Escuela General Ricardo Flores Magón

Al maestro con cariño (I)

Tuve la oportunidad recientemente de visitar en la ciudad de Tlacolula, Valles Centrales del estado de Oaxaca México, a la Escuela General Ricardo Flores Magon, su director el compañero Mario Cruz López, un hombre sencillo, afable y noble que a mí llegada y luego de recibir un saludo, me dijo en palabras llanas: “yo no los acompañaré en las visita, lo harán las estudiantes…” esto en un principio me sonó extraño e mis oídos, ¿Cómo es que un director deja en sus estudiantes la responsabilidad de enseñar lo que sucede en su escuela? Y más aún, en voz precisa también nos dijo “lo que aquí verán no es mentira”, esto por supuesto le agregó un toque de curiosidad a lo que vendría.

Con estas palabras inicié el recorrido en las manos de las estudiantes: Marisela López Bautista, Iliana Yadira Santiaga Pérez y Yessica Michele Jiménez López. Mientras iban mostrando el trabajo de mantenimiento y embellecimiento hecho por los mismos intendentes (así se le llama al personal obrero) llegamos al espacio de corte y confección, un lugar donde los jóvenes de esta escuela secundaria trabajan elaborando sus propios trajes y la aplicación de estos conocimientos a la vida cotidiana, allí se funciona por autogestión y proyectos de producción de uniformes, otros rubros como pintura sobre tela, bordado, manualidades para el autoabastecimiento de los mismos estudiantes y la escuela en general.

También mis lindas anfitrionas me mostraron el invernadero, es el espacio donde los y las estudiantes pasan para aprender, coordinar y desarrollar aspectos relacionados con la siembra, desde un enfoque agroecológico, allí estaba entonces la siembra de tomates, con las cual la escuela ha cosechado muchos de sus frutos y autogestionado desde la venta en el mercado por una comisión que se encarga de ello, me dice el director Mario que el invernadero fue el inicio de todo el desarrollo de la escuela que transitan… “la necesidad del trabajo en el invernadero llegó de manera circunstancial” nos obligó a pensar como lo trabajaríamos y la organización para abordarlo de manera pertinente, “al principio existía el comité estudiantil, empezó el aprendizaje y las interrogantes para nosotros, fue cuando surgen las brigadas, que por sus característica fueron dejando a un lado a los comités de estudiantes hasta rebasarlos totalmente. Las brigadas tuvieron preponderancia desde entonces”

La escuela tiene una estructura de brigadas de estudiantes, las cuales forman en su totalidad veinte, conformadas por un numero de veinte estudiantes y cuentan con un jefe por cada brigada, además estas brigadas tienen la responsabilidad de coordinar que los grupos cumplan con sus actividades dentro de los espacios de la siembra y taller, grupos de elaboración de aguas, así se le dice a los jugos, (la escuela no consume refrescos ni enlatados gaseosos), así como también la superación de cualquier problemática que deban atacar a tiempo los estudiantes, entre otras cosas interesantes de resaltar estas brigadas la conforman estudiantes indistintamente del grado en que estén, y en su seno hay dos adultos.

Lo sorprendente es como las mismas brigadas se organizan para asumir sus responsabilidades sin que el director y los maestros intervengan, entendí que el personal docente como administrativo están pendiente de fortalecer esta forma de democracia participativa y protagónica en sus estudiantes, dando así el espacio para el desarrollo y una escuela real donde se practica este hecho, parafraseando sus palabras me dice, que la responsabilidad” es el eje y que, “el adulto debe ser capaz de obedecer” el mando obediencia, el desarrollo de la capacidad de mando, desde la responsabilidad que a cada quien le toca, si “alguno no tiene la capacidad de mando, entonces hay que favorecer este desarrollo en los jóvenes y adultos, pero también la capacidad de obediencia para favorecer el engranaje propio de las dinámicas cotidianas de la escuela.

Diez y seis brigadas circulan de manera permanente por el invernadero y cuatro brigadas por el taller de corte y confección, también existen los grupos que elaboran las aguas y los centinelas de los baños están organizados por grupos de seis estudiantes y realizan labores del uso adecuado de los baños por los estudiantes y la elaboración de jugos de manera voluntaria, estos grupos tienen la obligación de indagar luego que se dió en la clase, y el maestro la obligación de brindarle apoyo. Nos dice el director Mario, que los grupos de Centinelas surgieron a raíz de la problemática del uso de los baños, rayado de paredes y que las mismas brigadas propiciaron su organización y superación del problema.

