Pedagogía petrolera

Maza Zavala, Asdrúbal Baptista y el capitalismo rentístico

En el Volumen III, pp. 1524-1526 de su obra "Análisis Macroeconómico, Economía Circulatoria" (2007, 8ª. edición, BCV), el Dr. Maza Z. hace un mesurado análisis de algunos de los aspectos tratados por el Dr. A. Baptista en sus obras " Teoría Económica del Capitalismo Rentístico" (IESA 1997), y "El Relevo del Capitalismo Rentístico (IESA 1997), hacia un nuevo balance de poder" (Fundación Polar, 2004). Al ubicarnos en Venezuela, en el campo del petróleo, Maza Z. considera conveniente abrir un párrafo especial para las ideas que sustenta un grupo de pensadores, de los cuales el exponente más calificado es el Dr. A. Baptista. Específicamente en el caso del capitalismo rentístico, intento de explicación del fenómeno venezolano del petróleo, con particular atención al período 1978-2003.

De entrada podría decirse –acota Maza- que la caracterización capitalismo rentístico parece envolver una contradicción. El capitalismo se ha desarrollado en razón del afán del beneficio, fuente de acumulación y no en razón de renta que implica un gravamen tanto al capital como al trabajo. El capitalismo inglés creció en pugna con los terratenientes perceptores de renta. El concepto puro de ésta es un flujo de ingresos que no agota la fuente que lo genera (A. Smith). En el caso de las minas y los hidrocarburos, el ingreso que pudiera derivarse de su explotación es agotable por extinción física de los yacimientos. Para Baptista –señala Maza, el "capitalismo rentístico" es una estructura económica singular basada en la percepción y aplicación de la renta petrolera y su análisis comprende: el surgimiento, el crecimiento, la distribución y el colapso. Baptista hace énfasis en la circunstancia de que el petróleo no se produce, es sólo un objeto natural, un bien atípico. Y, enfatiza Maza, en el yacimiento el petróleo no es un producto, no tiene valor y¸ por tanto, no tiene precio, ni natural ni de mercado. Y es que para descubrir el petróleo se requiere de exploración, se incurre en costos de trabajo y capital, se realizan inversiones y se afrontan riesgos, de tal manera que este proceso primario es capitalista en ese sentido y el yacimiento descubierto, ya reserva probada, es un valor o tiene valor tanto en la acepción clásica como en la marxista. Este es el punto específico de la discusión que mantuvimos recientemente los economistas Tito Useche, Rafael Godoy y quien suscribe.

Afirma el maestro Maza que lo anterior "parece obvio y elemental, pero Baptista no lo entiende así o lo ignora, pues sustenta la tesis de que el país propietario de los recursos naturales –en este caso Venezuela- obtiene una renta sin costo y que el comprador internacional de la mercancía carga con la renta bajo la forma de un precio". Habría que preguntarse sobre los componentes del precio del petróleo y existen valiosos estudios de esta variable que lo evidencian –como el de Bernardo Ferrán: Los precios del petróleo. BCV. Caracas 1982 y José R. Zanoni, El mercado petrolero mundial. UCV. Caracas 2002-.

Por supuesto que el precio incluye la llamada renta, que en el caso del petróleo no es renta clásica, ya que implica una cuota de agotamiento del recurso que si se consume enteramente el propietario se empobrece en términos reales. En la época concesionaria el empresario aplicaba capital y tecnología a la exploración y explotación de petróleo, compraba la fuerza de trabajo y pagaba una regalía al propietario del subsuelo (el Estado); en la época actual, desde 1976, poco antes del período de análisis de Baptista, el Estado venezolano es no sólo propietario del recurso natural sino también empresario que aporta capital y demanda fuerza de trabajo para producir el petróleo y exportarlo, por lo que obtiene no sólo "renta" sino también beneficios como un capitalista "típico". En cuanto a la percepción fiscal como propietario del recurso natural –agrega el Dr. Maza Zavala-, hay que hacer énfasis en que no es flujo que no agota la fuente de donde proviene, sino una cuota de agotamiento, que obliga al Estado a su aplicación preferente al desarrollo económico y social. Como se ve, son dos puntos divergentes, tal como se aprecia en las lecturas de ambos académicos.

Pese a lo señalado, el Dr. Maza afirma que hay que convenir con Baptista en varios aspectos de la cuestión planteada. En primer lugar, la alienación que implica el concepto de renta, de ingreso sin costo, de que no procede de la producción sino de la exacción al consumidor internacional del producto. Si lo entendemos como alienación podemos explicarnos el comportamiento del Estado al gastar el ingreso petrolero como si fuese gratuito, y el falso valor del colectivo al estimar que "somos ricos" sin esfuerzo y "rentistas". Sin embargo, pensadores venezolanos ilustres (Alberto Adriani, Arturo Uslar Pietri, Juan Pablo Pérez Alfonzo, Salvador de La Plaza) han expuesto la necesidad de economizar el provento petrolero, de crear una economía alternativa, de capitalizar ese ingreso dada su característica. Ello debería dar lugar a un desarrollo del país que no sería propiamente capitalista, sino mixto, con elevada participación del Estado por razones obvias. Si este desarrollo no ha tenido lugar, como lo exige la racionalidad nacional es otro problema a discutir en otro contexto.

Desde luego, el capitalismo se ha aposentado en el país en buena medida a la sombra del Estado, la participación de éste en la economía es sustancial. El petróleo ha proporcionado recursos financieros tanto para el capital privado como para el estatal; si esta realidad es lo que puede calificarse de capitalismo rentístico, hay que admitir que existe; pero también ha ocurrido acumulación privada permanente de beneficios generalmente elevados, en tanto que la participación salarial ha estado rezagada, lo que es un aspecto relevante de la regresiva distribución del ingreso.

También es cierto, como afirma Baptista, que esta distribución, en buena proporción, depende del destino que le da el gobierno al ingreso petrolero percibido. En todo caso, existe en nuestra economía un dualismo, un patrón heterogéneo, que genera contrastes estructurales y se manifiesta en la particularidad del capitalismo en Venezuela dependiente del Estado y del capital transnacional. Por último –en este intento de coincidencias- hay que destacar que la vida histórica del modo petrolero de la economía es limitada, pero el colapso no ha llegado aún. El futuro no ofrece signos claros al respecto.

La andanada fascista contra el régimen imperante en Venezuela, arreciada a partir de la muerte de Chávez y el triunfo de Maduro el 14 de abril de 2013, impulsada por la coalición Washington – MUD y sus aliados de la burguesía nacional, de los empresarios mercantilistas, de los proveedores de medicinas, de los medios nacionales e internacionales, cuya culminación, según sus planes, es el estallido social, como vemos, no ha tenido eco en la población. Es que, al contrario de lo que sucede en sectores de EE.UU y España, el pueblo no hace cola para pedir, para mendigar comida y albergue, sino para comprar porque tiene poder adquisitivo proporcionado por la REVOLUCIÓN.

 


 

[1] Miembro de N° de la Academia de Ccias. Económicas del Estado Zulia

 

 

 

 

César E. Prieto Oberto

Economista

 

 

 



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César Eulogio Prieto Oberto

Profesor. Economista. Miembro de Número de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia. Candidato a Dr. en Ciencia Política.

 cepo39@gmail.com

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