“La Revolución no se hará sólo con los estudiantes, pero tampoco sin su participación”

MONOLOGO

Hace unas noches escuche una frase al pasar, “la Revolución no se hará sólo con los estudiantes, pero tampoco sin su participación”. Esto me hizo recordar otra situación vivida en mi casa unas noches atrás. Estaba cocinando mientras por la tele pasaban imágenes de las manifestaciones y algunos fragmentos del debate en la Asamblea Nacional, justo cuando los jóvenes universitarios contrarios a la decisión de no renovar la concesión al canal privado de televisión RCTV decidieron retirarse de un espacio que, curioso, ellos mismos y ellas mismas había pedido les fuera abierto. Pero es que resulta ser que no pidieron un debate sino un derecho de palabra, y no querían obligar al pueblo a escucharlos por cadena nacional pero, curioso de nuevo, eso fue lo pidieron, el debate hay que darlo en otro lado pues, esta Asamblea no es legítima, acá son todos chavistas, no estamos en igualdad de condiciones, pero …¿no fueron ustedes los que pidieron hablar en la Asamblea y ser trasmitidos por los medios públicos y privados? (y si eso no es cadena, ¿la cadena donde está?) Si, pero no… el Régimen dictatorial, la libertad de expresión, ¿es que no ven? Las hordas chavistas castro-comunistas no nos dejan expresar. ¡Queremos que re-abran RCTV! Pero… si nunca lo cerraron, simplemente no se les renovó la concesión. Además ¿Cuál era tu programa preferido? Ehhh bueno… es que…la verdad yo no miraba RCTV ¿Y entonces? Bueno, es que la libertad de expresión… los derechos civiles… la verdad, la culpa de todo la tiene Chavez. Entonces pregunté Pero… ¿Qué está pasando con estos pibes??? ¿Por qué salen a defender los intereses de un canal privado? ¿Por qué no están con la Revolución?

La fauna política con la que convivo se apresuró a responderme.

“Es una cuestión de clases”, respondió un coro de voces.

“Es más complejo que eso, se trata de una disputa política”, refutó una tercera voz.

El uruguayo anarquista, que habla de tu quien sabe porque motivo me dijo: “Tú sabes, la Universidad es una institución que forma parte del Aparato de las clases dominantes para reproducir la ideología burguesa, en definitiva lo que hay que hacer es ponerle una bomba”.

“¡No vale!” Respondió el venezolano marxista-leninista, “¿Tú estás loco chico? La Universidad es estratégica, hay que intervenirla, echar a los burgueses y ponerla al servicio de la clase trabajadora para conformar cuadros políticos en favor de la Revolución”.

“Compañeros, la confrontación en términos de clase está superada” agregó el argentino, cercano al peronismo de izquierda, nacional y popular, “de lo que se trata es de construir un movimiento estudiantil organizado, los estudiantes no tienen definida su identidad en función de una clase particular y en ese margen se puede construir la disputa política”.

“No chico, es un conflicto de clase, los escuálidos son burgueses, ¡más nada!”

“Hay que meterles una bomba y listo, se acabó esa mierda”

Ahora, volviendo a mi duda inicial en referencia a lo que estos pibes y pibas universitarios tienen en la cabeza, lo primero que me surge responder es NADA, no tienen nada, y el problema no es que sean burgueses, el problema es que como decía mi abuela son unos zoquetes y unas zoquetas.

Después me digo, no, tiene que haber algo más allá de su ridiculez, de su discurso vacío y contradictorio.

Y eso es justamente lo que discutían mis amigos desde su identidad política, el sentido de la Universidad o mejor dicho el rol social de la Universidad y que hacer en ese sentido.

Ahora bien, de la Reforma del 18’ para acá, por lo menos desde lo normativo, de lo que debería ser, sabemos, creemos, pensamos y muchos estamos convencidos y convencidas de que nuestras obligaciones como estudiantes, como graduados y graduadas de una Universidad Pública y Gratuita son con la SOCIEDAD, con el pueblo, no con el mercado, ni con empresas privadas, y mucho menos con los grandes monopolios internacionales.
Algo más que recordé y que me pareció muy importante, es lo que me dijeron el primer día que entre a la facultad, en esa aulota enorme, y llena de gente por todos lados, la Universidad existe para la búsqueda y construcción de conocimientos y saberes, para el afianzamiento de los valores trascendentales del hombre y de la mujer y nada de ello debe ser considerado en términos de rentabilidad, ganancias y pérdidas o de producción de recursos humanos para el mercado del trabajo. Es una institución que responde, o debería responder, a los valores constitucionales y no a políticas contingentes. Esta es la filosofía de la Universidad Pública, esta es la filosofía que quería recordar y que siempre defendí en la calle y en aula.

Que hacer pues con esta Universidad Central, ¿Ponerle una bomba? ¿Intervenirla? ¿Disputar los sentidos que la configuran?

Comparto con mis camaradas muchas de sus ideas, soy egresada de una Universidad Pública, participé activamente sin ser orgánica a ninguna agrupación política en distintos conflictos que se suscitaron a lo largo del cursado de mi carrera. ¿Qué puedo decir entonces desde mi experiencia? Sencillamente esto:

Estoy convencida de que reconstruir la utopía de un mundo mejor es un desafío colectivo y permanente que es necesario asumir desde el compromiso militante. Y en este sentido, considero que es imprescindible retomar el debate sobre el tipo de conocimiento que se esta produciendo en las Universidades Publicas, al servicio de que intereses están respondiendo, re-discutiendo cual es el papel que los y las estudiantes deben jugar, ya que, recuperando la frase que disparó estas reflexiones, la Revolución no se hará sólo con los estudiantes, pero tampoco sin su participación. Como joven latinoamericana me digo que es necesario, urgente, seguir apostando a conquistar mancomunadamente un futuro mejor, más justo, que nos permita adueñarnos de la esperanza, de los sueños, de la libertad ¿no somos acaso como decía el Che, la arcilla de la Revolución?


soriaguillermina@yahoo.com.ar


Esta nota ha sido leída aproximadamente 2082 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter