El presidente Nicolás Maduro, ratificó que el próximo sábado 4 de mayo se realizará en la isla de Margarita, una cumbre de Petrocaribe, con la asistencia confirmada de un total de 16 jefes de Estado y de Gobierno (http:/www.aporrea.org/
Se trata de Petrocaribe que en junio de 2005, nace como un Acuerdo de Cooperación Energética suscrito por 14 países que se manifestaban “preocupados por las tendencias de la economía mundial y, particularmente, por las políticas y prácticas prevalecientes en los países industrializados que pueden conducir a una mayor marginación de los países del Tercer Mundo más pequeños y con economías más dependientes del exterior”. Por tal razón, conseguir formas de acceso seguro y confiable a las fuentes de energía, es un factor indispensable para que estos países pudieran protegerse de los impactos de las crisis del sistema capitalista y de sus mecanismos de explotación y dependencia.
Este mecanismo de integración energética regional, fue promovido y fundado por el líder de la revolución bolivariana, el Comandante Hugo Chávez, partiendo de las premisas del comercio justo, la complementación, la solidaridad, la justicia social y la voluntad común de avanzar. Hoy esta iniciativa suma 18 países: Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Cuba, Dominica, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y Las Granadinas, Surinam y Venezuela.
Cuando reflexionamos, sobre el legado de largo plazo, planteado e impulsado por el Comandante Hugo Chávez, notamos que se fundamenta en dos grandes proyectos históricos: 1) El Proyecto Político del Socialismo Bolivariano (para el ámbito Nacional) y, 2) El Proyecto Integracionista Latinoamericano y Caribeño (para el ámbito Internacional y que también es bolivariano). Ambos Proyectos se conjugan en uno solo, son inseparables e indivisibles.
En esta misma línea de pensamiento, vemos que en el Plan de la Patria para el periodo 2013-2019, el líder de la Revolución, nos dejó cinco tareas, que él denominó “Grandes Objetivos Históricos”, aunque los cinco se relacionan estrechamente, para los fines de este artículo, solo cito dos: el III) Convertir a Venezuela en un país potencia en lo social, lo económico y lo político dentro de la gran potencia naciente de América Latina y el Caribe, que garanticen la conformación de una zona de paz en nuestra América; y el IV) Contribuir al desarrollo de una nueva geopolítica internacional en la cual tome cuerpo un mundo multicentrico y pluripolar que permita lograr el equilibrio del universo y garantizar la paz planetaria.
Obviamente, estas no son tareas fáciles, ellas en esencia, siguen siendo parte de los sueños, del proyecto y de las luchas del Libertador Simón Bolívar; sueños revividos y luchas retomadas por el Comandante Hugo Chávez, quien con su pensamiento, su palabra, su liderazgo y su acción, nos adelantó el camino, para alcanzar esos objetivos.
Ese trabajo del Comandante Hugo Chávez ha convertido a Venezuela en una nación comprometida con la cooperación solidaria y consecuente con nuestros pueblos hermanos de América Latina y el Caribe, ejemplos son los esfuerzos desplegados en el marco del ALBA y PETROCARIBE; el impulso que hemos dado a la integración regional, evidenciados en espacios como UNASUR, MERCOSUR, EL ALBA Y EL CELAC; y la firme convicción que nos dejó el Comandante Hugo Chávez, de que es vital construir una Nueva Arquitectura Financiera Regional en el continente suramericano, para contener los impactos negativos de las crisis financieras del capitalismo global, y para tal fin generó las iniciativas del Sucre y el Banco del Sur.
También nos enseñó el Comandante Hugo Chávez, que la integración tenía que ser de pueblos, para la felicidad y para la paz, por lo tanto basada en la solidaridad, la cooperación y la complementariedad. Que se requiere un nuevo orden ético, para asegurar la participación y el protagonismo de los pueblos en el concierto mundial, y ocupar el lugar que hoy tienen las empresas transnacionales, las cúpulas gubernamentales, militares y económicas de los países “desarrollados” y la nueva especie de “sociedad civil” en formas de ONG que hoy con sofisticados mecanismos crecen en influencia.
Por estas razones, la lucha del imperialismo y de la oposición internacional contra la Revolución Bolivariana no se queda en el plano nacional; es igual de dura en el plano internacional. Sus esfuerzos para tratar de destruir los logros de la integración latinoamericana y caribeña van a toda marcha, con diversos y sofisticados mecanismos.
En este contexto se inscribe la Cumbre de Petrocaribe del 4 de mayo en Margarita, es parte de la dinámica geo-política de América y elemento clave del Proyecto Socialista Bolivariano. Lo cual, conjuntamente con la consolidación del ALBA, de la CELAC y el reforzamiento de nuestros esfuerzos para construir la Nueva Arquitectura Financiera Regional, nos permitirán cumplir con el legado y los desafíos que nos dejó el Comandante Hugo Chávez.
Economista, profesor.
