Confesiones de una aprendiz de bruja

Mientras escribía acerca de la práctica cotidiana del hombre y la mujer, Héller A. (1967) y su postura con relación al sentido de la religión dentro de la finitud de los espíritus que conforman el juego finito de la vida, la desdisciplinariedad y mi planteamiento radical que apunta a lo transhumano, me asaltaron la risa y el deseo de llorar.
¿Como he hecho para explicar a mis estudiantes de la Universidad Bolivariana de los primeros trimestres, sobre temas tan enrevesados, como el “mundo de vida cotidiano”, Las tribus y lo transgénero de M. Maffesoli, el espacio-temporalidad de la Cotidianidad de Lindón A. (2001) etc., que para ser franca a mí me cuesta digerir, ya que, PRIMERA CONFESIÓN: siento en esta etapa de mi vida, una animadversión tremenda por la lógica dominante que representa el logos, pensamiento occidental, el pensamiento único, sus representantes, corrientes e hijos (as) ( bastardos (as)), adoptados (as) o legítimos (as). ¿Será que ya es un sentimiento desatado en mi embrujado y envejecido espíritu?, ¿Irreverencia ante los íconos patriarcales intelectuales y dominantes (entiéndase “vacas sagradas”) que pretenden explicar desde un “abstractum” toda la sencillez de nuestras vidas?.

Me rebelo contra la colonización mental y los patriarcas neocolonizadores intelectuales en estos nuestros tiempos de emancipación humana. Me quedo con la Pachamama, la Cacica Anacaona, la Cacica Ana Soto, Guaicaipuro, Josefa Joaquina Sánchez, José Leonardo Chirinos, con el Quiché Maya, con el Inca Atahualpa, el pueblo Wayú, las y los trabajadoras (es) de la tierra y las fábricas, Manuela Saenz “La Coronela”, con el Bolívar sin titulo universitario, rebelde y enfrentado a su propia clase y a la dominación y exclusión del imperio colonial español, el Bolívar sabio de Angostura, pero humilde y sencillo, que pensó, fue y aún hoy es pueblo. Me quedo en fin, con mis ancestros (as) y contemporáneos (as).

Pero mira, que “horrorosa contradicción”, desperdicio de tiempo y letras, dirán algunos. O se dirán en una reunión “social” para tener de que hablar; “lo que pasa es que la pobre es una limitada en cuanto a la “academia”, imagínense a la pobrecilla tratando de trepar al mundo de los sensibles (insensibles)”; mentarán otros(as) “lo que sucede es que esa siempre se desvía, es una desviada...quizás hasta sexual” y se oirán las risitas reprimidas por sus huesudos dedos para que no les vean los colmillos. “¿Será que no tiene marido?” se preguntarán las (los) mas miserables cosificadas (os) machistas. En fin, lo último que podrían decir es que yo escondo mi chocante ignorancia debajo de este discurso que, ni tiene merito académico mucho menos lingüístico y, ni hablar del pecado que cometo al no usar la pluma para analizar el discurso como ejercicio filológico, exclusividad de los dioses clásicos.

En cuanto a mi condición laboral como profesora confieso que, no se como buscar los ingredientes para hacer la pócima que les dará a los estudiantes parte del vigoroso espíritu del “saber ilustrado”, ni mucho menos como realizar el sueño de la polis griega que muchos y muchas anhelan. Por supuesto, me debato en lucha interna y externa en contra de la estructura, es como una camisa de fuerza, me ata, me obliga , me limita, me tapa la boca. Y luego, la abro para sacar un discurso totalmente elaborado desde una formación injusta, adoctrinante y alienante de mi propia y verdadera condición de ser mujer, no como la “otra”, ¡Basta de ser la “otra”! sino como parte fundamental de la especie humana. Diferente en cuanto a constitución orgánica - biológica e igual en condición humana. Eso, lo he vomitado en las clases a mis alumnos y alumnas.

