El aumento de la gasolina no puede ser solo una medida fiscal

Sin lugar a dudas que el precio de la gasolina es ridículo al igual que el precio del metro, ambos deben ser revisados porque junto a muchas medidas que ha tomado o ha mantenido el gobierno, lejos de ayudar a la población más pobre, la envilece. Las medidas populistas tomadas con el solo fin de mantener el clientelismo electoral es bien sabido por todos que tarde o temprano la pagamos los que no controlamos el poder, Dakazo dixit, o cemento dixit o cabillas dixit.

Pero esta medida de aumentar el precio de la gasolina no debe tomarse únicamente como una forma de aumentar los ingresos fiscales y así tapar el enorme hueco allí existente y paliar de momento la coyuntura; no, esta medida debe significar el momento preciso para que los cerebros pensantes de este país, que hay por montones, se sienten en una mesa a diseñar un sistema que nos permita invertir los recursos de manera eficaz para ir saliendo de la cultura rentista que hasta ahora nos ha caracterizado y que es la causa de la mayoría de nuestros problemas.

Recaudar más recursos vía aumento de la gasolina o aumento de los servicios públicos o aumento de la contribución fiscal poniendo a pagar impuesto a los más pendejos mientras los grandes evaden impuestos como lo hacen los comerciantes al cobrarte el IVA y no registrarlo, robando al consumidor y al estado descaradamente, sin capacidad de control del Seniat, no va a resolver los problemas económicos estructurales que afrontamos.

El estado no puede seguir regalando las cosas, este modelo demostró que no funciona, este modelo no beneficia a los más necesitados ni a la clase media, que es donde se encuentran la mayoría de la población, ese discurso maniqueo de los políticos de repartir la renta petrolera, es un discurso electorero, populista, demagogo; los de abajo sabemos que ese modelo solo beneficia a los empresarios y a los políticos de cualquier bando. De que vale tener un sistema de salud pública gratuita que no funciona y le paga mal a sus trabajadores y trabajadoras, de que vale tener un sistema educativo gratuito con serias deficiencias en cuanto a calidad educativa y alta deserción. Será que les interesa que los sistemas de salud y educación no funcionen para poder justificar las clínicas caras y malas o los liceos y universidades privadas malas y caras, así como les interesa la mala calidad de la educación pública para que nuestros muchachos no adquieran la conciencia suficiente para liberarse y sigan oyendo reggaetón.

Como todos y todas sabemos que este sistema populistas de reparto inequitativo de la renta petrolera no funcionó en la cuarta y eso mató a los adecos y copeyanos, he hizo que eligiéramos a Chávez; quien, al igual que quienes dicen ser sus hijos ahora se empeñan en mantener este sistema rentista, entonces les sugerimos no seguir cometiendo los mismos errores, para beneficio de los dueños de las empresas del estado que somos todos, escucharon, toooodos, no quienes las dirigen solamente.

Propongo que se cobre tanto en la gasolina como en los distintos servicios públicos que maneja el estado, sean empresas, fundaciones, institutos o ministerios un precio justo equivalente a su verdadero costo, más una ganancia mínima que permita su reinversión y mantenimiento de calidad en el tiempo. A nosotros los dueños del petróleo, el hierro, el aluminio, el cemento, el espectro radioeléctrico, los satélites y pare usted de contar, nos interesa que estas empresas sean exitosas, que sean rentables, que generen empleos para que nuestros hijos no tengan que emigrar; estoy seguro que si usted le pregunta a cualquier venezolano (a), si prefiere una escuela u hospital gratuita y mala o una donde él es el accionista a través del estado; pero bajo nuestro control, donde pagaría lo justo o una privada y cara; sin lugar a dudas solo un trasnochado fanático ideológico que no tiene sus hijos en escuela pública o va a hospitales no escogería la segunda opción.

Para aquellas personas que con razón piensan que eso aumentaría el gasto familiar y la corrupción acabaría con esta iniciativa les propongo que como toda empresa que debe generar ganancias y ésta debe ser repartida entre todos los socios; todas las empresas del estado deben pertenecer a un holding o corporación que emita unas acciones que deben ser repartidas en partes iguales a todos los venezolanos y venezolanas y las ganancias del holding después del pago de impuestos, deben ser repartidos entre los socios, de esta manera todos y todas tendremos como pagar los servicios y estaremos interesados como socios a que todas las empresas, sobre todo las educativas y de salud sean rentables y se establecerían sistemas idóneos de contraloría social que permita materializar la premisa popular “el muerto tiene doliente”. Mientras tanto en el sistema actual, el rentista; el estado no tiene doliente y por eso se pudre entre la indolencia de todos nosotros.



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Jorge Alvarez Casañas


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