Consecuencias de nuestra errada Política Petrolera

El gobierno venezolano está haciendo todo lo posible para que nos invada el imperio capitalista!. En efecto, haciendo un sencillo cálculo podemos concluir que las Reservas Petroleras Nacionales constituyen la quinta parte de las Reservas Mundiales, pero en la actualidad, el consumo mundial de petróleo es aproximadamente de 36.000 millones de barriles anuales. Esto significa que las reservas venezolanas darían para ocho años y en consecuencia las reservas mundiales, escasamente son suficientes para cuarenta años!.

Es mentira que tenemos petróleo para trescientos años!.

Si a lo expresado le agregamos el enorme crecimiento económico e industrial de China, la situación se torna mucho mas dramática!. Con la anterior información, la persona más ingenua tiene que concluir que somos un territorio inmensamente codiciado por el capitalismo mundial. No solo por los Estados Unidos, que ya se han mostrado muy interesados en adueñarse de nuestro petróleo, sino por los otros países poderosos (todos capitalistas), para quienes el petróleo es vital, razón por la cual están dispuestos a "colaborar con nuestro desarrollo", invirtiendo capital y participando en la Faja Petrolífera del Orinoco. Nuestro gobierno está empeñado en aumentar la explotación de las reservas petroleras y busca desesperadamente por todas partes, alianzas para agotarlas rápidamente, a cambio de un puñado de dólares, sin medir las fatales consecuencias de esta insensata y nefasta política petrolera, que es, además, completamente opuesta al Socialismo del Siglo XXI y obviamente al legado de nuestro Comandante Chávez. Podremos impedir esta locura?.

No debemos confiarnos demasiado en "esa desinteresada colaboración"!

Venezuela no solamente NO necesita aumentar la explotación petrolera, sino mas bien restringirla y limitarla al máximo, para contribuir con la disminución de su consumo a nivel mundial y nacional, cumpliendo además con el quinto gran objetivo del Plan de la Patria: "Contribuir con la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana". Que convoca a "sumar esfuerzos para el impulso de un movimiento de carácter mundial para contener las causas y revertir los efectos del cambio climático que ocurren como consecuencia del modelo capitalista depredador".

Limitar la explotación petrolera al máximo nos obliga además a diversificar nuestra economía, impulsando la producción nacional y la transformación de nuestras materias primas, generando en consecuencia un desarrollo armónico de nuestro país y disminuyendo a su vez, la tentación y codicia de las potencias imperiales. Con los ingresos obtenidos por Venezuela debido a la venta del petróleo en la actualidad, es más que suficiente para impulsar un desarrollo sustentable, pero nuestra clase dirigente está acostumbrada a solucionar todo a "realazos", impidiendo además, el desarrollo de una economía productiva.

La política petrolera que ha observado Venezuela desde que se descubrió el petróleo, solo ha servido para que las enormes riquezas generadas hayan ido a parar a las manos de una clase dirigente, despiadada y corrupta, que junto con innumerables empresas transnacionales se han apoderado de todo cuanto se ha producido, mientras la mayoría de la población venezolana contínuamente ha estado padeciendo de una horrible pobreza. Cientos de miles de millones de dólares han sido desfalcados al pueblo venezolano que le hubieran permitido un nivel de vida insuperable.

Actualmente el gobierno nos habla de una guerra económica, pero en realidad no la quiere enfrentar. No desea combatir la escasez, el desabastecimiento, las fallas en la distribución, en el acopio nacional de productos básicos. En los mercados Bicentenario, PDVAL, Mercal, etc., los productos brillan por su ausencia, pero igual sucede con los anaqueles de todos los establecimientos públicos y privados del país. El gobierno no controla ni supervisa las empresas del estado, como PDVSA, PEQUIVEN, SIDOR, VENALUM, PROFORCA y tantas otras que debieran estar produciendo los insumos necesarios y suficientes para reactivar todas las demás industrias del país. Esta es una de las razones por lo cual la actividad productiva se encuentra prácticamente paralizada a nivel nacional y la población está sufriendo las consecuencias de esta paralización. No obstante, el gobierno parece estar interesado solamente en promocionar sus candidatos a las elecciones parlamentarias en vez de enfrentar la llamada guerra económica.

Si lo quisiera realmente, estaría fomentando actividades socio productivas a nivel nacional, promoviendo actividades agrícolas, estimulando el establecimiento de infinidad de pequeñas y medianas empresas productivas y de servicios para la transformación de la enorme cantidad de materias primas obtenidas del petróleo, el gas, el hierro, el aluminio, el plomo, el cobre, la madera, la agricultura vegetal y animal, en vez de estar esperando que vengan grandes empresas internacionales a producir lo que nosotros debemos y podemos hacer. No nos negamos a constituir asociaciones productivas con empresas de gran experiencia y avanzada tecnología, pero debe ser en similares condiciones, o terminaremos siendo simplemente proveedores de mano de obra barata, o sea, colaborando para que vengan a establecer maquilas en las Zonas Económicas Especiales.

La transformación de nuestro petróleo debería ser una de nuestras principales fuentes de divisas, habida cuenta de que, de este hidrocarburo se pueden obtener más de 500 mil productos diferentes: todo tipo de plásticos, cauchos, baterías, pinturas, detergentes, fertilizantes, materiales para la industria de la construcción, química, textilera, la agricultura, la alimentación y muchísimas mas, por lo cual, nuestro país debería ser una potencia mundial en productos derivados del petróleo, con pequeñas y medianas fábricas en todo el territorio nacional generando así multitud de empleos dignos y un desarrollo armónico.

Todos los gobiernos, sin excepción, han pretendido que la explotación de nuestras riquezas petroleras deben ser el único sustento de nuestra población. Se han dedicado a exportar petróleo crudo y no se han preocupado por fomentar ni promover la actividad socio productiva del pueblo venezolano. Esta política, que permite y estimula una enorme corrupción, facilita además, la acción gubernamental, pues la planificación de sus actividades se reduce exclusivamente a unos actos protocolares sin mucha importancia, a dar constantemente declaraciones en los medios de comunicación e información, para mantener al pueblo distraído, lo cual les permite disfrutar tranquilamente del poder. Por estas razones, actualmente somos una sociedad altamente dependiente de las importaciones y poco acostumbrada a producir lo que consumimos. Como no producimos casi nada, la única actividad que sabemos medio realizar, es el comercio y he ahí la explicación del inmenso bachaqueo que se observa a nivel nacional. El pueblo venezolano debe exigirle a sus gobernantes que promuevan, faciliten y apoyen las actividades socio productivas, pues ellos, desde su posición altamente privilegiada no alcanzan a darse cuenta, ni están interesados, en conocer las necesidades de la población. A ellos solo les preocupa disfrutar las delicias del poder, pero las consecuencias de una economía enferma las tiene que pagar la gran mayoría de la población venezolana.



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Gilberto Hernández O.

Graduado en la universidad Nacional de Colombia en Licenciado en Ciencias de la educación especializado en el área de Física y Matemáticas Postgrado en Educational Media en la Universidad de North Carolina A&T State University año 1984 - Greensboro, N.C Prof. Jubilado de la Univ. de Oriente (Núcleo Anzoátegui)

 gilnandez@hotmail.com

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