He ido al bosque del conocimiento y no he encontrado nada útil para la tarea encomendada: formar bajo los parámetros de la modernidad sin violar el sempiterno pacto; he ido al averno y me ha contado “luci (hermafrodita) el estético” (así le dicen de cariño) que hay unos cuantos que están “guindando y no son mango”, dado su descarado e inescrupuloso doble discurso. Me mostró como algunos (as) no asumen sus flaquezas o debilidades humanas y escudan en su disfraz academicista lo a-humano. Me dijo también que disimular y disfrazarse es maravilloso, pues eso demostraba que le estaba ganando la pelea a “chuo” (Jesús), e iba a demostrarle que su hipótesis de trabajo acerca de que las miserias humanas harían por él, el trabajito sucio para destruir la humanidad y sumar más habitantes a su antro, había sido comprobada luego de colectar algunos datos durante un par de milenios. Por cierto, me dijo también que la cosa era ponderada, las miserias habían sido repartidas de manera equitativa en toda la especie humana, los hombres saben ser muy miserables cuando se lo proponen. Trabajo que francamente “luci” no estaba en condiciones de realizar dada la senilidad e incontinencia que le estaba afectando. Les sugiero a los Jeckills y Mrs. Hides de por allí que tengan cuidado. Finalmente, aproveché la ocasión y negocié mi deuda con el señor (a) ese...eso será historia para contar en otro momento. Por cierto, no es mentira aquello de que “Luci” es una especie de representación bisexuada de un “mal ángel”.

SEGUNDA CONFESIÓN: Cada día es una nueva experiencia para mi y los estudiantes con los que interactúo en la universidad. El discurso es “coloquial inculto”, no, ¡coño!, perdón, ahora no se dice así, rectifico: Se diría que mi discurso presenta una estructura “oral llana”, a decir verdad excesivamente llana para gusto y disgusto de algunos y algunas academicistas. Entonces también les confieso que no puedo hacer de la educación una “virguería académica”.

TERCERA CONFESIÓN: No sé si lo que he tratado de mostrarles a mis estudiantes es los justo para ellos. Bueno, ciertamente me sentí y siento, cual aprendiz de bruja meneando con la cuchara de hierro colado el asopado verdi-rojo, baboso y burbujeante que es la pócima para su formación: dos gotas de caldo de araña, cinco patas de escorpión y ahora la parte más importante un leve toque para el corazón y pócima ¡!!mangüe!!!. He formado un monstruo o monstrua.

Y así solamente aprenderán de mi ¿sí? Nooo. ¡No quiero que aprendan de mí, yo no se absolutamente nada!. Deseo impulsar un proceso de transformación y emancipación humana desde lo interno de cada ser hacia su exterior (implosión). Luego entonces me declaro: Ni disciplinaria, ni transdisciplinaria mas bien, transhumana y desdisciplinaria, pero en esencia igual al resto de la especie.

Aprovechando toda esa sabiduría acumulada por los siglos, esa resistencia y humor típico de mi pueblo centro y sudamericano, que atenta contra la solemnidad y las posturas pensantes de las estatuas griegas, confieso que he atentado contra la racionalidad de la llamada modernidad en mi actividad humana y académica. Pero no se confundan, no soy eso Otro que es lo alterno a la modernidad, es decir, la postmoderna: ¡jamás!. Pues sería traicionar mis planteamientos, es otra cosa y, no se como se denomina, para ser franca creo que será trabajo de otras u otros el bautizarla y conceptuarla.

Luego, pensé, que quizás es tan grande y violenta la transformación del “logos” o “razón” de ser del hombre patriarca y de ese su famoso ¿por qué?, que hemos pasado de heredar la cadena de análisis parcelado y fragmentado, histórico del conocimiento occidental: del mito a los elementos, a lo antropocéntrico y finalmente a la cultura. Hoy, según algunos machos intelectuales, debido a ese cuestionamiento al modelo de deculturamiento que para nada ha estado centrado en el respeto a la otredad y a la moribunda salud de la modernidad patriarcal, hay un aparente vacío, realmente no existe tal vacío, es definitivamente el triunfo y la liberación de lo ancestral, la sabiduría, el cuento, en fin, nuestras raíces. Pero resulta que la cultura está siendo víctima de la mirada curiosa y vergonzosa de los que se abrogan para si la facultad de escudriñarla. Cultura, símbolos, lenguaje, creencias, ritos, obra, arte, creación, vida, normas, valores, pasión, amor, miserias, lo cotidiano, madres, padres, hijos (as), hermanos y hermanas universales, fe y razón, todo. Es decir, la cultura original entendida desde lo mas sencillo del quehacer humano y definitivamente superando la triádica falsa e ilusoria que ha simbolizado la modernidad: Liberté en el espacio privado, Égalité pregonada pero en realidad negada y Fraternité sólo pactada para los hermanos.

