INTRODUCCIÓN
Ante la ola de inseguridad que empaña la paz, la estabilidad y la marcha normal de nuestras universidades autónomas, la comunidad universitaria ha reaccionado de manera diferente. Por ejemplo, la Universidad del Zulia convocó un referéndum para instalar en el campus universitario el Dispositivo Bicentenario de Seguridad. Este mecanismo de seguridad policial tuvo éxito en sus primera etapa, sin embargo pronto volvió la inseguridad y tal dispositivo quedo prácticamente anulado. Otra reacción de las universidades fue contratar personal de seguridad, pero nuevamente quedó corto frente a las bandas que operan en las universidades. En general estas soluciones fueron y son importantes, son mecanismos de control, de orden y persuasión apoyados por el gobierno. En algunos casos se sacrificaba la academia para cancelar esos servicios. Estas soluciones siempre serán circunstanciales y de poco impacto en la comunidad universitaria. Tenemos que hacer un diagnóstico de esta comunidad para ver si abordamos el problema de la inseguridad de manera permanente. Este diagnóstico señala que tenemos una comunidad fragmentada, funcionalista, cada quien cumpliendo sus roles, pero sin sentido de pertinencia y permanencia, sin sentido de comunidad; más que una comunidad es un agregado social, muy lejos de ser una comunidad la cual se define por el compartir de valores y sobre todo la vivencia subjetiva del compartir. Los profesores no se conocen entre sí, los alumnos no se conocer entre sí, la relación profesor alumno es pragmática, una relación cuantitativa de notas, donde se reducen los alumnos a una cedula de identidad. De alguna manera la masificación ha incidido en todo esto, pero en la misma medida no se ha construido una universidad social y culturalmente consolidada. La visión fragmentada y burocrática de la universidad ha simplificado todo a una comunidad académica, y más todavía reducida a un modelo pedagógico del salón de clases, cuando la universidad es una organización compleja y como tal hay de considerarla y construirla. La comunidad es simultáneamente académica, política, social, cultural, económica, ecológica, objetiva y subjetiva. Es salón de clases y campus. Esa una totalidad humana sobre todo. Más allá del salón de clases somos sombras de sombras, anónimos colectivos. Nadie conoce a nadie. Siendo esto la vía para que se infiltren y operen personas y bandas de delincuentes dentro de la universidad. Claro hay grupos que hacen vida universitaria, pero es insuficiente, es necesario hacer de la comunidad un componente estratégico de desarrollo de la universidad. Hay que hacer una reforma curricular que involucre este componente, no como algo marginal sino como prioritario, en este sentido es necesario agregar a los mecanismos de control de la seguridad mecanismos de socialización para la convivencia, proponemos generar internamente los dispositivos culturales de seguridad que garanticen la socialización de los valores universitarios que no solo son la búsqueda de la verdad, sino los valores de la convivencia, la paz, la seguridad, la solidaridad, la cooperación. Este dispositivo cultural de seguridad es más permanente y consolida la personalidad y la identidad de todos y cada uno de los miembros de la comunidad con el proyecto universitario. Esta vía permitiría identificar inmediatamente quienes son extraños y que intensiones tienen al ingresar en el campus. Así mismo, no solo fortalece la mayor conquista de las universidades como lo es su autonomía, sino que le daríamos concreción a la visión de lo que debe ser una auténtica comunidad universitaria tal como lo establece el artículo 1 de nuestra Ley de Universidades.
DIAGNOSTICO
La delincuencia producto del deterioro social y cultural del país, situación no solo coyuntural sino histórica, encuentra un terreno fértil en el campus de la universidad para acometer cualquier delito en contra de la seguridad física, psíquica y social de cada miembro de la universidad, esto sucede ante una organización educativa que orientada solo al logro de sus objetivos académicos. Esta jamás previo ni en la ley y sus reglamentos, ni en su praxis los mecanismos de seguridad policial y los mecanismos seguridad cultural y social. La cultura y la extensión universitaria solo se contemplaron como función a cumplir y no como mecanismo de integración de la comunidad. Resulta entonces que hoy la seguridad pasa a un nivel de abordaje estratégico y no como una situación que por las propias circunstancias y solo por la buena fe de los miembros de la comunidad se solventa naturalmente. Se necesita un esfuerzo mayor con respecto a la seguridad que debe pensarse, planificarse y ejecutarse desde la alta dirección de la universidad. El problema de la inseguridad es una realidad y hay que abrirle el camino a su abordaje sistemático. Por todos es conocido que heredamos una organización burocrática que en el mejor de los casos favorece el cumplimento de las funciones académicas, pero que nos lleva a un fraccionamiento de la propia comunidad universitaria, es decir, cada quien cumple un rol laboral especializado sin que se considere la necesidad de conocerse en lo personal ni de integrarse en la comunidad en temimos humanos, sensitivos, emocionales, espirituales y creativos. Hay que comprender que la organización universitaria no es solo una entidad académica, aunque es su eje central, sino que es compleja porque constituye una micro sociedad donde se entrecruzan diferentes dimensiones y acciones entre todos y cada uno de los individuos que la conforman. De manera que la dimensión académica debe ser abordada con las otras dimensiones culturales y sociales donde la base es la convivencia entre los seres humanos conformado por estudiantes, profesores, empleados, obreros, autoridades, visitantes, donde hay encuentros de ambos sexos, de múltiples edades, de múltiples aspiraciones y necesidades, pero hay que trabajar con una visión de sociedad universitaria que sin negar las especificidades, las diferencias se integren en torno a valores culturales consensuales. Por otra parte, unido a la burocracia, la orientación de la acción universitaria es completamente racionalista e instrumental , donde la competencia es uno de sus fundamentos, cuestión que hace que la propia comunidad sea desconocida por su gente que hace vida en la universidad. Y de lo que se trata es el de convertir la universidad en una convivencia valorativa, en una institución creadora de sus propios espacios de encuentro humano, donde se construya la cotidianidad, prácticamente subestimada por la fragmentación burocrática; se trata también de generar un mundo de vida capaz de alcanzar los fines de la universidad con la creación de la calidad de vida y de paz para todos los estudiantes, profesores, empleados, obreros y visitantes. Dado que el sentido que le damos al concepto de cultura es general incluimos por lo tanto todo el acontecer, todo quehacer, todos los productos, ideas, costumbres y normas que ha construido el ser humano. Dentro de la universidad la cultura abarcaría las ciencias, las artes, las artesanías, el deporte, el ambiente, los grupos formales e informales. Este sería el campo de acción del dispositivo cultural.
PROPUESTA
Ante el diagnóstico realizado se propone constituir el DISPOSITIVO CULTURAL DE SEGURIDAD DE LA UNIVERSIDAD. Sería organizado por una comisión interdisciplinaria presidida por la dirección de cultura con representantes de todas las instancias implicadas. Esto es viable porque tenemos los recursos humanos para ello. Las universidades autónomas están preparadas para esta nueva misión. Por ejemplo la Universidad del Zulia ha realizado una reforma de su área cultural bastante significativa, al presentar un proyecto cultural y la concreción de lo que denominaron los circuitos culturales consistentes en la organización, integración y coordinación interna y externa de los recursos humanos y materiales en el ámbito cultural. El DISPOSITIVO CULTURAL DE SEGURIDAD tendrá como eje la cultura y la comunicación como complemento de la ciencia, la tecnología, la profesionalización y el deporte. Esto significa que socialicemos lo que hacemos y que nos preparemos para el compartir la labor universitaria con nuestros valores humanos. Hacer ciencia o tecnología es hacer cultura de encuentros para solidificarnos y sentirnos orgullosos, para ser y hacer una universidad más universal y al mismo tiempo más particular de nosotros mismos. A mediano plazo se proponer una reforma curricular que incluya experiencias de aprendizaje de integración comunitaria dentro de la universidad, de manera que la seguridad no sea solo un acto voluntario sino de política universitaria.
ACCIONES A REALIZAR:
- Cada miembro de la comunidad universitaria deberá portar en un lugar de su cuerpo visible el carnet que lo identifique bien como estudiante, profesor, empleado, obrero o visitante. El carnet tendrá el color de la facultad y de la escuela o dependencia donde pertenezca. Para este último punto, cada dependencia propondrá un color específico y se consolidaran los colores a nivel general. A mediano plazo elaborar un sistema computarizado para identificar en las entradas de las escuelas o dependencias a las personas que ingresan a las mismas.
- La comisión de seguridad cultural propiciará encuentros culturales por escuela y facultad, en coordinación con los centros de estudiantes, los gremios, las unidades de autodesarrollo, las comisiones de curriculum, las unidades orientación, la Dirección de Deportes, las cátedras libres, la Dirección de Comunicaciones, las Divisiones de Extensión, la Facultad experimental de Artes, la Dirección de relaciones interinstitucionales, las autoridades de las facultades y de la universidad y todo organismo universitario o persona interesada en este proyecto. Estos encuentros culturales deben ser con la participación de los miembros de la propia comunidad, con el asesoramiento de los profesionales de la Dirección de Cultura. Un encuentro cultural es un recurso para la construcción de la convivencia en la misma comunidad universitaria en la medida en que propicie la identificación, la amistad y la solidaridad entre todos y cada uno de sus miembros, así como el de proyectar la potencialidad cultural, artística, científica, técnica y deportiva de los mismos.
- Generar talleres vivenciales de convivencia humana. Abordaje, tratamiento y solución de conflictos por la vía de la negociación, la mediación y el acuerdo, todo esto en contra de la violencia como vía para solucionar las contradicciones y los conflictos.
- Propiciar encuentros, conversatorios, conferencias y foros sobre valores éticos y morales.
- Propiciar la elaboración de periódicos informativos por facultad, escuelas y dependencias elaborados por los propios miembros de la comunidad universitaria.
- Propiciar la elaboración de carteleras informativas por facultad, escuelas y dependencias elaboradas por los propios miembros de la comunidad universitaria.
- Constituir redes sociales como FACEBOOK, TWITTER: cuyo objetivo central sea el darse a conocer como persona todos y cada uno de los miembros de la universidad y para dar alarmas desde el sitio de los acontecimientos.
- Generar un programa radial y un programa televisivo para dar a conocer las opiniones y actividades realizadas por el dispositivito cultural
- Incentivar a los profesores que tomen los primeros minutos de sus clases para conversar con sus alumnos sobre la importancia de la seguridad personal, cultural e institucional para el desarrollo en paz de las funciones de docencia, investigación y extensión.
- Coordinar con las autoridades universitarias y de facultad recorridos permanentes en el campus universitario a los efectos de propiciar los encuentros con la comunidad universitaria, de modo que generen los valores académicos conjuntamente con los valores de la amistad y la afectuosidad.
- Elaborar y difundir folletos, boletines y trípticos sobre la historia de nuestra universidad, los símbolos que utiliza, las diferentes gestiones que han sucedido, el cuadro de honor de los alumnos, los ascensos de los profesores, los grandes avances académicos que la universidad ha alcanzado desde su fundación.
- La comisión de Seguridad cultural propiciará conjuntamente con el Dispositivo Bicentenario de Seguridad, la Dirección de Deportes, la Licenciatura de Educación Física la elaboración de un plan de formación y defensa personal para ser impartido a toda la comunidad universitaria.
- La comisión de Seguridad cultural propiciará conjuntamente con el Dispositivo Bicentenario de Seguridad la formación de promotores de seguridad y convivencia cívica que puedan cumplir funciones de resguardo y alerta a tiempo ante cualquier anormalidad presentada dentro de la universidad.
- Propiciar anualmente un congreso de convivencia universitaria.
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*Sociólogo, Doctor en Ciencias de la Educación, experto en Diseño y evaluación curricular.
** Socióloga, Profesora Titular Jubilada de Luz, experta en trabajo comunitario.
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