantarse y salir de la mora), por el empoderamiento del Pueblo, hacia la construcción del Estado Comunal, dos aspectos fundamentales (Comuna y Leyes), que la vanguardia de la derecha más fascista rechaza y niega, gracias al control omnímodo que sobre un conjunto de universidades públicas emblemáticas mantienen los rectores de la AVERU, sin soslayar que las universidades privadas, están al servicio del lucro y del golpismo, mientras son fábricas de título y formadoras de mano de obra calificada del viejo Estado, el burgués.

     Ahora bien, no tenemos rumbo claro o no terminamos de conocer a la universidad venezolana, razón por la cual la sobrevaloramos en algunos aspectos y la subestimamos en otros.

     La subestimación de estas universidades, las públicas secuestradas por la AVERU y las privadas, incluyendo algunas nucleadas en ARBOL, está en que muchos creen que "ellos simplemente no son chavista y que no son capaces de derrocar al gobierno". Ahí, tenemos el primer "Bocatto di cardinale", con las guarimbas del 2013 y 2014, la formación al servicio de la CIA de profesores, estudiantes y empleados universitarios y fundaciones adscritas al servicio del Departamento de Estado norteamericano.

     No tener el rumbo claro, implica que no nos atrevemos a enfrentar a estos reductos y cuarteles insurreccionales, porque no sabemos cómo, por temor a lo inesperado y por congraciarse con la derecha universitaria, buscar puentes de diálogo de sordos y hacerles concesiones, sin percatarnos que ellos están decididos a derrocar al gobierno del Presidente Nicolás Maduro y esto pasa por hacer razzia de todo chavista que en sus predios haga vida.

    Por otra parte, la sobreestimación es creer que hacer valer las leyes, como por ejemplo, cumplir el derecho al "Voto Paritario" de obreros, empleados, estudiantes, egresados y profesores, según el artículo 34 de la Ley Orgánica de Educación (LOE) y poner en su justa dimensión, la nueva noción de "Autonomía Universitaria", según el artículo 109 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) y las leyes del Poder popular, como la Ley de la Comuna (2000), es provocar a esta oposición criminal, con el temor de que ella tenga tanta fuerza de masa, que derive en una insurrección popular.

     Es decir, erróneamente, en el seno de las universidades se cree más en la fuerza del fascismo universitario (por celestinaje y por culillo infundado) de quienes tienen secuestradas las universidades en forma abyecta y con total impunidad, que en el soberano, es decir, en el Pueblo, porque sencillamente, no se cree en éste y no podemos concebir que un obrero o un estudiante tenga igual derecho al voto y tenga el mismo peso indivisible que el de la aristocracia académica que conformamos los profesores universitarios.

    Todas estas debilidades infundadas, parten de chantajes, que van desde la palabra hasta la acción. Por ejemplo, el primer chantaje es calificar de "resentido" y "enemigo de tal o cual universidad", a quien sea crítico, denuncie o enfrente el secuestro que ha atornillado a los de AVERU, el falso manejo del criterio de autonomía universitaria, el manejo y totalitarismo institucional y crematístico de las universidades privadas y la negación del cumplimiento de las leyes, como el 34 de la LOE, además del desacato a las sentencias y resoluciones en relación con la democratización de las universidades alzadas, que ha dictado el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que todas las autoridades universitarias han desacatado abiertamente, al igual que  han ignorado a la Contraloría General de la República (caso: el guiso milmillonario de los Fondos de jubilación de jamás han jubilado a nadie) y la ilegítima e ilegal representación de las asociaciones civiles de profesores, nucleadas en la FAPUV, que desconocen la Ley Orgánica del Trabajo de las Trabajadoras y los Trabajadores (LOTTT) y obstaculizan la sindicalización, rechazan la Convención Colectiva y reclaman unas inexistentes "Normas de Homologación", sencillamente, porque a estas agrupaciones se les da estatus de beligerancia, como al Opus Dei y a la Secta "Tradición, Familia, Propiedad", que han parido aberrados como los ya conocidos en la fauna nacional.

     Y, todavía, como cundidos por un cansancio por una batalla jamás librada, hay quienes con pose de sabios sentencian: "hay que dejar que las cosas caigan por su propio peso". Pero, desconocen que existe la dialéctica e ignoran los estragos que el fascismo universitario está causando a la nación entera.