Dicha superación no se produce por innovación sino por los procesos de tejido social del ser humano en la incansable búsqueda de su razón de ser y la razón de ser de las cosas. Hacia una comprensión de lo humano desde la sencillez de la vida, desde las vivencias de los que día a día construimos comunidades humanas.

Lo que sí es cierto es que está muriendo la modernidad (la muy desgraciada no termina de irse) y esta naciendo un nuevo modelo de conocer, crear, vivir y convivir que no tiene mas limitaciones que la natural muerte para el hombre o la mujer y el infinito para la humanidad. Esta nueva forma de conocer de la cual muchos(as) hablan y nadie dice finalmente nada, no es más que retornar a nuestro barro, raíces, lo sencillo y no simple de la vida, la real liberación humana. Por ejemplo, la tecnología es y ha sido un elemento que violenta a la humanidad, ha generado atrocidades justificables y justificadas por sus dueños y creadores, en nombre de una presunta liberación del ser humano, el patriarcado libera solo a unos cuantos, es violento, clasista, sexista, idiotizante en fin es selectivo y matizado en cuanto a su presentación.

En estos nuestros tiempos, los tipos de exclusión que se han generado por los avances tecnológicos han sido diversos, desde la imposibilidad de acceder a la educación para el uso de la herramienta por los grupos tradicionalmente discriminados, en la mayoría de los países centro-suraméricanos, hasta la utilización de dichos avances para la optimización de medios de producción en detrimento del ecosistema. Ni hablar de los procesos de exclusión laboral a los que somos sometidos hombres y en especial las mujeres por la imposibilidad de capacitarnos en las ciencias mal llamadas “duras”, exclusividad de hombres, como diría Rousseau, solo para su burgués Emilio.

Es un tanto difícil ver el lado positivo a algo cuyo lado negativo es tan grande como el universo mismo. No reniego de la tecnología, por el contrario, considero que hay que embrujarla con una pócima humanizante, es decir, la tecnología al servicio del ser humano, no el ser humano tecnoesclavizado en nombre de la libertad de tiempo. Esta es una de las nuevas formas sutiles de esclavizar al ser humano, las mujeres especialmente somos víctimas de este proceso de desregulación laboral producto de la tercera revolución industrial.
Ejemplo de las consecuencias del uso indiscriminado de la tecnología, es la desregulación. Particularmente, considero que es una trampa esto de la desregulación, pues no se trata de la lucha por “regular” la relación de explotación obrero (a) –dueño (a) de medio o servil del dueño (a) del medio. Se trata de la lucha por liberarnos de un sistema económico implantado que apunta a la dominación o esclavización en modalidades diferentes a las vividas por la humanidad en épocas anteriores. Entonces el asunto de la desregulación sí es consecuencia de la tercera Revolución Industrial Tecnológica. ¡Claro!, que si una fábrica es automatizada por la adquisición de un “software” podemos decir que se ha instalado la santa inquisición tecnológica, la cuál está condenando a una pila de desgraciados y desgraciadas analfabetas tecnológicos a liberarse de la dialéctica relación obrero (a) -patronal, pero además estarán ahora condenados a vivir en la miseria, excluidos del mercado laboral, unos llorarán en la calle y otras lo harán en el ámbito de lo privado y los más miserables tendrán que hacerlo en el closet y, sumados a la alternativa única de la economía informal (en el mejor de los casos). Ahora, según el sistema hegemónico y el pensamiento único, será para ellos y ellas un privilegio poder ser explotados, que viva la sabia Vivianne Forrester (El Horror Económico).

