Geopolítica del petróleo hacia el futuro

El petróleo es la fuente energética mundial de la actualidad. Desde que el inglés William Knox D?Arcy, encuentra el primer pozo de petróleo en el año de 1908, en Masdjed Soleiman, Irán, se puede decir que comenzó el siglo de la explotación petrolera internacional imperialista. Desde ese momento, comienza a operar un cambio mundial sin precedentes. Para los centros de poder mundial el control de las zonas de explotación, ha adquirido una importancia estratégica. El control sobre las regiones de producción es vital como fuente de ganancias, y para poder trasferir sus crisis económicas internas hacia la periferia productora. Quién domine los puntos clave, tiene posibilidades infinitas para ejercer un mejor control en otros lugares, así como, desde una posición de poder, ampliar el territorio bajo su dominio. Por otro lado el Oriente Medio y la OPEP lideran la oferta de esta materia prima. La importancia de la zona y de la OPEP se ve reforzada por el hecho de que el 65% de las reservas probadas mundiales se encuentran en Oriente Medio y porque la OPEP controla el 78% de las reservas totales. La tendencia para los próximos años es que Oriente Medio y la OPEP aumenten su participación en la cuota del mercado de la OPEP hasta un 45% mas en 2010 y hasta el 50% en 2020.

Hemos sido testigos durante esta primera parte del siglo XXI como los EEUU han hecho gala de todo su poder de destrucción para dominar esta estratégica región. Irak, Libia, Afganistán han sido escenario de las más cruentas masacres en búsqueda del control económico del área. De EEUU controlar las reservas de petróleo en Oriente Medio, le dará una clara ventaja político - económica con relación a la Unión Europea, China y Japón, como principales competidores y una proyección de su hegemonía. Para EEUU es vital asegurar su consumo interno, que es 4 veces la media mundial.

En su informe anual World Oil Outlook (WOO) 2013, la OPEP prevé que "los precios nominales de la cesta se mantendrán dentro del rango máximo de 110 dólares el barril para el corto plazo, hasta 2020, y alcanzarán 160 dólares el barril en 2035?. Este estudio observa proyecciones demográficas las cuales indican que la población del planeta llegara en el año 2035 a 8.600 millones de habitantes, esto representa que la población urbana llegará al 63 % de toda la población mundial teniendo incidencia en el sector energético mundial. Si añadimos que por ejemplo la participación en la economía mundial de los países asiáticos llegará a 44 % en 2035 y que el consumo de petróleo y sus derivados rondara el  80 % en 2035. Para Venezuela esto implicaría una modernización en los esquemas de producción y exportación, para poder dirigir exitosamente estos ingresos para la inversión social. El estudio estima que la demanda de petróleo de los centros de Poder llegará a 44.600.000 de B/D  y la periferia subdesarrollada a 44.400.000 barriles diarios en 2018. La oferta OPEP para el 2035 fluctuara de 29 a 37 millones  de B/D.

Como vemos es un escenario a todas luces prometedor para países como el nuestro. Pero también debemos estar consientes que este aumento debe ir acompañado por políticas ambientales rigorosas, específicamente políticas preventivas y de gestión y control de riesgos. En la actualidad las técnicas y procesos de extracción y refinación han tenido que adaptarse a nuevas circunstancias como las profundas distancias marinas a las que hay que llegar para encontrar nuevos yacimientos o la calidad del petróleo como lo son los petróleos pesados, las arenas bituminosas o la extracción de kerógeno, material que no ha llegado a convertirse en petróleo. Estos hechos según la Tasa de Retorno Energético (TRE) demuestran que el agotamiento de esta fuente de energía se producirá no cuando las reservas lleguen a cero, sino, cuando el coste de extracción de las reservas sea igual al contenido energético de las reservas. Es ese momento que los expertos pudiesen hablar de una posible ?fin de la era del petróleo?.

Ante estos escenarios descritos la revolución bolivariana tiene una enorme responsabilidad en el correcto uso e inversión que se le den a estos recursos que serán generados por la industria petrolera. Entre los retos está: consolidar la soberanía e independencia petrolera, el mantener y aumentar la inversión social destinada, consolidar el modelo económico productivo, diversificar la economía y la producción nacional.



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Hugbel Roa

Ministro para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología

 @hugbelpsuv

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