Regalos y premios para los “mejores Promedios”

Si hay mejores promedios, entonces hay peores promedios. ¿Qué hay para ellos y para los medianos promedios?

Por mis funciones como orientadora en instituciones Educativas, siempre se me presentó esta polémica, ilustrada por una escala de calificación cuantitativa de 1 a 20 puntos y una cualitativa que podía estar expresada en términos de eficiencia desde muy deficiente, pasando por regular hasta muy eficiente; o en términos de consolidación, desde no consolidado, en proceso, hasta consolidado. Disciplinas como la pedagogía, la psicología y la sociología, han escrito muchas páginas sobre estas escalas.

En pos de lograr una adecuada congruencia en las acciones que en un momento y otro se asumen, con los argumentos teóricos que sustentan dichas acciones, asumidas por un gobierno que transita por los caminos que conducen al socialismo. Recuerdo que hace poco menos de una década, se sugirió desde el Ministerio del Poder Popular para la Educación, la eliminación del Cuadro de Honor, recurso utilizado por algunas Instituciones Educativas como estrategia de refuerzo para aquellos estudiantes que durante el año académico obtuvieran los mejores promedios, incluyendo instituciones Universitarias.

Esta decisión tengo entendido, se sustentó en argumentos asociados al efecto psicológico que producía tanto a quien aparecía en el cuadro, como en aquél que no cumplía el requisito de ser mejor promedio para aparecer en el cuadro. Muchas y muy variadas, son las situaciones que podrían utilizarse como ejemplo al respecto, también se han pronunciado voces, desde los diferentes ámbitos.

Marcos Meléndez el 01 de mayo de 2014 nos habla sobre este aspecto, en su artículo publicado por Aporrea Sobre la 058: Vencer los eufemismos para discutir en serio. De igual manera, Ramón Alirio Contreras, el 13 agosto de 2014, nos dio su opinión sobre el tema en un artículo publicado por el Correo del Orinoco, titulado Los mejores promedios y la reforma educativa.

Ubicándome en el presente, donde nuevamente se ha hecho de manifiesto por parte de la instancia central que rige la educación en Venezuela, la idea de premiar el mejor promedio, reflexiono ¿Cuál es la diferencia, en cuanto a efecto psicológico, entre aparecer en el cuadro y obtener premios y regalos?

La Teoría Conductista me respondería, sencillo ambos son premios, para quienes cumplen con el requisito de ser mejor promedio y castigo, para quienes no tienen el mejor promedio. Lo cierto es, que ayer el castigo era no aparecer en el Cuadro de Honor; hoy, el castigo es que no te van a regalar un teléfono “inteligente”, ni un viaje con tu familia.

Asimismo, con el ánimo de ser congruentes, es necesario revisar la asociación que se hace con frecuencia entre los mejores estudiantes con los mejores promedios, ninguna persona es mejor estudiante por tener mejor promedio; un ejemplo sencillo nos lo aclara: dos estudiantes mejores promedios, minutos antes de presentar un examen aún no habían terminado de repasar un punto, cuando se disponían hacerlo se les acercó un compañero, quien les pidió le aclararan un contenido que no entendía. Uno de los mejores promedios le dijo que él no podía porque tenía que terminar de repasar; el otro accedió a ayudarlo.

¿Quién es mejor estudiante?

Decimos que los revolucionarios, chavistas, PSUVistas somos humanistas.

Las Teorías sobre la Evaluación de los aprendizajes, nos dicen que en el proceso de evaluación, interviene una variabilidad de factores que pueden afectar positiva o negativamente a las personas que participan en el mismo, hablemos en este momento sólo de estudiante y docente. Factores de tipo biológico o fisiológico, referido al estado o condición física de las personas, factores de tipo psicológico, tales como la motivación, el interés, lo cognitivo, las creencias, las actitudes, las capacidades, las habilidades y factores socio ambientales.

Considerando lo anterior, podemos pensar que a mejor condición física, a mayor motivación, mejores condiciones socio ambientales, se espera un mayor rendimiento, tanto del estudiante como del docente; este último a veces olvidado cuando hablamos del rendimiento del estudiante.

Si observamos un aspecto específico, por ejemplo la elaboración de los instrumentos de evaluación. Si el docente no redacta adecuadamente los ítems de una prueba, o no da en forma clara sus instrucciones, puede crear confusión entre los estudiantes y lo más probable es que reste en el resultado obtenido por ellos.

También, si el estudiante al dedicarse al acto de estudiar, utiliza una luz inadecuada, puede afectar su rendimiento y más si presenta limitaciones visuales y no ha sido tratado. Además, hay estudiantes que no les gusta y/o no quieren estudiar, quizá porque su motivación no se corresponde con sus intereses. Como también hay docentes que no les gusta y/o no quieren su función.

Lo cierto es, que es complejo el asunto por todas las variables a considerar y además, muy subjetivo.

Algunos dicen:

-“No siempre los mejores promedios, son los mejores profesionales”

-“Prefiero a los de 14 puntos, que a los de 20 puntos”
Por otro lado, recuerdo un regalo que Chávez en el 2003, conjuntamente con Aristóbulo Ministro de educación en el momento, entregó a niños que “aprobaron” el sexto grado: bibliotecas familiares.

Qué tal si se premian a todos los estudiantes con alto, medio y bajo promedio, haciendo posible cosas muy posibles si como en todo lo que hacemos hay la voluntad y el compromiso muy serio de todos los involucrados:

-Que el ausentismo de sus docentes se disminuya en alto porcentaje.

-Se estimule una mayor preocupación por la evaluación formativa, para lograr con mayor eficiencia el dominio y aplicación de los contenidos, así como la formación de actitudes más favorables hacia el estudio

- Que los Consejos Educativos funcionen ajustados a los objetivos propuestos en el Proyecto Educativo y lograr una mayor dinámica de acercamiento entre todos los colectivos que hacen vida en la Institución, para un mayor rendimiento institucional.

-Que la entreayuda académica sea una práctica habitual entre los estudiantes. Unos ayudando a otros, en aquellos contenidos que dominen; no necesariamente deben ser mejor promedio, posiblemente tengan aplazada dos materias, pero dominan otra muy bien; entonces la dinámica que se da es: yo, ayudo a uno o a unos y otro, me ayuda a mí y a otros.

-Que se organicen los equipos de orientación en cada institución, bajo supervisión eficaz, para atender a todos los estudiantes, en especial aquellos que confrontan limitaciones quienes posiblemente en su mayoría requieren ser escuchados e impulsados a través de una atención efectiva.

-Arreglo y conservación de la planta física de las Instituciones. Estimulando al buen uso y embellecimiento de cada área del ambiente y su entorno.

En la medida que se logre un mejor rendimiento Institucional, estoy segura todos lograran un mejor rendimiento en su promedio.

*Orientadora

ruthcueto7@gmail.com


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Ruth Cueto


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