Pero lo cumbre, el éxtasis del sadismo de esta “sociedad del conocimiento” no es tan superficial. Se han profundizado las brechas sociales, ahora son zanjones; si a lo anterior le sumamos el sitio donde habita el hombre o la mujer, el color de la piel y la vestimenta, su preferencia sexual, definitivamente han pasado a formar las filas de los no explotados, vale decir, los inhabilitados socioeconómicamente hablando; el horror económico de Forrester (1997), mas vigente que nunca,

situación que enfrentamos con mayor valentía y desenfado los (as) centro y suraméricanos (as), debido, entre otras, a nuestra fortaleza cultural. ¿Cuál es la diferencia entre la Etiopía del siglo XV-XVI pisoteada por el imperio español y cantera de esclavos (as) para la colonización y la actual Argentina humillada e igualmente pisoteada y esclavizada por el neoimperio Estadounidense con sus políticas neoliberales? Ni hablar del nuevo holocausto que actualmente se comete por parte del nuevo colono en contra del pueblo de Irak. Violaciones, exclusión, hambre, guerras injustificadas en nombre de la liberté, tráfico de humanos, en fin la muerte social, bajo la mirada cómplice e indolente de los hombres que han gobernado hasta ahora en el mundo. No hablaré del asunto ecológico, sería hacer unas cuantas confesiones mas. ¡Pobre pachamama!.

El pueblo centrosuraméricano, cuenta con una extraña pero virtuosa forma de sobrevivir y enfrentar sin atavismos sociales, culturales, religiosos ni económicos las situaciones que se les presenten. Esto significa, que se permiten la posibilidad de arriesgar, creo entonces que la pócima para lograr la encomienda de la corte brujérica mayor, sería agregándole un chorro inmenso de RIESGO, claro, no aplaudo a la suerte de camaleones académicos o políticos que gracias a sus arriesgadas, inescrupulosas y descaradas acciones logran treparse en un puesto de “poder” por aspiraciones personales y luego hablan del asunto ético y moral. Los (as) diferentes y, las mujeres especialmente debemos arriesgarnos, atrevernos y arrebatar lo que se nos expropió desde hace siglos: la real libertad e igualdad.

Todos y todas entendemos que hoy, en estos momentos, ya no es tal la concepción de poder. Para los y las nuevas (os) humanos (as), ese poder no tiene mayor fuerza que la que le queramos dar y no se trata de metafísica, es que el poder, como elemento fundamental de las relaciones humanas, es la pieza clave de este momento histórico. Ese modelo relacional de subordinación humana, de dominación darwiniana, está agonizando con la Modernidad, algunos le llaman erradamente al fenómeno anarquía, insolencia, barbarie, postmodernismo etc. No podemos permitir que de nuevo la otra mitad del planeta impongan su sistema de relaciones y normas, que se apropien de esta coyuntura y que secuestren la posibilidad de que emerja un paradigma para entender diferente.

Una persona conocida aspirante a “vaca sagrada” bautizaría la actual crisis como antinómica, por aquello de la teoría Weberiana. Insisto que los clásicos no nos dan todas las respuestas, se agotaron, solo sirven en algunos casos para comprender lo que ha pasado y consecuentemente nos está afectando. ¿Qué carajo sabrá Michelle Foucault sobre las redes y valores que se tejen en nuestras comunidades populares en torno al tráfico de niñas, mujeres? o ¿Cómo explicaría Max Weber el problema de los invasores de inmuebles en la ciudad de Caracas?; ¿Cómo explicar que un hombre pueda, literalmente, descuartizar viva a una mujer, sin que se haga justicia? O ¿Cómo entender desde cualquier disciplina o corriente teórica, el asunto de las desigualdades ocultas en todos los ámbitos de la vida humana?. Caramba, todavía no hallo respuestas en los clásicos, ni siquiera con los expertos en la psique, la teoría se queda corta.

Mejor nos pueden explicar el asunto el vecino o vecina, dígame si es de las que fisgonea, o el presidente de la Junta y hasta los niños o niñas que viven el día a día del barrio con su sencilla lógica. Claro, luego veríamos como articulamos desde la praxis brujerica – social la experiencia y la teoría preelaborada.

