Democracia participativa y Desarrollo Endógeno (I)

En los últimos años, la convivencia democrática se ha venido deteriorando en nuestra región, entre otros factores por la corrupción administrativa, por los distanciamientos de los liderazgos partidistas con relación a los intereses de las bases y las reales necesidades de la comunidad, por los vacíos programáticos de los diversos partidos políticos, por el clientelismo político, por el populismo, por la poca participación de la ciudadanía. En definitiva, son gobiernos elegidos por el pueblo, pero no orientados eficazmente al bien común. (Ortiz Posada, 2001)

En consecuencia, los cambios sociopolíticos que reclaman los pueblos de América Latina y el Caribe responden al deterioro de las condiciones de vida de la mayoría de los habitantes de esta región, con el aumento de la pobreza y la miseria, desigualdad, inequidad, marginalidad, exclusión, desempleo e informalidad, producto de políticas neoliberales macroeconómicas impuestas por más de dos décadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM), y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), principalmente. (Amado Moreno)

Los pueblos de América Latina tomando conciencia de los efectos negativos de las estrategias de la democracia representativa, inicio un proceso de transformación con la profundización de un nuevo modelo de democracia (En el caso de Venezuela, Democracia Participativa). Es importante resaltar que la democracia ha sido definida tradicionalmente como gobierno del pueblo.

Como resultado de la incapacidad de la democracia representativa para encontrar respuestas creativas a su creciente insensibilidad social ante el agravamiento de la exclusión de las grandes mayorías, su ensimismamiento en una realidad cada vez más reducida a sus entornos privados y privilegiados, el pueblo venezolano ha decidido apostar por la democracia participativa que reivindica el carácter multiétnico y pluricultural de nuestra sociedad. También incorpora la economía social como aporte al nuevo modelo económico. Además,reivindica el principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos, y finalmente establece que la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce de manera directa, como ciudadanas y ciudadanos activos y protagónicos, e indirectamente, mediante el sufragio.


*M.Sc. Docente exclusivo. UBV


josegollomorales@gmail.com



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