La UDO y los 500 años de Cumaná

Para el pueblo oriental la Universidad de Oriente es una institución emblemática. Hacia ella hay una querencia, aprecio y estima excepcional. Su nacimiento se declara un 21 de noviembre de 1958, mediante Decreto Ley 459 dictado por la Junta de Gobierno presidida por el Dr. Edgar Sanabria, siendo Ministro de Educación el Dr. Rafael Pizani, exactamente a pocos meses de la caída de la feroz dictadura de Marcos Pérez Jiménez.

Resalta en el surgimiento de la UDO el impacto de una institución de educación superior en un territorio en el cual efectivamente no había ni una sola universidad. Todos los hijos de esta parte del país con posibilidades económicas de continuar sus estudios tenían que trasladarse a la UCV, UC, ULA o LUZ.

Cumaná no solamente la vio nacer académicamente. Su pueblo llano, en medio del entusiasmo abrió sus puertas a centenares de hijos e hijas de pescadores, trabajadores de la ciudad y el campo, quienes no salían de la sorpresiva noticia de poder acceder a la educación superior en sitios cercanos a sus residencias.

De manera que cada rincón de Cumaná tiene el grato recuerdo, vivencia íntima, placentera y amorosa de los miles de jóvenes, que hoy son profesionales al servicio de la patria.

Aquí, también se forjó la lucha por la Venezuela que estaba por venir. Por la universidad autónoma, popular y gratuita que no terminaba de nacer. Sangre joven udista y sueños truncados por la represión de la traición adeco-copeyana regaron este amplio territorio. Muchos de los masacrados de Cantaura salieron de sus aulas en busca de sueños libertarios. El listado de desaparecidos puede cruzarse con la matrícula estudiantil de ese periodo para tener un saldo represivo de quienes gobernaron durante la cuarta república.

En fin, pretendo anotar que en esta Universidad hay una historia de lucha y el pueblo cumanés, de manera muy especial, más allá de la expansión de la UDO sigue siendo el rincón oriental que la vio nacer y crecer.

Hoy, cuando Cumaná cumple 500 años y teniendo en cuenta que por tradición todos los 21 de noviembre su patio central ha sido el escenario que reúne a centenares de emocionados graduandos, sus autoridades decidieron, inexplicablemente, no hacer la graduación aquí.

Lo menos que puede hacer la UDO en esta oportunidad es ofrendar los 500 años de la ciudad que la vio nacer. Un sencillo, simbólico e histórico homenaje a la ciudad heroica, cuna del hijo predilecto del Libertador y cuyo Núcleo primigenio lleva su nombre...Sucre.



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Juan Azócar


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