Los grupos humanos hoy, han exigido lo que por milenios nos ha sido arrebatado: la libertad de vivir sin ser condenado por absolutamente ninguna razón. Por eso digo: al carajo los imperios (intelectuales, religiosos, económicos o militares) dominadores, excluyentes e hipócritas que han escrito la historia ocultando sus barbaries humanas y sociales, empujando a algunos a la oscuridad de la ignorancia y las paredes de una realidad impuesta.

Me quedo con la Cacica Anacaona, ejemplo de lucha, resistencia y defensa, con Neftalí-Neruda y su América 1400 y me confieso hereje ante los imperios de cualquier naturaleza.

CUARTA CONFESION: Y más aún, me confieso hereje académica, ser transhumana y desdisciplinaria. Sin embargo, aclaro que considero que el conocimiento es necesario, el poder que éste da es único. Precisamente es por esta razón que el conocimiento se ha capitalizado como exclusividad de una élite, lo que hace difícil su popularización, pues a través del saber también se mantiene la dominación del otro. De allí que para lograr la popularización de la educación hay que derrumbar los propios tabúes académicos.

El ser humano ha encontrado en sí mismo todas las respuestas, no es casualidad que haya sido siglos mas tarde después de Sócrates y otros pensadores griegos que a Aristóteles se le haya ocurrido verse y decir “ohhhh la cosa esta aquí en el ser, el hombre”(yo le hubiese agregado “y la mujer”) pero hay otros pensadores que también dieron respuestas a múltiples interrogantes y han sido ignorados de esa construcción, pues lo que se ha impuesto es una sola visión de la sociedad.

Considero que los conocimientos y todo lo que ello involucre deben girar en torno al ser humano y el ecosistema. No puede estar por encima de lo humano lo académico, lo tecnológico, lo económico o lo político, lo humano ni es público ni es privado, es simplemente humano (a). Rechazo las posturas que apuntan a creer que el ser se realiza solo en la gnoseología y no en la axiología o en un equilibrio entre ambas, incluyendo la fe, sea cual fuera su naturaleza. Rechazo a quienes no aceptan la posibilidad de crear y creer en nuevas formas de construir la humanidad, el conocimiento y hacer un mundo más humano y colectivo. Considero que la santa inquisición académica tiene ahora la palabra para aplicar el “Código de los(as) herejes académicos(as)” y se que moriré en la hoguera porque están cayendo los paradigmas patriarcales y lo que esta surgiendo no es agradable para ciertos grupos.

Finalmente, no he pasado de ser una aprendiz de bruja y me olvidé de mis victimas: los y las estudiantes ¿Quién querrá la olla?.

QUINTA CONFESIÓN: EL HUECO.
Odio que se diga y además que se legitime que las mujeres no deben estar en el ámbito de lo público, mucho menos en el quehacer político. El relato:
Habla el macho:
Necesito desahogarme. Bárbara es linda, me satisface (es su Sofía, la de Rousseau pues), pero no me llena. Estoy enamorado, deseo que seas mi desahogo.
Responde la mujer, la atrevida que se lanzó al ámbito de lo político – público, aún sin creer en partidos políticos como forma de ejercicio del poder popular, con un lenguaje prosaico que deja entrever su impotencia ante tales expresiones:
¡Hijo de puta! Con el perdón de tu madre!. Qué carajo te crees, que yo estoy buscando marido, amante o en el peor de los casos ser el “resuelve” de otro aquí?. ¡NO!, nojoda, ¡Qué asco me dan los otros hombres, siempre viendo a la mujer en cualquier espacio como CARNE, por la cual deba darse el duelo, gana el más apto o el más atrevido.

¡NO! Qué lastima me dan los “otros” hombres, siempre creyéndose el cuento que ellos han tenido la victoria con respecto a las mujeres en el campo de lo público, porque las mujeres lo logran según lo facilonas que sean. Somos en ese sentido, “presas de caza”.

