Diferencias sintácticas, filosóficas y políticas encierran todos los verbos supra indicados. La educación opera como acción transformadora adaptada al contexto donde ésta se practique, cada escenario histórico demanda un sistema o tipo específico de educación. La educación y el proceso que esta encierra ciertamente puede liberar, castrar, modelar o simplemente troquelar seres humanos. Mientras que la instrucción se restringe estrictamente a la lógica formativa pragmática. Y la enseñanza trasciende el asunto meramente operativo y abarca el aspecto humano desde la perspectiva axiológica. Resulta que es el objetivo de la educación lo que hace particularmente revolucionaria su práctica. En la medida que tocamos fondo con el Otro (a), traspasamos las barreras nihilistas del positivismo científico y, permitimos que la subjetividad se haga presente en la interacción con el otro(a) de esta forma los resultados son verdaderamente excepcionales.
Particularmente me parece, a propósito de la crisis paradigmática de estos tiempos y la pujante emergencia de nuevas formas de obtener y comprender el conocimiento y relación con el Otro, que la humanidad ha ingresado en uno de sus momentos históricos más importantes. Creo que el “metro cuadrado” que constituyó hasta hoy la teoría occidental en materia educativa, ha ido perdiendo espacios y abriendo puertas a otras formas de vivir y conocer. La educación del siglo XX no fue ni es útil para nuestro actual proceso histórico. Recuerdo que durante la década de los 90´s se agudizaron expresiones de preocupación social que apuntaban a la interrogante que abrió el avasallante crecimiento de las TCI y su consecuente impacto en el escenario laboral. El debate acerca de la reducción de la jornada de trabajo se aceleró, la flexibilización del mercado de trabajo se agudizó y los grados de pobreza a nivel mundial se elevaron de manera galopante, lo que obligó a los entes multilaterales al servicio del sistema a repensar el proceso educativo hasta ahora vigente, la matricula, la educación inicial, las condiciones de ingreso y permanencia en dicho sistema.
Hoy, en este inicio de siglo XXI, la situación apunta a la emergencia de nuevos paradigmas en educación que reconocen la necesidad de imprimirle un matiz humano y de respeto a nuestra ecología entre otros enfoques. Esto es, la necesaria formación de seres humanos con un alto sentido de compromiso con lo colectivo y la naturaleza. Se apunta a su vez, a la superación de la competencia como condición sine qua non para alcanzar, superar y mejorar en el ámbito formativo. En nuestro país, se pretende iniciar el redireccionamiento del pensamiento en esta nueva etapa evolutiva dirigida a la resignificación del motivo fundante de todo proceso formativo en el actual contexto. Se forma, se educa, se instruye o se enseña para liberar el pensamiento no para oprimir o modelar al “individuo/a” necesario para el sostenimiento del modelo político-económico patriarcal-capitalista. Lógicamente, la realidad de nuestro país y el modelo económico en construcción da para que esta pretensión sea un proyecto pionero y en ejecución.
¿Para qué se apoya al Otro/a en su proceso de aprehensión de conocimiento formal y de reconocimiento y estimulo del saber natural y popular? En mi opinión, este nuevo escenario político, social y económico que estamos viviendo particularmente en nuestro país debe generar un modelo de sociedad diferente, que se reconozca como colectivo y que no admita más valores que los que imperen en el grupo para alcanzar mejoras. La educación permite satisfacer aspiraciones y quizás lograr alcanzar la “felicidad”. Más allá del asunto filosófico del significado de la felicidad, sus dimensiones y diversas interpretaciones, la educación, es un arma poderosa y necesaria para la consolidación de cualquier proyecto político-económico. En la historia de la cultura europea, durante el medioevo, específicamente el período denominado la Escolástica, cuya premisa fue “el que no tiene fe, no puede llegar al conocimiento” fue y ha sido el mejor ejemplo del terror que genera a los que se erigen como élites dominantes el que la masa se eduque. La ignorancia, es la más grande aliada de los déspotas, tiranos y cuanto fantoche dictador ha ejercido la dominación de muchos/as, luego entonces la pregunta inevitable surge a propósito del contexto actual ¿Cómo un individuo como Jorge Busch ha gobernado un pueblo inteligente como el estadounidense por tanto rato?. Respuesta interesante para el debate, pues la misma presenta muchas aristas, lo que pone en tela de juicio la condición liberadora y generadora de pensamiento crítico por parte de la educación en la especie.
Dentro del proceso de transformación social que se vive en nuestro país, el modelo educativo se ha ido redimensionando y resignificando, las misiones educativas son la expresión operativa de ello, dándole un sentido acorde a las necesidades de un proyecto político justo y beneficioso para las mayorías, reconociendo la importancia de que la educación trascienda la academia como espacio-formal y la relación vertical dominante que aún hoy impera en los ambientes educativos tradicionales venezolanos heredados.
Algunos / as de mis estudiantes han manifestado su asombro ante un estilo muy diferente de educación, que parte de la consolidación de una red de valores colectivos e individuales que obligan a alcanzar metas y además ir erradicando los mecanismos coercitivos que imperaban (y aún imperan) en las aulas formativas tradicionales para el logro de metas académicas, aún a costa de valores humanos importantes. La cercanía del proceso formativo de la educación superior en estos tiempos de revolución con los espacios cotidianos de tejido que realizan quienes se forman, le imprime una diferencia única, pues el sólo proceso genera impacto en dicho entorno. Por ejemplo, la llamada Municipalización de la educación superior, se ha convertido en una herramienta poderosa y masificadora de transformación de quienes se hasta ahora habían sido excluidos/as del sistema tradicional forman, de quienes facilitan procesos y del entorno en el cual se desarrolla tal proceso.
Ingrid Castillo
Docente UBV
11.055.619
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