La verdadera lista escolar en tiempos de guerra económica

Es escandaloso no solo lo que vale la lista escolar sino el contenido de la misma. Es una lista llena de útiles escolares, como cuadernos por cada área o materia curricular, creyones, lápices, rema de papel, tijera, hilos, agujas, cinta platica, pega, etc. bloc de dibujo, los libros por cada área curricular y hasta la biblia incluida y que abarca entre otros la enciclopedia, los libros de historia, de artes, de salad y de deportes. Todo esto para llevarlos en el bulto o el morral que se lleva en la espalda. Esta lista ha venido perfeccionándose durante años. Y por lo tanto el incremento de un útil escolar se manifiesta en el incremento de lo que vale dicha lista. Esto unido al incremento del uniforme, de los zapatos, medias, y demás atuendos que debe utilizar el niños o niña para ir a la escuela. Y en estos tiempos de guerra económica, escases y de hiperinflación es necesario analizar esta lista en el contexto educativo, para ello es necesario formular estas preguntas. ¿Toda la lista escolar se utiliza en el año escolar? Y ¿cuánto del contenido de los libros de que piden lo pasan los maestros y cuanto de esto lo aprenden realmente los niños? ¿Cuál es el curriculum que preside esta lista escolar? ¿Cuáles son los principios que nutren el actual modelo curricular de la educación primaria y secundaria? Y ¿cuál es el curriculum que de hecho se aplica cada día en la escuela? Y en relación al maestro a la maestra, que son la mayoría ¿cuál es su preparación y cuál es su participación en el la educación en el proceso de enseñanza y aprendizaje de los alumnos que tienen a su cargo? Estas preguntas necesitan una respuesta que sea producto de la investigación interdisciplinaria. Al respecto presentaremos algunas ideas para la discusión, que hemos venido desarrollando desde 1985 desde la cátedra de Sociología de la Educación de la Escuela de Sociología de la Universidad del Zulia, las cuales se han plasmado en libros y artículos científicos y de opinión.

La tesis central a desarrollar en esta artículo es que la lista escolar responde a una concepción equivocada de la educación primaria al suponer que los contenidos intelectuales y las lecciones del maestro a maestra constituyen la base de la educación. Por esta razón se ha perdido el sentido de la verdadera educación la cual es desarrollar las capacidades y potencialidades del ser humano, de modo que permita la plena realización de ellos y contribuyan al desarrollo de la sociedad y de la ciudadanía. Esta situación no es de ahora, sino que viene dándose por décadas en el mundo occidental, en América Latina y en Venezuela en particular. De modo que el presente estudio no es para atacar a nadie en particular, ni a instituciones sino el de analizar una situación objetiva que resulta problemática y critica que algún día hemos de resolver para beneficio de todos, y decimos esto porque esta situación ya tiene una larga historia, que se complica en la actual coyuntura económica, la cual se sigue aplicando, y que solo un cambio del modelo educativo podemos avanzar de manera más sostenida.

