Democraticemos a la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda

El advenimiento de la Revolución Bolivariana fue un hecho de enorme trascendencia histórica, pues, el agotamiento de la democracia participativa propuesta por el Puntofijismo, fue superado por una nueva ecuación ideopolítica: la DEMOCRACIA PARTICIPATIVA Y PROTAGÓNICA, afincada en la Constitución de 1999 y en el Plan de la Patria 2013-2019. En la medida en que esos dos instrumentos jurídicos se van convirtiendo en letra viva del comportamiento ordinario de los venezolanos, en esa misma medida, la democracia revolucionaria como instrumento político va sirviendo para que nuestro pueblo canalice sus demandas sociales coyunturales y estratégicas. Una profundización de la democracia se concretará cuando se haga realidad el Estado Comunal, previsto en el segundo Plan de la Patria y la nueva democracia se extienda a todo el cuerpo institucional de la nación. Si el entramado jurídico del estado propone una radicalización de la democracia y al mismo tiempo, existen funcionarios queriendo abortar la misma, a partir del ejercicio de la dedocracia para nombrar el funcionariado institucional, estaríamos en presencia de un crimen de lesa patria.

En el caso de la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda (UNEFM), por razones políticas coyunturales, la Revolución decidió intervenirla, a fin de ponerla al servicio de las grandes mayorías nacionales, pues, durante la IV República esta institución había devenido en una universidad clasista y excluyente. El resultado de la intervención en términos cuantitativos es innegable; la matrícula estudiantil dio un salto gigantesco y por otra parte, la universidad se municipalizó más allá de los límites estadales, lo que la hizo más incluyente. Sin embargo, la universidad siguió con su perfil periclitado, parasitario y desconectado del aparato productivo nacional. Los viejos vicios de la universidad adeco-copeyana se siguieron reproduciendo, hasta tal punto que hoy amenazan el futuro de la institución. La razón de este anquilosamiento creemos encontrarle en que la comunidad universitaria no ha sido consultada para trazarle nuevos rumbos a esta Casa de Estudios. Durante el periodo intervencionista, esta universidad a dependido de la buena o mala concepción sobre la educación superior de los funcionarios que la han dirigido. La dirección de la universidad descansó en la voluntad de cuatro funcionarios puestos a dedo por el Ministro de turno. La masa de profesores, empleados, obreros y alumnos debía aceptar las directrices de un cuadro rectoral que ellos no habían elegido. Obviamente esta situación entraba en contradicción flagrante con la Magna Carta vigente.

A fin de solventar la contradicción referida, se hace urgente hacer letra viva la constitución bolivariana en el campus de la UNEFM, mediante la convocatoria a elegir todos los cargos de dirección de la institución, en un proceso eleccionario que contemple el VOTO PARITARIO para todos los estamentos que hacen vida en la universidad. Si la comunidad unefista acepta este reto, podríamos obtener los siguientes beneficios politico-académicos:

1.-Toda la comunidad universitaria se vería comprometida a ofertar su proyecto de universidad y el que resultase favorecido en los votos, tendría una enorme legitimidad ética y política.

2.-Las autoridades electas tendrían el respaldo de toda la institución y no estarían dependiendo de los gamonales políticos nacionales y regionales de turno.

3.-A los altos cargos de dirección universitaria llegarán las personas que poseyeran los más altos méritos académico y de solvencia ética. De esta manera se excluirían aquellos funcionarios ligados a las mafias regionales y nacionales.

4.-La lucha contra la corrupción académica-administrativa sería ventilada en todo el campus universitario y extrauniversitario.

5.-La injerencia partidista bastarda en los destinos de la universidad tendría que ceder ante los grandes propósitos políticos de la universidad.

6.-La universidad se convertiría en la caja de resonancia de los grandes problemas nacionales en la medida que su democratización imponga el libre juego de las ideas.

7.-La comunalización de la universidad sería empujada por todos los sectores que hacen vida en el seno de la institución, como expediente de la radicalización democrática de la universidad.

8.-En la universidad democratizada, los que hasta ahora no han tenidos voz ni voto (empleados y obreros) pasarían a ejercer la democracia participativa y protagónica, creando la tan anhelada igualdad sustantiva que exige le propuesta socialista.

9.-Si la universidad es la CASA QUE VENCE LAS SOMBREAS y donde anidan las mentes más preclaras del país, resulta inconcebible que su tren directivo sea nombrado por un funcionariado con más intereses crematísticos que académicos.

La nueva universidad que garantice la transición socialista contemplada en la Carta Magna necesariamente debe ser democrática, pues, a estas alturas del desarrollo histórico, es impensable separar la idea socialista de la democracia. El socialismo o es democrático o nos es socialismo.

¡ LA CORIANIDAD EXIGE LA DEMOCRATIZACION DE LA UNEFM YA ¡

¡ Chávez ES DEMOCRACIA PARTICIPATIVA Y PROTAGONICA ¡



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Humberto Trompiz Vallés

Historiador y profesor universitario jubilado, especializado en historia petrolera de Venezuela.

 htrompizvalles@gmail.com      @trompizpetroleo

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