Te dicen: “Yo le ayudo”, como si una fuese una invalida, pero detrás de esa frase se encuentra oculto el “deseo” carnal, animal y yo me pregunto ¿quién es el animal?; ¿Quién es la representación máxima de los instintos básicos de la naturaleza pura?. Cuando se naturalizan en cuanto a sus relaciones con una, no les importa el cliché, lo que les importa es el hueco, lo amasable. Pobre Rousseau, sus machos del reino animal, con sus hormonas puras, pasión pura:
No soy esa otra:
Ni presa de caza,
Ni carne,
Ni masa,
Ni hueco,
Ni objeto del deseo de ninguno de los que me rodean. Para peores males, esta lucha se da, en eso que llama Maffesoli, el asfixiante espacio intersticial, esa dimensión entre paredes, las paredes de la cotidianidad de una. Soy una mujer, luchando por su real igualdad, libertad y por encontrar su verdadera razón de ser en esta humanidad.

QUINTA CONFESIÓN: Declaro que aún sigo escribiendo algunas confesiones referidas a mi condición personal y experiencia de interacción con las y los miembros de esta sociedad patriarcal-capitalista.

SEXTA CONFESIÓN: Escribo libre, lo que quiero y a propósito del contexto que me rodea. Últimamente el escenario político me ha golpeado el rostro. Participar en procesos electorales y convertirse en el elemento que desata miserias ajenas, es nocivo para la salud mental y física. Luego de los procesos comiciales, el grupo en el cual militaba se atomizó en la región por diversas razones, una de ellas fue la traición y el interés. Recientemente en una reunión me he encontrado con un excompañero de militancia, quién silvestremente me ha referido que mi “quiebre” se discutía por el mes de Diciembre de 2005 en una oficina de gobierno regional y quienes estaban haciendo tal negociación eran los que, aún hoy, me saludan efusivamente. Que arrechera. Quiero saber quienes estaban en dicho aquelarre. En la politiquería ramplona, la vida vale nada. Es la cultura de la impunidad la que se impone y la escala de valores le rinde culto a todo cuanto atente contra la vida humana.

SÉPTIMA CONFESIÓN: Como la bajamar, me retiro de las orillas del territorio continental a las profundidades oceánicas, es decir, me alejo de la política como práctica a realizarse desde las estructuras partidistas. Insisto en que hay que impulsar un nuevo quehacer político y la nueva escala de valores, de lo contrario estaremos “arando en el mar” como diría sabiamente Bolívar. En realidad fue fugaz la experiencia. La cara oscura de la “revolución”, ha degenerado en una suerte de hoyo negro que se traga a quienes como yo, creen que el debate, además de la pluralidad, son necesarios. La neocorrupción está consolidada en todos los rincones de la estructura y superestructura. La población cree ciegamente en el mandato de los que rodean al líder y se mantienen oxigenado con su imagen y condenan a quienes se atrevan a señalar algún desacierto. Inclusive la “intelectualidad puta” ubicada en los espacios de poder también hace lo suyo y la violencia es ejercida desde diversos espacios, la condena es económica cuando te execran, política cuando te condicionan el discurso y la acción, y social cuando el señalamiento se hace público para marcarte, como en la nefasta Alemania nazi. Es terrible. Estos pendejos esperando la guerra contra el “imperio” y resulta que ya la guerra está desatada entre nosotros mismos, es no convencional, las armas son diferentes pero las heridas son profunda y pueden llegar a provocarte la muerte. Asfixia esta situación y preocupa que el verdadero y poderoso enemigo avanza silenciosamente, socavando las debilitadas bases.
Las prácticas políticas siguen siendo las mismas aprehendidas en el marco del quehacer político moderno, Maquiavelo presente entre otros. Algunos aderezan tal quehacer con las exquisiteces de los pensadores orientales Zun Tzu, Mao Tse Tung, Naguyan Giap etc., y discriminan y excusan el asunto diciendo que es diferente su planteamiento pues se trata de “poder popular e inteligencia social”, lo que para mí no es más que cacería de brujas con la “mayoría” como instrumento.
Se me habla del “tubo” político contra el cual lo mejor es no luchar, realidad a la cual inocente y dignamente me rehúso, trayendo como consecuencia la exclusión hasta de la exclusión. Entre dos aguas. Sin embargo como diría la ”Pasionaria” Dolores Ibárruri (1895-1989), “antes morir de pie que vivir arrodillada”, pensamiento y postura que simplemente vale para todo aquello que represente el intento de homogeneización del pensamiento humano.

Ingrid Castillo
Docente UBV
11.055.619
ibecast@gmail.com





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