Al Sur Oriente del País, Esta Ciudad Guayana, bordeada por dos de los ríos más grandes de este Continente, el imponente Orinoco y el majestuoso Caroní, que el juntarse pero no unirse jamás forman el espectáculo fluvial que maravilla a propios y visitantes, rodeada de montañas y selvas aun vírgenes (la gran Sabana), por gigantesco Tepuyes y saltos de aguas impresionantes y separada del estado Anzoátegui por el gran puente Orinoquia. Ahí esta Ciudad Guayana, llena de riquezas, oro diamantes, hierro, aluminio, bauxita, y todo cuanto mineral de valor comercial exista en la faz de la tierra, en Guayana es posible encontrarlo. Guayana, tierra bendecida por dios, porque además de todas las riquezas minerales que posee, guarda en sus entrañas una de las reservas más grande de agua dulce, que sería un manjar para el voraz apetito de las grandes potencias del mundo.
Es nuestra querida Ciudad Guayana, con sus empresas básicas Sidor, Venalum, Alcasa, Bauxilum, Carbonorca, Edelca (Ahora Corpoelec), la alternativa de fuentes de divisas no dependientes del Petróleo, ¡corrijo fue Ciudad Guayana la alternativa no petrolera del País!, porque desde hace cierto tiempo, nuestra pujante y hermosa Región entro en un grado de deterioro que no tiene nada que envidiarle a los países más pobres de Nuestra América por no decir del mundo. La decadencia en las empresa Básicas, no es el único problema que afecta a nuestra joven y maltratada Ciudad, ojala y fuera solo eso, al contrario, es nuestra Ciudad un problema generalizado, donde la anarquía, mala administración, corrupción, escases de alimentos y delincuencia desbordada, conforman el calvario que nos toca vivir a los Guayaneses, como castigo por vivir en la tierra soñada como la denominaron los colonizadores. Guayana, tierra de gracia, castigo o recompensa para los ministro incompetentes del gobierno revolucionario, esos funcionarios que ponen la gran torta en la administración central, y luego son enviados a Guayana para que dirigen la Corporación Venezolana de Guayana (C.V.G), o para que administren cualquiera de nuestras empresas básicas, tomen su parte del botín y dejen la región en la más completa ruina.
En nuestra querida Ciudad Guayana se ven casos insólitos, quizás es la única parte del mundo donde una empresa productora de oro arroja perdidas y lo contradictorio, es que mientras en otros Países los mineros tienen que recorrer kilómetros y kilómetros bajo tierra para extraer el oro, en nuestra región está casi a flor de tierra, pero la empresa se hunde en la desidia y no genera dividendos al País. Es nuestra querida región Guayana el escenario perfecto, para recrear y traer a la memoria de su habitantes, los apoteósicos espectáculos del otrora poderoso coliseo Romano, interpretados dichos actos magistralmente por el Gobernador del estado Bolívar y el Alcalde de Caroní, que en su lucha a muerte por el control del poder y el partido en la región, no se quieren dar cuenta que el premio a la ineficiencia y a la incapacidad Gerencial, quedaría perfecto en las manos de cualquiera de ellos dos por el desastre político, administrativo y social, que en que, se ha convertido nuestra región .
Esa es hoy nuestra Guayana un polvorín sobre el cual descansan felizmente miles de conflictos cada día, unos con mayor intensidad que otros y la única respuesta que reciben por parte del Estado es que son guarimbas o son generados por el imperio Yanki, es la correcta aplicación de la política del avestruz, esconder la cabeza para no enfrentar la realidad que nos arropa, porque si lo hicieren se darían cuenta que la ineptitud origina la anarquía y esta a su vez el desorden social, que no viene del imperio precisamente, sino de un malestar que cada día crece y profundiza en las interminables colas para comprar los productos de la cesta básica y los de aseo personal. Se darían cuanta que el problema del desabastecimiento en la región no se controla con un sistema biométrico, ni con un capta hullas en los supermercados, sino que es un problema de autoridad (Léase autoridad no maltrato ni violación de los derechos humanos), un problema de producción, pero sobre todo una escases interminable de gerencia que está destrozando cualquier vestigio que indique señales de organización en la Región.
Esa es Guayana, sobre la cual se posó la mano de Dios por un lado y la ambición de los corruptos e incapaces por otro, los segundos están logrando el nefasto milagro de hacer que el sueños de los que habitamos la tierra soñada, se convierta en la más negra pesadilla. Aún están a tiempo rectifiquen.
*Integrante del equipo DESPERTAR SIDORISTA