Estimados representantes y lectores de este medio, para realizar el análisis propuesto imaginemos por un momento cuatro dimensiones del desarrollo educativo, para poder explicar mi tesis: La primera dimensión está el ser humano estudiante. La segunda, el contenido o temas que a la edad correspondiente van a ver los estudiantes. La tercera es el proceso de enseñanza aprendizaje, y la cuarta el contexto donde se realiza el estudiante. Estas dimensiones deben estar equilibradas en función de los objetivos y fines de la educación. Un peso exagerado en una de ellas lleva al fracaso en la educación. Tomando en cuenta esta representación encontramos que predomina en los hechos la dimensión de contenido. En el mundo occidental, bajo la influencia del modelo epistemológico racionalista, el Estado por medio de su Ministerio de Educación se ha encargado de planificar la educación por lo que aprueba sus principios, y luego elabora el plan curricular, luego el pensum de estudios, luego las materias, unido a las estrategias educativas, los medios y tecnología educativa, los recursos humanos, los recursos presupuestarios y la infraestructura. Esta modalidad corresponde a una concepción centralizada de la educación que garantiza la identidad educativa de una nación. La descentralización educativa lograda en algunos países lamentablemente reproduce el mismo modelo de educación centralizada, concentrándose en el contenido de lo que se va a impartir. el cual llega inclusive a la planificación de la clase por objetivos o por competencia. Dejándole poco margen al maestro o a la maestra de aplicar su conocimiento y experiencia. El contenido lleva necesariamente a la lista escolar. A la frondosa lista escolar. A la exagerada lista escolar. Calculándose en todo detalle, como una receta, paso por paso, con los insumos de peso, color y forma precisos. Y en algunos casos hay escuelas que dicen a los representantes donde comprar esa lista escolar. Esto hace de la dimensión de contenido un macro cuadrante que lo ocupa todo. De dimensión cuya característica debe ser la flexibilidad pasa a un cuadrante mecánico, inflexible y cerrado. De allí que no se vea si progresó o no el estudiante, de allí que no se vea el proceso de enseñanza aprendizaje, de allí que no se vea la convivencia interna y externa que debe darse en el contexto donde se desenvuelve el estudiante. Una gerencia educativa eficaz vería el proceso educativo y podría hacer cambios hasta lograr el objetivo central de la educación tal como lo señalamos arriba. Para garantizar la planificación formal del Ministerio de Educación se estructura todo un sistema de supervisión escolar que evalúa la marcha de la educación en base a la ejecución de dicho contenido. La planificación escolar del contenido nunca ha incorporado la variable viabilidad del curriculum, mucho menos la gerencia de la educación. Se ha generado un vacío en la confección de la estructura educativa. Una macro estructura sin un subsistema de gerencia educativa científica, eficiente, efectiva y eficaz. En el mejor de los caso existe una gerencia de los servicios administrativos, una gerencia funcionalista que solo le interesa una parte del proceso educativo, como lo es el contenido, pero la construcción del quehacer educativo nunca ha estado presente. La escuela no se convertido en un gran taller como lo soñaron un Comenio o un Dewey o el Maestro Prieto Figueroa. Entonces tenemos a unos maestros o maestras que por encima de todo y contra el tiempo y antes de que llegue el supervisor tratan de dar el contenido en los días que tienen disponible. Y para ello basándose en el programa de cada área curricular pasan lecciones contra reloj o le mandan a hacer trabajos a los estudiantes para entregarlo x días. Y se hace la evaluación. Pase el que pase la asignatura. No se ha tomado en cuenta la dimensión del estudiante, si realmente ha aprendido, y menos se ha tomado el proceso de enseñanza aprendizaje que no solo debe ser lecciones, sino vivencias, experiencias, reflexiones, pero para esto no da tiempo. Mucho menos las vivencias relacionadas con la convivencia interna y externa que deben vivir los estudiantes, porque tanto la escuela como la comunidad están conformadas por personas, relaciones sociales, y toda unas serie de valores, actitudes y comportamientos, acuerdos, conflictos, etc. Y esto no se considera en la escuela. Por ello su academicismo y aislacionismo. Que no están ni consideradas ni orientadas por el maestro y la escuela: Pongamos el ejemplo del recreo escolar, donde el maestro está por un lado y aislado de los alumnos en el patio o plaza de la escuela. La ausencia de estas subdimensiones hace que la educación sea intelectualista, abstracta y sin significado ni para estudiante ni para la sociedad. Al no estar estructurado la dimensión del proceso de enseñanza aprendizaje no se toman en cuenta el factor madurez que debe estar en función del estudiante, de su edad, de su ritmo de aprendizaje, de la dificultad del tema, de los recursos disponibles por el alumno o por la escuela. Por ejemplo la edad no se toma en cuenta porque el estudiante tiene sus propias necesidades y motivaciones. El juego como medio de autodesarrollo y comunicación es marginal en la escuela primaria. Porque todo es sometido a un temario por materias o áreas curriculares y a una disciplina que lleva a estar sentados todas las mañanas frente a su maestro. Hagan esto, hagan aquello. Se pasa de una materia o área curricular a otras sin cerrar proceso. En ese sentido la educación nuestra es más escolástica que científica. Que es el sueño de la educación moderna. El maestro no utiliza ningún instrumento o seguimiento del aprendizaje del alumno. Solo el sistema cuantitativo de evaluación que es puntual y no procesual, es decir, que una vez que se realiza la evaluación, ni se revisa al alcance del aprendizaje, ni se realiza eventos de retroalimentación para mejorar justo en el momento en que no se produce el aprendizaje o el no aprendizaje, sino que con la nota que se saque es suficiente, no importando si sacó veinte o diez; no importa si pasó una área y salió mal en las demás. Todo es culpa de la baja preocupación del alumno, siendo la recomendación a los padres que sus hijos mejoren para el próximo lapso. Y cuando se utiliza un sistema de evaluación cualitativa con el uso de las primera letras de abecedario la situación es la misma: no se revisa el proceso de aprendizaje, mucho menos si se alcanzan a plenitud los objetivos en el estudiante. En los hechos tanto la evaluación cuantitativa como cualitativa es solo un indicador y no son utilizadas como recursos para mejorar el proceso educativo. No importando si en historia o geografía supo escribir Venezuela o si en realmente va bien en castellano.