     Actitudes como las caídas por su propio peso, no están muy alejadas del "mejor el menos malo", como ha sucedido hace unos días en dos hechos universitarios. Uno de ellos con una elección estudiantil de una emblemática universidad, en donde el chavismo (aunque evitó la palabra "chavismo" en todo el proceso electoral, con un saldo de votos muy desfavorable) perdió, a pesar de la gran calidad humana de sus candidatos, mientras que del lado del oposicionismo, un sector de la derecha fascista universitaria, que abiertamente mostró sus siglas de la Mesa de la ultraderecha (MUD), decidió, en su reacomodo táctico, traicionar a su conspicua candidata y le contrapuso a otro de su mismo apelativo, por quien votaron y lo colocaron como la opción ganadora. Pues, como faltaba repetir elecciones en una facultad y núcleo, hubo patriotas chavistas, quienes opinaban que era mejor que ganara este líder de telón motolito, que la más loca, descubierta en reuniones con la Embajada de EEUU, porque ella era más fascista que el otro.

     El otro caso, es el de ciertos profesores en una universidad de las secuestradas por la AVERU, en donde por aquello de "el que pega primero, pega dos veces", están cocinando una elecciones írritas, pero que gozarán de total impunidad y se impondrá a lo arrecho, con un nuevo Reglamento Electoral, hecho a su medida, caracterizado por la repartición del voto porcentualmente, que ellos llaman "por estamento o casta", administrando la demagogia y escamoteando el artículo 34 de la LOE.

     Resulta que hay chavistas que se han reunido ya con estos candidatos y han ofrecido su apoyo, con el pretexto bobo u oportunista del "ése es el menos malo y no nos va a perseguir", o, peor aún, "ése nos va a dar participación en su gestión, con algunos puestos clave". Esta abyeción es horrible!

     En fin, este tipo de prácticas políticas, contribuyen enormemente a que el fascismo universitario se eternice y refresque, con nuevos modales y truculencias, cuando lo fundamental, políticamente, es poner en evidencia tal cual son, cómo operan y dejar que las traiciones entre esas mafias de la MUD se diriman entre delincuentes, porque lo que nos importa es alcanzar la democratización de la universidad, que no será posible, mientras ellos controlen las universidades, ni los desalojaremos a sombrerazo.

     También hay quienes afirman sustentados, tal vez, en lo emocional sobre lo racional, que "no conviene" pedir ante el TSJ la ejecución forzosa de los dictámenes y sentencias, porque democratizando el derecho al voto en tales o cuales universidades emblemáticas, aún así, el chavismo no ganaría elecciones.

     Lamentablemente, no logramos entender que los revolucionarios debemos perseguir la democratización, no para satisfacernos en cargos y egos, sino para empoderar al Pueblo.

     Muchas veces, no entendemos y subestimamos a ese Pueblo, que sabrá, en su momento, rebelarse contra el oprobio padecido en las universidades, gracias al valor del voto paritario, que contribuye a profundizar la democracia a la que la derecha rechaza con todas sus fuerzas y armas posibles.

     También es cierto que cunde la desesperanza, el miedo, la desconfianza y el "chavismo de escaparate" o clandestino, en la mayoría de estos espacios, porque el asedio, segregación, acoso y exclusión de toda aquella o aquel que sea bolivariano, socialista y chavista en las universidades, se han impuesto impunemente, con las fuerzas del fascismo organizado y orquestado, de AVERU y sus vasallos que controlan las asociaciones civiles de profesores, bajo el único mando de la Embajada de EEUU en Venezuela, por encima de la fracasada MUD y sus variantes. Y, los revolucionarios, aunque preñados de buena voluntad, no hemos sido efectivos y no creemos en "Pueblo".

     Afortunadamente, hay Pueblo en las universidades, que como ya está más familiarizado con la palabra "democracia" aprendida en las calles y hecha ley, en cualquier momento levanta su mano en masa, para hacer de las universidades un espacio y un lugar al servicio del Estado Comunal. Dejemos entonces, que la derecha, ese fascismo que controla las universidades bajo subterfugios, mentiras y corrupción, siga subestimando al Pueblo.
 



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Luis Alexander Pino Araque


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