Campo Boscán

Petróleo: vida o muerte

Los últimos peligros por el control petrolero pueden estar desbordándose de sus límites entre la importante región del Asia, concretamente China y los países limítrofes de todo el Sureste Asiático, pues las reservas contentivas de gas y petróleo ubicadas bajo el Mar del Sur de China no aguantarán más por su control. Entre ellos ya han sucedido cruces navales aún sin pérdidas humanas, pero todo indica en voz de sus propios analistas militares que la enorme desconfianza puede estar llevándolos a cubrir serios enfrentamientos.

Pero esto se repite. La situación en el Mar Oriental de China con Japón los ha llevado a luchas por controlar las existentes y valiosísimas reservas submarinas de crudo. Mientras en otra parte del mundo más cercano a Venezuela lo mismo puede estar sucediendo en aguas del océano Atlántico Sur, concretamente por la disputa Argentina frente a Gran Bretaña por Islas Malvinas y todo tras haberse debelado el descubrimiento de petróleo en todas las aguas que las rodean.

Por eso la naturaleza y característica de las potenciales es ser y mantenerse dentro de la burbuja conflictiva. Pero los recursos de algunas importantes áreas no se acabarán tan fácilmente. Más bien, van a ir en aumento para los próximos años, pero según vayan creciendo las demandas, si será más difícil conseguir algunos suministros, todo porque los mismos se encuentran en áreas de las más diversas guerras.

En año 2012 un informe titulado: “Resources Futures”, —Recursos Futuros— proveniente del think tank británico Chatham House, manifestaron una triangular inquietud ante conflictos por agua: Libia y Palestina son ejemplos tristes.

Por eso en las áreas de las cuencas del Nilo y del río Jordán hay grupos terroristas al servicio de países fuertes compitiendo por ella. Las últimas incursiones israelitas confirman el presente contexto de escasez y suministros por competitividad y guerra por agua. Derechos al agua, precios, polución y guerra son cada vez más proclives. Esto será suficiente para generar progresivos conflictos.

Este es el lamentable “caminito” de zonas ceñidas entre tensiones de matices inimaginables. La terrible situación de contaminación de China y Estados Unidos de Norteamérica contaminando con carbón está llevando al planeta a inmensas emanaciones  de CO2. El tema de gases producidos tras feroces enfrentamientos  en el Golfo Pérsico y el Medio Oriente han producido una segunda mayor fuerza de algo que prefiero llamar el Oscurecimiento Global.

Si hasta ahora el cambio climático era mucho más aterrador ahora imaginémonos un Oscurecimiento Global. Este “majestuoso” bombazo es el deshielo del casquete polar del Ártico o la capa de hielo en Groenlandia, aquí comenzarán a unirse los niveles de muchos mares del planeta, temporadas de huracanes, ciclones, tifones y desarreglos medio ambientales causaran sequias, terremotos y hambrunas, tras ellos vendrán los grupos de homicidas terroristas a controlar nuevos territorios, la justificación de ayer era la seguridad nacional planetaria, hoy, religiosa: un califato islámico.

 Y tras las guerras vendrán tormentas, aumentos de desiertos y la extinción de especies animales, florales y de recursos a escalas planetarias. Pero todo esto se da mientras millones de seres humanos parecen no darse cuenta, andan distraídos en celulares de última generación, reinados de ambos sexos, Botox y fotoshop.

Mientras comemos chicles el mundo va directamente a padecer efectos más potentes e inacabables, es el inapelable e impactante cambio climático. El deterioro y destrucción total de hábitats de animales y la disminución de anaqueles con comida cambiados ahora por petróleo robado tras el control de bandadas de terroristas locales en Libia, Siria e Irak están trasformando el equilibrio planetario. ¿Cómo? Esto se da tras la enorme campaña publicitaria mundial que a cada momento hunde un poco más a este jurungado planeta.

La producción alimentaria es industrial pero muy mal distribuida, por lo tanto habrá miseria y hambrunas sobre todo en las zonas de estos conflictos, era de esperarse después de todo Dios no es militar o gerente. Las industrias petrolíferas ya no son para la vida. Ahora andan destruyendo bosques, contaminando aguas, ampliando desiertos y contaminando todo lo que hasta un triste ayer había quedado en pie.

El planeta necesita un cambio de energía. No vamos con esto enrumbados hacia nuevas investigaciones que lo único a lo que nos llevaría seria a seguir hundiéndonos ambientalmente. Es el petróleo lo único que podrá salvarnos. En el crudo esta la solución pacifica del planeta. O nos quedaremos en la puerta de una drástica reducción de la agricultura en un 50% y en la catástrofe de la guerra por el control petrolero.



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Miguel Jaimes

Politólogo. Magister scientiae en ciencias políticas. Doctor en ciencias gerenciales. Posdoctor ontoepistemología en geopolítica de las energías. Cursando doctorado en letras. Cursando Posdoctorado en literatura del petróleo en Venezuela. Libros: El oculto poder petrolero, apertura petrolera, poder de PDVSA vs. poder del estado. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Primera edición. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Segunda edición. Director del diplomado internacional en geopolítica del petróleo, gas, petroquímica y energías – Venezuela. Director de la web https://www.geopoliticapetrolera.com

 venezuela01@gmail.com      @migueljaimes2

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