Veamos ahora el contenido de las enciclopedias escolares. Estas son confeccionadas de la misma manera que se realizó la primera enciclopedia francesa en 1751. Por materias. Si uno revisa el contenido de las enciclopedias escolares vemos que es imposible pasarlas en un año escolar, quedando la inversión en el sacrificio de padres, reprentantes y familias en general. Máximo se pasa efectivamente un 30 %. Lo demás queda allí, sin sentido. Unido al caso que mientras más se quiera pasar contenido, menos se aprende y más se olvida, y más aburrido es la educación para el estudiante. Unido a esto la obsolescencia de las mismas, ya que se pide cada año nuevas ediciones. Pero ¿realmente están obsoletas de un año a otro, cuando el conocimiento que se pasa es muy elemental? Ante esta situación, por favor, reaccionemos. Veamos lo que tenemos que ver, lo más obvio, preguntemos a los estudiantes si aprendieron, y si el aprendizaje le fue placentero y útil para su vida. Recuperemos lo obvio, por favor. ¿Por qué no reaccionamos como comunidad educativa, es decir, como maestros, como directivos, como supervisores, como los padres y representantes y vemos lo que es viable pasar en el año escolar en beneficio de los alumnos , para que no agote al maestro y para ahorrar el bolsillo de las familias?

Profundicemos un poco sobre la planificación escolar y la lista escolar desde el punto de vista histórico. Ha sido importante la planificación escolar y seguirá siendo importante, pero debe superar su carácter normativo para que sea estratégica, situacional y viable. De modo que en base a los diagnósticos generales y específicos, donde no se lleve el proceso de enseñanza aprendizaje como debería ser, puedan hacerse en cualquier momento del año escolar los ajustes o cambios que sean necesarios. Cuando se inicia la planificación escolar se dio dentro del contexto del Estado Docente propio de occidente. Un gran pasó en la evolución social. Cuestión que data desde la revolución francesa, pasa haciéndose todo el siglo XIX, se perfecciona en el siglo XX y se mantiene en el siglo XXI. La planificación educativa ha cumplido el papel regulador de la formación en los países, porque tiene junto al componente universal un componente nacional como la historia, la geografía, la literatura, los procesos sociales, culturales, económicos y políticos de cada país, los cuales deben conocer poco a poco los alumnos. Esto ha sido importante y se ha mejorado en algunos países que asumen la regionalización de la educación o la parroquializacion de la misma.

La planificación educativa también se hizo importante sobre todo en nuestro países Latinoamericanos porque prácticamente el proceso de modernización empezó a vivirlo practicante en el siglo XX. De ser países rurales pasan a ser países urbanos. De tener régimen dictatoriales pasan a democráticos. Es decir, se vive un proceso de transformación importante para el desarrollo del Estado y la sociedad, de las instituciones, de las familias y de sus miembros, convirtiéndose la educación es un mecanismo no solo de desarrollo social sino de ascenso social. En este proceso, la planificación educativa se hizo muy importante, sobre todo porque para desarrollar la escuela se necesitaban maestros y maestras que eran muy pocos, por lo que el Estado comenzó contratando bachilleres, y para darle el apoyo era necesario planificación estricta del curriculum y las clases, de manera que el maestro o maestra de aula no profesional se orientaran en el proceso educativo. Paralelamente a esto el Estado comenzó a profesionalizar, abriendo escuelas medias para maestros, planes especiales de formación, hasta llegar desde la década de los sesenta del siglo pasado, por lo menos en el caso Venezolano, a formar licenciados. Hasta el día de hoy donde se ofrecen postgrados como especializaciones, maestrías y doctorados en educación, en tecnología educativa, en gerencia educativa, en orientación, estimulando no solo la formación científica y humanista de este sector sino dándoles primas por cada título que presenten. Sin embargo este esfuerzo no ha ido acompañado de un impacto educativo significativo. El mejoramiento de los recursos humanos docentes no ha impactado en el modelo educativo en América Latina. Este sigue siendo igual en promedio, con escasas excepciones. La educación sigue siendo libresca e intelectualista. De allí la lista escolar. Pero hoy por las circunstancias que nos ha tocado vivir, es muy costosa. Y esto no se debe a las maestras o a los maestros, profesoras y profesores, sino a que se ha mantenido intacto el modelo educativo basado en el contenido. Es un modelo educativo cerrado, burocrático y no se ha abierto a la complejidad y dinámica que representa la educación. Ha predominado una visión pedagogicista, didactistica, mecánica y fragmentaria, dejando fuera otras dimensiones que intervienen e interactúan en el proceso educativo. Y esto hay que abordarlo, y abordarlo lo más rápidamente posible.

