01-02-15.-Los nuevos criterios que serán tomados en cuenta para la asignación de cupos para universidades para el período 2015- 2016 dividió al Consejo Nacional de Universidades (CNU). Mientras un grupo apoya la democratización del sistema de ingreso de nuevos estudiantes, otros rechazan esta propuesta porque consideran que deteriora la calidad de la educación.

El índice académico —que tiene un peso de 97,5% en el otorgamiento de cupos— se reducirá a un 50%; la condición socioeconómica tedrá un valor del 30%, la vinculación al territorio un 15% de importancia y la participación en actividades extracurriculares un 5%.

Esta apertura en las variables usadas para otorgar o no un cupo, busca convertir la asignación en un sistema justo y equitativo para que jóvenes con bajos recursos económicos puedan acceder, de forma gratuita, a las universidades.

La propuesta tiene ya seis años de dilación, pero será este año cuando de forma definitiva se ponga en práctica. De hecho, el pasado 20 de enero se abrió el registro del Sistema Nacional de Ingreso, bajo los nuevos parámetros, para los cursantes del quinto año de bachillerato de todo el país.

En 2008 se estableció una admisión mixta a las universidades: un 30% de los cupos administrados por la Opsu y el 70% restante es adjudicado por las universidades según sus propios métodos (en el caso de la Universidad del Zulia, dentro del 70% que administran se otorgan cupos a través de los convenios de mérito académico, deportistas, indígenas, personas con discapacidad, etc).

Fuentes universitarias revelaron que esta cuota también estaría sujeta a modificación. “En el primer CNU de 2015, los rectores de la Asociación Venezolana de Rectores Universitarios (Averu) se negaron a informar al Ministerio sobre la cantidad de cupos disponibles para este año”, señaló el vocero.

El ministro de Educación, Ciencia y Tecnología, Manuel Fernández, retomó esta agenda pendiente en una de las últimas sesiones del CNU y explicó a los rectores las cuatro variables bajo las que mejorarán el método de ingreso a las universidades del país.

“La primera es el índice académico de 50% peso, notas de primero a cuarto año; la segunda, las condiciones socio-económicas para favorecer a los que menos tienen, con un 30%; la tercera será la territorialización con peso de 15%, entendiendo acercar la universidad al estudiante para reducir los costos, es decir, que estudie en la universidad que le quede más cerca; y la cuarta categoría es la participación en actividades adicionales. Necesitamos hombres y mujeres que hagan de la participación comunitaria algo importante, éste será el índice para la distribución de las pruebas con el registro único”, declaró Fernández en el CNU.

Luego de describir el nuevo sistema, Fernández solicitó a los rectores el número de cupos disponibles para 2015. “¿Cuántas veces abrirán ingreso a estudiantes y cuántos en cada carrera?, ¿cuántos cupos tienen comprometidos por convenios que puedan fundamentar?. Así veremos el universo completo de cupos y el monto de los compromisos fundamentados: cupos por deporte, con entidades por convenios. Esta es la acción en mandato de esta resolución de 2008”, añadió Fernández.

Tras soltar esta propuesta sobre la mesa, una lluvia de reacciones a favor y en contra se desató en el CNU.

Según el registro de esa sesión, el rector de la Universidad Simón Bolívar, Enrique Planchart, opinó sobre el criterio de la territorialización: “Si un estudiante en Tucupita quiere estudiar en la USB ¿se le va a decir que no puede? hay una injusticia”.

El rector de la Universidad de Los Andes, Mario Bonucci, también comentó sobre el criterio de inclusión social. “El problema no es que no hay cupos, sino que no se puede atender a todo el que quiera estudiar en la universidades. La inequidad social no se presenta al entrar en universidades, sino al nacer en un barrio o en una urbanización”.

El rector de la Unefa, Jesús González, celebró la iniciativa del ministerio y expuso: “Se trata de que podamos nivelar también a los que no reúnen las condiciones para entra a la universidad y les podemos conseguir las condiciones para lograr graduarse”.

Una opinión a favor tiene la rectora de la Unermb, Mayela Vílchez, quien comentó: “Esta es la voluntad del Estado de democratizar el acceso a la educación superior. Nuestra población aspirante, en mayoría, proviene de sectores populares y egresa una cantidad de jóvenes con perfiles que sobrepasan todas las dificultades (...) pero hay situaciones como en Medicina en la que muchos jóvenes no entraban a pesar de tener promedios de 19, pero había casos extraños de muchachos con promedio de 13 que sí estaban ingresados”.

Aunque esta decisión fue aprobada, rectores de 11 universidades salvaron su voto, incluidas las cinco instituciones autónomas. Este rotativo intentó contactar a la secretaria de LUZ, Marlene Primera y la vicerrectora Académica, Judith Aular, pero no pudieron ser localizadas, vía telefónica.

Recientemente, la Secretaría de LUZ informó que evaluaban con un equipo de asesores el nuevo proceso de ingreso y, además, que “se está replanteando la reasignación de los cupos que no fueron utilizados”.