A partir que estamos bajo un escenario donde, de una manera u otra, se coincide en la necesidad orgánica de la convivencia de todos los sectores sociales; es decir, si bajo estas perspectivas aminoramos la posibilidad de una confrontación social, que podría evolucionar hacia un estado de violencia para resolver las diferencias clasistas. Si llegáramos a considerar que ya no enfrentamos modelos de subyugación y explotación propiamente dichos (aun cuando persisten síntomas de opresión sistemática sobre la actividad laboral). Si no, que ahora tratamos con modelos de exclusión. Esa nueva figura social impuesta por el capitalismo actualizado, que margina de la vida ciudadana a buena parte de la población y la excluye de la corresponsabilidad de vivir en sociedad.
Considerando que esta en pleno desarrollo la Sociedad de la Información, donde hasta los momentos, solo un sector minoritario de la población con privilegios económicos, se apertrecha de educación, información y conocimientos, a partir de su capacidad de adquisición de materiales y tecnologías avanzadas, para su captación, recopilación y procesamiento.
En vista que existe la necesidad de impactar sobre la situación planteada con la urgencia correspondiente, y sobre todo, incidiendo sobre los sectores desposeídos, de manera de proveerlos de instrumentos formativos que los enrumben hacia los iconos de acceso a la educación, la información y el conocimiento. Con la finalidad de evitar y revertir la tendencia actual, donde su continuidad solo acentuaría la brecha social, cultural y económica existente, entre quienes tienen la capacidad de incluirse en la Sociedad de la Información y de quienes son excluidos de ella.
Al considerar que el proceso de transformación social que se desarrolla en la Republica Bolivariana de Venezuela, exige que se corrija la escena social imperante, llevándola a nuevas condiciones de expansión de la educación, la información y el conocimiento, como condición “sine qua non” para el establecimiento de un nuevo orden social, en el cual impere la justicia, la equidad, la libertad y que todos tengan la posibilidad y la capacidad de hacer realidad la aspiración de superar las malogradas condiciones impuesta por el capitalismo en decadencia, elevando la calidad de vida de los hasta ahora excluidos sociales...
Estimando que la actualidad coyuntural refleja que, aun y a pesar de los esfuerzos realizados por el proceso revolucionario, la deuda social persiste en la realidad venezolana, y que amerita la oportuna atención del nuevo estado revolucionario, en la implementación de planes socio culturales que refuercen los exitosos programas iniciados con las Misiones Sociales…
Si establecemos que las dinámicas de inclusión obligan a la revisión y reeconfiguración paradigmática, operacional, discursiva y de dialogo, de la relación entre gobierno y ciudadanos. Aunado a que desde la postura constitucional de la democracia participativa, se infiere una democracia cultural participativa. Estas dinámicas adquieren especial significación a la luz de la emergencia social heredada del viejo modelo político, ante la aspiración de derrotar su más nefasta expresión: LA POBREZA…
Partiendo que una forma de satisfacer el constante anhelo del ser humano de información, deleite y cultura, es a través de los servicios de Bibliotecas. Que hay que evolucionar del antiguo aposento bibliográfico, con los libros encadenados y ordenados según criterios de catalogación impuesto por metodologías provenientes del “primer mundo”, por lo general solo accesibles para usuarios académicos. Proponemos volcarnos hacia un nuevo estilo de Bibliotecas, donde no sólo la forma, el estigma y la conservación sean lo importante, sino también la universalización de la información, el perfeccionamiento de las herramientas de recuperación y la difusión masiva de ésta, incida sobre todo, hacia los sectores tradicionalmente excluidos que sobreviven en las comunidades populares, se convierta en los magnos objetivos de un nuevo paradigma bibliotecario…
Por tal motivo. Si concluimos que la Lectura, el Libro y la Biblioteca, como elemento generador de los mismos; es una herramienta fundamental para la liberación, en cuanto a su capacidad de propiciar la superación del conocimiento, de acceder a mayores rangos de información e incentivar los niveles culturales en general, todo ello en función de fomentar la conciencia crítica, selectiva y creativa, que estimule la participación y el protagonismo entre los ciudadanos de las comunidades populares…
Planteamos la creación de las Bibliotecas Comunales como soporte para la educación, la ampliación del paradigma cultural participativo y elementos de activación para la formación ciudadana, que tengan la finalidad de incorporar paulatinamente, a ese 54 % de la población venezolana que, según índices, todavía permanece en condición de pobreza y de exclusión social, hacia una plataforma de orientación del conocimiento, la información y la cultura, mediante el hábito de leer por placer, gusto y satisfacción, como actitud cotidiana de la vida sin más interés que la formación propia, autónoma e independiente de cada uno de los individuos de las poblaciones que integran las comunidades populares, de la Republica Bolivariana de Venezuela...
Es decir, planteamos incorporar a los excluidos sociales del momento, bajo el sutil elemento de unidades de recopilación, clasificación, resguardo y difusión de la información, las Bibliotecas Comunales, a un nuevo estrado cognoscitivo que les permita el despegue hacia la participación y el protagonismo en esa Sociedad de la Información en pleno desarrollo, que por ahora es excluyente hacia los sectores populares de nuestra población…
Bajo esta concepción, y partiendo del esquema de la necesidad adicional inmediata, de un Plan de Lectura Nacional, queremos proponer la implementación de una Red de Bibliotecas Comunales, que ubicadas adecuadamente entre las comunidades populares, impulsen fundamentalmente la promoción de la lectura, además de prestar la actividad integral de servicios bibliotecarios, incluyendo el soporte de textos bibliográficos en el ámbito de la Educación Primaria y Secundaria, de las Misiones Robinsón I, II, Ribas, Sucre, Cultura y Vuelvan Caras. Esto último con el fin de satisfacer necesidades reales que tienen los sectores populares, ante la imposibilidad de surtir sus estudiantes del material correspondiente y ante la ausencia formal de estos textos en la Redes de Bibliotecas Públicas convencionales. Esto último rompiendo el paradigma actual del sistema bibliotecario para la dominación, impuesto desde el formato de las estructuras internacionales de la bibliotecología, que emanan de las metrópolis del capitalismo
Proponemos la creación de Bibliotecas Comunales, que atienda y hagan hincapié en las células fundamentales de la propuesta revolucionaria del Socialismo del Siglo XXI, las comunidades populares, bajo los parámetros estructurales y de servicios especificados. Todo bajo la premisa, que por su presencia allí, donde late el espíritu de nuestro glorioso proceso de transformación, permitirá la captación de usuarios regulares y consecutivos para este tipo de biblioteca, generando lectores ávidos de cultural, conocimiento e información, bajo el fundamento de conciencia, que la lectura es una vía trascendental para elevar el nivel socio político de participación ciudadana, para superar la calidad de vida de quienes la practican, y por lo tanto, para hacer posible una cultura insurgente ante el modelo de desarrollo que queremos erradicar para siempre, el denigrante sistema capitalista que hegemóniza la riqueza en el oligarca salvaje…
Por lo tanto, proponemos la creación de una nueva Red de Bibliotecas Comunales, allí, donde converge la cotidianidad y la presencia de las comunidades populares, extendidas a todo lo largo y ancho de la Republica Bolivariana de Venezuela…
(*)Asistente de Bibibliotecas II.
Biblioteca Nacional
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