Ante esta situación reaccionemos. Tenemos con qué. Ya hoy tenemos en aula profesionales egresados de las escuelas de educación de las universidades, tenemos directivos y supervisiones que son magister o doctores, tenemos aportes educativos, comenzando por el maestro del libertador Don Simón Rodríguez. Y sin muy lejos tenemos el aporte del Maestro Prieto Figueroa y tanto otros maestros e investigadores de la educación que desde la propia universidad o de su propia experiencia están esperando que los retomemos para beneficio de la educación venezolana. ¿Por qué no tenemos una jornada de reflexión y rescatamos el papel activo que deben tener los maestros y maestras ya profesionales, científicamente formadas? Ya pasó la época de la planificación educativa normativa, de la supervisión contabilista. Es necesario si, formular grandes políticas y objetivos educativos que sean orientadores de la praxis educativa y darle libertad a ese maestro o maestra formados en las universidades. Al ser recatado este potencial y talento humano podemos propiciar un curriculum integral y viable y hasta podría estimularse, en base a los objetivos generales de la educación del país, al maestro o a la maestra para que elabore sus guías de contenido, y puedan ser publicadas modestamente para que se beneficien más los estudiantes y no pese tanto en la economía familiar, el rubro educativo. Y podemos hasta quitar un prejuicio al decir que el texto escolar debe ser único para ser utilizado por el estudiante, cuando sabemos que si se tienen claros los objetivos educativos se pueden realizar experiencias de aprendizaje más efectivas que el uso exclusivo de EL LIBRO, recomendado oficialmente. El maestro profesional pueden elaborar sus lecciones científicamente elaboradas, esto le daría mayor peso al status y motivación del mismo. Se formaría una comunidad académica entre el personal docente, los directivos y supervisores. Cuando se decreta el único libro para tal año, hace que todos los años sea necesario comprar de nuevo enciclopedias escolares. Pero estamos en emergencia económica y necesitamos hacer uso de la creatividad y no paralizar la labor educativa. Ya sabemos todos que se pueden utilizar libros ya usados que no han perdido vigencia, o por lo menos se pueden seleccionar aquellos que estén vigentes y esto lo pueden hacer las juntas directivas docente, sin mayor dificultad, sobre todo en estos tiempos de escasez y liquidez. Esto puede ser acompañado del uso de tecnología educativas como la computadora y el internet, el uso más eficiente de las canaimitas, con base de datos por ejemplo de la historia venezolana, de la geografía, de la sociedad, etc. que puedan ser actualizados periódicamente sin costo alguno.

