Baja del crudo busca castigar a Venezuela, Rusia e Irán

La economista y articulista del portal Rusia Today, Liliya Khusainova, sostiene la tesis de que la caída de los precios del petróleo responden al interés de EEUU por afectar las cuentas de Venezuela, Rusia e Irán, países cuyas economías son altamente dependientes de los valores del crudo.

La analista sostiene que durante más de dos años el crudo se vendía entre 100-115 dólares por barril y una vez, en abril de 2013, cayó por debajo de los 100 dólares. Sin embargo, bajó hasta los 96,75 dólares y unos días más tarde regresó al precio habitual.

Pero ya no es así. Por ejemplo, la cesta petrolera venezolana ya ronda los 77 dólares por barril, el precio más bajo desde la segunda semana de noviembre de 2010.

Ante el descenso, el Bank Of America Merril Lynch advierte que la baja en el valor del petróleo representa un “grave riesgo” para Venezuela. “Por cada dólar de caída en los precios del petróleo, el sector público pierde 770 millones de dólares en ingresos netos”.

La institución financiera estima que la cotización del petróleo en 2015 apunta a una estabilidad alrededor de 90 dólares por barril, y no en los 95 dólares por barril que pensaban inicialmente. El escenario “más pesimista” estaría inclinado hacia 80 dólares por barril y el impacto en los ingresos aún sería mayor.

Ante semejante escenario, la articulista destaca que esta caída no es habitual y puede ser resultado de un complot entre EEUU y varios países de Oriente Medio, en particular Arabia Saudita, que ya dijo que no reducirá significativamente la producción para frenar la caída del precio del crudo.

“Hay la versión de que Rusia (Venezuela e Irán) depende principalmente de los altos precios del petróleo, por lo que existe un cierto acuerdo entre países líderes importadores y exportadores, por ejemplo, Estados Unidos y Oriente Medio, para que se aumente la producción y el precio sea retenido a la baja”, dijo por su parte el exministro de Finanzas de Rusia, Alexéi Kudrin.

Otra razón que evidencia el complot es que la disminución de los precios del petróleo coincidió con un fuerte aumento del dólar en comparación con todas las monedas del mundo, que se produjo en el contexto de la eliminación gradual de la política de “imprenta” de la Reserva Federal de EEUU.

Además, la caída se produjo por la inoperancia (o complicidad) de la OPEP. En la última reunión no tomó la decisión de reducir la producción, que podría haber neutralizado el exceso de oferta y detenido la baja de los precios.

Ahora todo el mundo espera la reunión de la OPEP, que se celebrará el 27 de noviembre. Se prevé que decida una reducción de las cuotas de producción, que han permanecido sin cambios desde 2011.

Sin embargo, si la OPEP no la hace, los precios pueden romper la marca de los 80-90 dólares por barril, y esto puede ser considerado como la primera evidencia clara del complot de los jugadores clave del mercado con el fin de debilitar a Rusia, ya que el siguiente descenso en los precios del petróleo no es rentable ni para EEUU ni para la mayoría de los productores de petróleo. Si acuerdan seguir con la dinámica actual, o bien es una locura o un castigo a Rusia, Venezuela e Irán por sus políticas justas e independientes.

Por lo tanto, la decisión en el marco de la reunión de la OPEP arrojará luz sobre el grado en que las teorías de la conspiración están justificadas.

CiudadCCS


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