¿Que si han tenido obstáculos, problemas y contradicciones? En nuestra conversación posterior degustando la típica comida de los Valles Centrales, dialógabamos con sus dos subdirectores y mis acompañantes del movimiento democrático oaxaqueño, que han hecho ya dos congresos pedagógicos internos donde se llevan las propuestas una vez discutidas por las bases, me dice con convicción: “dos crisis han sucedido al interno de nuestra escuela, la primera tuvo que ver con la definición del órgano de gobierno…” esta nos llevó a diferenciar entre órgano de gobierno y comisión, generalmente las comisiones son las que se nombran dentro de las escuela, “nosotros necesitábamos algo más”, un órgano de gobierno que establece directrices, orientaciones y políticas generales. Es así como se constituye el Consejo Directivo, el Consejo General con sus dos órganos: el Consejo Técnico Escolar y el Consejo de jefes, culminando en el espacio de las asambleas de brigadas y las asambleas generales donde participan todos.

Parafraseando sus ideas nos dice: La segunda crisis tuvo que ver con descenso de la motivación de los estudiantes relacionado con problemas de rendimiento, esto nos llevó a dirimir cual era el camino a seguir y nos obligó a comenzar a profundizar en torno a la didáctica, como ese espacio para entender que estaba sucediendo desde nuestras prácticas pedagógicas esto nos ha dado como resultado pensar, y ya lo estamos desarrollando con buenos resultados lo que denominamos “las unidades didácticas” donde escogemos un tema generador e integramos conocimientos, haciendo más dinámica la escuela una primera unidad tuvo que ver con “volviendo a nuestras raíces prehispánicas” y la segunda la estamos denominando “transculturación”

“nuestros congresos son resultados de las crisis que hemos tenido que enfrentar, no son decretos ni imposiciones…” dice dignamente.

Cuando le pregunté cuáles eran sus referentes para direccionar la escuela y hacer de la escuela una escuela de práctica y convivencia democrática me dijo que el pedagogo ruso Makarenko ha sido fuente de inspiración, pero establecía una diferencia, Makarenko trabajó su escuela con la Colonia Máximo Gorky con niños y jóvenes sin familia, lo cual lo obligó a establecer el órgano de gobierno como estructura de desarrollo dentro de su experiencia, y a la toma de decisiones con sus integrantes, en nuestro caso- dice- no es así, aquí los jóvenes tienen sus padres, lo cual pasa por tomar en cuenta que las decisiones no deben recaer sobre el director ni los maestros, esto en sus “inicios lo hicimos sin considerar a los papas” pero a raíz de los congresos y nuestras crisis hemos tenido que considerarlos en las tomas de decisiones y consultas.

La perspectiva de la burguesía dice: “es formar obreros” nosotros tenemos que trascender esta visión, en un principio encontré a una escuela “disgregada” “cada uno jalando para su lado” “la indefinición de objetivos” un “tejido social descompuesto dentro de la escuela” esto nos llevó a ir profundizando.

Tenemos presente el pensamiento guevarista “en cuanto a organizar y planificar los gastos” y “los estímulos morales” el reconocimientos público del trabajo realizado. Esto es lo más importante, la ubicación de caracteres, el complemento del otro, sus capacidades y su desarrollo moral. Hemos tenido que trabajar la “unidad dialéctica” las diferencias y contradicciones, “el ser humano tiene un carácter gregario” no todo el tiempo tenemos la oportunidad de trabajar con los afines, entonces “trabajar las diferencias es parte de la conciencia en la recomposición del tejido”, cada quien es necesario e importante para construirnos en sociedad.

Cuando decidimos irnos me dijo: los referentes teóricos nos han servido como eso referentes… pero la experiencia nuestra es única en cuanto a su construcción”, con ello me hizo pensar en Freire cuando dice, que cada experiencia es única y que tratar de trasplantarlas a otras realidades es un error, en todo caso se pueden recrear, reinventar…

Esto ante un México que se desgarra desde el marcado neoliberalismo, lo podría definir sin medias tintas como un proceso revolucionario y a contra corriente, una pista desde el México adentro que puja por mantenerse en la vida, en la línea de la construcción de una escuela para la liberación y desde la educación popular dentro de una estructura escolar en la misma dirección.

Escuela Social Latinoamericana y del Caribe

Movimiento Pedagógico Revolucionario

mirnasojo@gmail.com


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Mirna Sojo

Militante del Movimiento Pedagógico Revolucionario (MPR)- Escuela Social Rodrigueana Latinoamericana y del Caribe (ESRLC). Maestra normalista, Licenciada en Educación.

 omt991.2@gmail.com

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