Dignificación y valoración al educador

Todos los padres quieren que sus hijos tengan los mejores educadores, pero pocos padres quieren que sus hijos estudien educación.

Lo que acontece en Educación no inspira artículos periodísticos, ni primeras planas. No es considerado importante por los Medios de Comunicación e Información, tampoco por la dirigencia política. Sencillamente, somos invisibles. Error que pagaremos como sociedad, porque darle la espalda a lo que está pasando en las aulas de clase, es negar la escuela como espacio para la construcción de un futuro mejor y al Educador como su impulsor.

Pero además, las aulas de clase son el reflejo de la sociedad actual, de allí que nuestra labor va más allá de instruir: es tocar vidas, estimular, motivar, crear perspectivas y por ende, transformar; implica una lucha diaria para convencer a esos jóvenes de que pueden salir adelante y de que valoren el estudio como único medio para ello.

Para que tengan una idea, imagínense al docente de matemáticas explicando fórmulas o al de historia exigiendo que analicen, a estudiantes que no se han desayunado, que están agobiados porque son los que llevan el sustento a sus casas; o lo que es peor, que están a punto de sucumbir al mundo de la delincuencia, tentados por personas inescrupulosas que pululan en los alrededores de los planteles educativos y viéndose muchos de ellos, abandonados afectivamente por sus padres.

No obstante, nosotros tenemos nuestra propia crisis: luchar contra la desmoralización producida por esa falta de valoración y apoyo a nuestra labor, sumado al precario sueldo que devengamos. ¿Qué más desmoralizador que un sueldo que no te permite vivir con dignidad y decoro?. Casi sueldo mínimo, en la administración pública somos los profesionales con el más bajo sueldo, superado incluso por secretarias y obreros bachilleres.

La dignificación del Educador, pasa por un sueldo acorde a nuestra labor y profesión, lo cual repercutirá en nuestro desempeño, ya que podremos dedicarnos exclusivamente a la labor educativa. Muchos docentes trabajan doble turno en público y privado para sustentar a sus familias, ¿no mejoraría su rendimiento sí se dedicaran a una sola labor?.

El 10 de noviembre de 2015 fue sancionada por la Asamblea Nacional la Ley de Protección Salarial Docente, lo cual es un reconocimiento y valoración a nuestra labor, pero fue anulada por el Tribunal Supremo de Justicia el 15 de diciembre de 2016, publicado en Gaceta Oficial N° 41.053. Noticia que (hablando de invisibilidad) pasó por debajo de la mesa, ya que pocos medios la reseñaron. Esta ley establece una base de cuatro (4) salarios mínimos para el Docente categoría I, lo cual es poco y no compensa la alta inflación en nuestro país, pero obviamente, significará una mejora en nuestra calidad de vida.

Este 15 de enero, esperamos más que reseña en la prensa, esperamos que la sociedad entera voltee sus ojos hacia la Educación y la ponga en primer lugar para alcanzar las metas de desarrollo productivo, progreso y bienestar económico que todos deseamos.

"El porvenir está en manos del maestro de escuela." – Victor Hugo

*Profesora

Municipio Carirubana estado Falcón

toiivissoto@gmail.com

@toivis

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