¿Cómo hacer la UNESR un bastión de resistencia y ofensiva revolucionarias para enfrentar la contra y avanzar?

En el marco de las consideraciones que se han hecho para tratar de aproximarnos urgentemente a las determinaciones que han provocado la derrota electoral del 6 de diciembre y poder revertir las tendencias sociopolíticas populares descontentas e impugnadoras de la gestión gubernamental actual que se abstuvieron y votaron contra ella, a favor del relanzamiento radical en extensión y profundidad socialista del proceso de reformas democrático-populares que se ha venido acometiendo desde que el Comandante Chávez asumió la presidencia de la nación, sobresale la entropía institucional (parálisis e incapacidad de transformarse instituyente o revolucionariamente lo que las condujo a la anomia o atrofia de hoy) de casi todas las dependencias oficiales que debían propiciar una nueva institucionalidad, dentro de éstas se encuentran las universidades experimentales como la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (UNESR).

Sin duda alguna se ha denunciado acertadamente como fueron presas esas dependencias de grupos de poder burocrático (en el caso de las instituciones universitarias, de grupos mafiosos enquistados en el órgano ministerial de conducción) que las asaltaron en provecho propio y de sus allegados. Desdiciendo de todo proceder y propósito auténticamente revolucionarios y que, por ello, envilecieron a través de sus acciones burocráticas y corruptas las relaciones y prácticas institucionales que impidieron la revolución cultural en ellas, es decir, su transformación estructural-organizativa, académico-investigativa-extensiva y administrativo-funcional. Así, por ejemplo, cada autoridad rectoral nombrada antidemocrática o contrarrevolucionariamente por aquellos grupos mafiosos del ministerio señalado, y los que aquella designaba como directivos a su vez, se dedicaban principalmente a apuntalar sus cargos con base en el ofrecimiento de prebendas a los miembros de organismos sindicales y gremiales de obreros, docentes y estudiantes o "jefeando" autoritaria y amenazadoramente para intimidar a sus "subalternos" que no consideraban de confianza, mucho menos compañeros o camaradas de lucha así dieran muestras de serlo por ser potenciales cuestionadores de su gestión burocrática. Esta práctica corruptora envileció la endeble moral principalmente de los jóvenes estudiantes que despuntaban como líderes para convertirlos en abyectos o serviles ejecutores de sus mandatos así actuaran en contra de los intereses y deseos de las mayorías estudiantiles que dejaron de reconocer la legitimidad de su presunta dirigencia, haciendo también de los centros estudiantiles y sus federaciones aparatos burocráticos sin respaldo de masas estudiantiles revolucionarias; por el contrario los percibieron como ajenos a ellas, rechazando en consecuencia sus discursos por demagógicos.

En la UNESR, esa fue la conducta seguida por los rectores burocráticamente designados, no hubo rector(a) que durante los gobiernos Chávez-Maduro, no haya sido denunciado(a) con recaudos probatorios suficientes ante las instancias correspondientes por las irregularidades cometidas, lográndose al menos que fueran removidas. Pero aún esperamos su enjuiciamiento y penalización. Sus actuaciones fueron contrarias a las transformaciones revolucionarias propuestas por distintos grupos o individualidades de su comunidad generando descontento, malestar y oposición pasiva contra el gobierno por sus pésimas actuaciones. Sus gestiones fueron personalistas, autoritarias, burocráticas y corruptas, contrariando los señalamientos críticos que se les hicieron en su oportunidad. Conducta favorecida por un reglamento interno que propiciaba la concentración del poder decisorio institucional en su figura, pese a que se les solicitó siempre al inicio de su gestión rectoral, así como a las autoridades ministeriales correspondientes, su derogatoria y cambio por uno que desconcentrara el poder y lo democratizara contraloramente en la participación organizada en Consejos Democráticos del Poder Popular Universitario co-gobernantes. En este caso, dicha proposición fue hecha y mantenida por el Movimiento 3 de Octubre de la UNESR (en este mismo medio pueden leerse resúmenes de esas propuesta, así como en el portal de UNES).

¿Qué hacer ahora en la UNESR? En primer lugar actuar con premura ante la urgencia del caso pero sin improvisaciones que precipiten desarrollos políticos inconvenientes. El objetivo estratégico sería: afianzar la transformación revolucionaria en la UNESR a través de medidas y acciones radicales que harían irreversible la revolución en su seno y que apuntalarían el poder popular universitario para sustentarlas, así como enfrentar y hacer retroceder cualquier revanchismo por parte de la derecha existente en la universidad. Para ello proponemos brevemente dos puntos para la discusión con los distintos sectores e individualidades revolucionarias de la universidad:

1°) que las actuales autoridades rectorales expongan (y se expongan a) una evaluación pública en los distintos núcleos y dependencias de su actuación en conformidad con las orientaciones revolucionarias que han debido impulsar y los logros alcanzados en consecuencia. Esta acción contralora decidirá si deberán poner los cargos a la orden de la comunidad, quien por primera vez decidirá democráticamente si continuaran o no en el ejercicio de sus funciones. Si se acordara reemplazarlos se escogerá sus sustitutos por la Asamblea General de Consejos Democráticos de Trabajadores (obreros, administrativos y docentes) y de los Estudiantes de cada núcleo y dependencia entre auténticos revolucionarios con suficientes credenciales de mérito enfrentando a los arribistas y oportunistas de ocasión, y a las imposiciones arbitrarias del ministerio que deberá acatar las decisiones acordadas. Asimismo, deberán rendir cuenta los directivos de núcleos, servicios y áreas ante sus comunidades o "subalternos". Aquí debemos prevenirnos de los respaldos y defensas pagadas o mercenarias de grupos que pretendan intimidar por la fuerza las críticas, cuestionamientos y sustituciones por parte de las comunidades.

2°) convocar a la constitución democrática de los iniciales Consejos de Trabajadores y de los Estudiantes, o de sus equipos promotores en cada núcleo y dependencia por la urgencia de la situación planteada sin que ello sustituya el requerimiento democrático de la constitución de los consejos respectivos, y producir una asamblea general con ellos para evaluar y decidir sobre la rendición de cuentas de las autoridades rectorales y de los directivos señalados en el punto anterior. Así mismo, la Asamblea General de los Consejos y/o de sus equipos promotores, deberá producir un documento rector que contendrá las medidas y estrategias estructural-organizativas, académico-investigativo-extensivas y, administrativo-funcionales que trazarán el rumbo inmediato de la UNESR de conformidad con las orientaciones revolucionarias que estime pertinentes. A tal efecto recabará y sistematizará opiniones, proposiciones, escritos y documentos de la comunidad ueserrista para su elaboración de la manera funcional que acuerde. De la misma manera, producirá el nuevo reglamento interno por el que se regirán todas las autoridades, comunidades e instancias de la universidad y la participación co-gobernante y contralora de los consejos en todas sus instancias.

diazjorge47@gmail.com

¡POR EL AFIANZAMIENTO REVOLUCIONARIO EN LAS UNIVERSIDADES: DEMOCRACIA CONSEJISTA YA!



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Jorge Díaz Piña

Doctor en Ciencias de la Educación (ULAC), Magister en Enseñanza de la Geografía (UPEL), Licenciado en Ciencias Sociales (UPEL). Profesor universitario de la UNESR

 diazjorge47@gmail.com

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