Desde que se conocen los usos del petróleo, sociedades, naciones y los apoderados mundiales de las finanzas han explotado su comercio sin límites reales establecidos. Lo que en un principio buscaba el desarrollo de las comunidades se ha mantenido en auge más para salvar a decadentes economías y mejorar la calidad de vida de sus sociedades, antes que sacar las peores caras de la humanidad a flote.
Terrorismo, falsas guerras, golpes de Estado y alzas del costo de la vida, son algunas de las consecuencias que los mercados internacionales en sus diversos ámbitos dependen directa o indirectamente a la hora de los precios del crudo. Cada pequeño producto en la vida diaria está compuesto en menor o mayor grado por algún derivado de este recurso, las movilizaciones de dependen de él, y al aumentar su precio aumentará por agregado el costo de producción, manufactura y traslado de los mismos. Entendido así, el ideal capitalista se mantiene vivo, pues los intereses del planeta giran en torno a su tenencia y tendencia, ya que el petróleo se traduce en poder y quien maneje su producción o venta manipulará la totalidad de las finanzas.
Venezuela posee la mayor reserva probada del mundo y es también miembro fundador de la OPEP, por ello se ha dado a la tarea de impulsar la petrodiplomacia y la descolonización de sus hidrocarburos. El precio del barril es alto y Venezuela produce más de tres Millones diariamente, a la vez que tiene reservas probadas para los próximos 250 años. Esto hace que la nación sea de interés imperialista y atractivo para inversiones.
Todas las subidas en el mercado internacional crean bonanzas a los Estados, pero también proporciona problemas socioeconómicos internos, todos traídos con el aumento de su precio, por ejemplo la gasolina, esto crearán subidas del costo de la vida y del propio productor. De este modo, el petróleo controla las finanzas internacionales y nacionales, por lo tanto es un poder que merece especial atención.
El petróleo, como es de conocimiento para todos los venezolanos es la fuente fundamental de sus ingresos económicos y por ello un elemento que requiere de mayor atención, desde su extracción hasta su exportación, procesos que se dan en Venezuela, y desembocando en una gran cantidad de consecuencias. Ahora bien, entendiendo la importancia de este recurso dentro de la economía del país, podemos determinar su importancia en todas las finanzas venezolanas.
Dentro del presupuesto nacional anual puede evidenciarse la gran dependencia de nuestra economía de los beneficios petroleros ya que aproximadamente más de tres cuartas partes del presupuesto están conformadas por las ganancias previstas en la exportación de este recurso, es decir, la base esencial del dinero de la nación viene dada por el petróleo. Esto ha sido positivo durante los últimos años debido al fluctuante valor del petróleo que lo mantiene en precios bastante altos, lo que permite al Estado tener mayores posibilidades de manejo de recursos económicos y una garantía de liquidez para el mismo, así mismo este factor ha traído como consecuencia la excesiva dependencia del Estado al oro negro.
Pero suponiendo que la volatilidad de los precios cese, Venezuela se encontraría en una situación económica incierta. Sin embargo, este supuesto no ha dado lugar para que Venezuela haya contado con una de las etapas más provechosas en cuanto a los ingresos petroleros se refiere, donde aun así no ha promovido herramientas alternativas de ingresos para la nación, situación que da un nivel más de importancia al petróleo dentro de nuestro sistema económico nacional. Podemos decir entonces, que las finanzas venezolanas se caracterizan por la alta dependencia petrolera y la dependencia de los beneficios que vienen tras su exportación.
Ahora bien dentro del marco comercial internacional, el petróleo tiene un gran impacto desde los principios de su descubrimiento, pasando por los momentos históricos claves donde el recurso ha sido fundamental desde la Primera y Segunda Guerra Mundial respectivamente, más las invasiones con intereses sobre sí mismo, entre otros; hasta la creación de organizaciones internacionales encargadas de cohesionar los intereses de los países exportadores, y unificar criterios sobre la comercialización del mismo, en este caso tenemos a la OPEP, organismo internacional por excelencia compuesto por casi un tercio de los países que exportan petróleo, moviendo el 30% del mercado mundial con sus rutas esparcidas por el planeta del comercio y las finanzas.