Analicemos ahora la relación entre lo que deseamos formar y el contenido. Importa siempre lograr el aprendizaje en los alumnos más que pasar el magna contenido. Interesa que aprenda el estudiante de primaria, en sus dos etapas. Para ellos hay que hacer un plan curricular integral e integrado de experiencias y conocimiento. Tiene que ser simplificado. No tan intelectualizante. Hoy tenemos un plan curricular ciertamente integral, ha sido producto de muchos años de trabajo, pero no está integrado, todo se pasa linealmente. El castellano es una cosa. La historia es otra. No hay transversalidad curricular. No hay interdisciplinaridad o integración de objetivos, contenidos y experiencias. El nuevo plan curricular sería sencillo donde se realicen cuatro tipos de experiencias: 1- Experiencias con el cuerpo, como la educación física, el deporte, la relajación, la alimentación para el desarrollo corporal pleno. 2-Experiencias cognitivas integrales, 3- Experiencias artísticas integrales, y 4- experiencias sociales de convivencia. Y esto hay que hacerlo tardémonos lo que nos tardemos durante el año escolar. Es cierto que el plan actual tiene deportes pero no tiene impacto en el desarrollo del ser de los estudiantes. Siempre es relleno y dado por especialistas y no por el maestro o maestra que está dedicado al contenido. Pero estas cuatro experiencias curriculares propuestas deben ser integrales, movilizando las competencias básicas. En el deporte por ejemplo, debe educarse el cuerpo y se debe tomar conciencia de su importancia para la vida y para la salud. Con una sola hora semanal es insuficiente. Se necesitan distribuir equitativamente las horas diarias y semanales para estas cuatros experiencias curriculares. No necesitamos un libro de deportes para hacer deportes en la escuela. Por su parte, las experiencias cognitivas debe ser también integrales e integradas, y ¿que interesa aquí? ¿Interesa que el estudiante sea una enciclopedia andante como su libro de enciclopedia? Claro que no. Quizás en el pasado pudo tener esto importancia ante a la ausencia de bibliotecas y el poco acceso de las mismas, quizás era importante la memorización en el pasado cuando lo psicología educativa no se había dedicado a ver la capacidad creativa de la mente humana. ¿Qué interesa entonces? Interesa sobre todo que aprenda a ser inteligente, que pueda desarrollar la inteligencia que por su disposición o vocación le sea más favorable. Y para ser inteligente hay que enseñar a pensar, a movilizar la intuición, la creatividad, la imaginación, traducido en que pueda leer bien, escribir bien, exponer y expresarse bien de forma oral, y esto necesita tiempo, repetición de prácticas, madurez, y paciencia por parte del maestro o maestra, respetando el propio ritmo de cada estudiante. Y los contenidos referidos al área cognitiva deben ser precisos y si es posible comenzando por la vivencia personal, familiar y contextual del alumno. La historia es la historia de su familia, de su vecinos, de la comunidad, de la región, del país, a y así sucesivamente. Y los contendidos cognitivos deben tener esa integración e integralidad entre las diferentes áreas o contenidos, por ejemplo la ¨historia debe estar dada conjuntamente con el castellano. La matemática ligada a las experiencias laborales simuladas. O en pequeñas ferias escolares. Donde no solo se desarrolle la parte mental, sino la creativa, la emocional y la relacional social. Las experiencias artísticas deben dar énfasis a lo emocional, a la sensibilidad, a la creatividad estética y a la comunicación humana. En el centro de la primera etapa de la educación primaria debe estar un contenido que permita adaptarse a las letras y a su entorno. Y aquí podemos utilizar libros nuevos o usados, periódicos, revistas, historias orales dadas por los maestros o padres o representantes, o miembros de la comunidad que sean invitados, cuenta cuentos. En la segunda etapas mantener la misma orientación pero logrando niveles de abstracción mayores que conduzcan más hacia el autodesarrollo y la autorresponsabilidad. Y hacia contextos locales, nacionales e internacionales.

Basado en la experiencia de aprendizaje y bajo la tutoría del maestro o maestra, el estudiante debe iniciar toda actividad adaptándose, conociendo los objetivos, desarrollándolo y luego reflexionando a la par que se pueden evaluar y coevaluar su experiencia. Y las experiencias de aprendizaje deben ser continuas y no interrumpidas. Es decir, debe darse entonces un inicio, un desarrollo y una consolidación de la experiencia de aprendizaje, en un tiempo continuo, sin interrupción y cuando sean más complejas las sesiones de trabajo seguidas deben cerrar el proceso iniciado de aprendizaje de las reuniones previas. Y no solo deben ser continuas sino repetitivas con otros objetos o temas para que se fijen en el alma del estudiante. Más que lineal la enseñanza de contenido, debe ser circular y en espiral hasta lograr el objetivo, y siguiendo el ritmo de aprendizaje del alumnos.

En conclusión la verdadera lista escolar se reduciría a los indispensable y viable: UN CUADERNO MIXTO, A UNA CAJA DE CREYONES, UN LÁPIZ Y UN SAPUNTAS, MATERIAL RECICLABLE, LIBROS USADOS DE OTROS AÑOS, junto con el apoyo de un buen maestro formado, la biblioteca escolar, las canaimitas (computadora) con una buena base de datos, el internet. Unido a un buen presupuesto educativo, salarios dignos y apoyo al personal docente. Más que una lista frondosa lo que tenemos que hacer es centrarnos en la verdadera formación que el estudiante merece. Necesitamos ver lo obvio, lo que es viable, necesitamos ver al estudiante, hablar con él de su experiencia, mejorar su proceso, lograr el aprendizaje, su desarrollo pleno y feliz, y hasta podemos evitar problemas de salud porque el morral, hoy más costoso que nunca, donde va lista escolar actual es tan pesado que genera problemas de columna. Aun volviendo a la superabundancia económica debemos aprender a ver lo que realmente se necesita.

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Doctor en Ciencias de la Educación, Sociólogo, Ex secretario Ejecutivo de la Comisión Central de Curriculum de la Universidad del Zulia.

evaristomendez22@gmail.com



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