La intolerancia, una tara política

La conducta de quienes hacen Oposición al Gobierno
revolucionario bolivariano y a la persona de Hugo Chávez en
particular, ha sido desde siempre una permanente demostración de
intolerancia, fenómeno que en este momento carcome la unidad entre
ellos mismos, porque entre los intolerantes se crean contradicciones
insalvables que tarde o temprano hacen eclosión.

La intolerancia es un fenómeno con expresión individual y
grupal, que convive con la humanidad desde hace muchos siglos. Es una
manifestación de primitivismo en los seres humanos, que se ve
reflejada en la conducta de los animales cuando defienden con
agresividad lo que ellos consideran es suyo.

Muchos animales machos demarcan su territorio y lo defienden con
fiereza. Entre los animales que no forman parejas estables, la hembra
no permite que ningún otro ser se acerque a sus hijos recién nacidos;
un animal padrote lucha ferozmente con otro macho que se acerque a sus
hembras en celo. Eso se explica porque luchan por la subsistencia de
la especie.

En el humano se pone de manifiesto esa reminiscencia, cuando es lo
suficientemente estúpido como para creer que sus pensamientos e ideas
son la verdad universal y que su propia existencia depende de esa, su
verdad. Por ello, cree lícito usar cualquier procedimiento para
defender esa supuesta verdad de la cual el cree que depende su
existencia y la de los suyos. Sus limitaciones intelectuales son de
tal magnitud, que juzga a los demás de acuerdo a sus parámetros
personales, lo cual le hace mantener sus ideas con inflexibilidad.
Esta conducta ha sido la causante de muchos derramamientos de sangre y
atraso social en el mundo entero.

Pensar en esa forma tiene como consecuencia la discriminación
dirigida hacia grupos o personas, que puede llegar a la segregación y
a la agresión, por el solo hecho de que éstos piensen, actúen o
simplemente sean diferentes. Las múltiples manifestaciones de este
fenómeno parten de la elevación como valor supremo de la propia
identidad, de algún aspecto particular como el étnico, el sexual, las
ideas políticas o religiosas, etc., desde el cual justificar no solo
el ejercicio de la exclusión del otro diferente, sino también hasta
su muerte. El intolerante considera que ser diferentes equivale a no
ser iguales en cuanto a derechos. En los políticos eso se conoce como
sectarismo.

Hay dos vertientes de la intolerancia: la individual, presente en
la vida cotidiana, cuyas expresiones más comunes son el racismo, el
sexismo y la homofobia, todos con efectos destructivos en la familia
y la intolerancia grupal que se manifiesta en las religiones e ideas
políticas, con un saldo de destrucción y genocidios de los cuales hay
numerosos casos en la historia de la humanidad.

Los latifundistas de Venezuela que se creen dueños de la tierra y
mejores que los campesinos, utilizan a sicarios para dirimir sus
diferencias con ellos.
Los gobernantes de Estados Unidos son recordados a lo largo de la
Historia por sus frases y acciones llenas de intolerancia.

A comienzos del siglo XX, en Estados Unidos, el presidente
Theodore Roosevelt emitió el Corolario de 1904 (Corolario Roosevelt)
afirmando que, si un país americano situado bajo la influencia de los
EE.UU. amenazaba o ponía en peligro los derechos o propiedades de
ciudadanos o empresas estadounidenses, el gobierno de EE.UU. estaba
obligado a intervenir en los asuntos internos del país "desquiciado"
para reordenarlo, restableciendo los derechos y el patrimonio de su
ciudadanía y sus empresas. Este corolario le dio “legalidad” a las
intervenciones de Estados Unidos en América Latina y el Caribe.

James Monroe en 1923 dijo: “América para los americanos” expresión
que se explica por sí sola. Los únicos americanos para los
estadounidenses, son ellos mismos.

El 11-6 George Bush hijo expresó: “el que no esté contra el
terrorismo está contra nosotros”, sin especificar el significado de la
palabra terrorista para ellos. La actuación posterior de sus tropas
en Afganistán e Iraq, demostró que fue una forma de decir que quienes
no apoyan el Imperialismo estadounidense son terroristas que serán
aniquilados. Esa idea simplista, excluye a los estadounidenses y sus
amigos de ser terroristas, y explica el veto permanente de EE.UU. a
toda sanción contra Israel por actos terroristas contra los palestinos
y países del Oriente Medio.

La intolerancia es fuente inacabable de contradicciones. Por eso
se desmoronó el Imperio Romano y dio lugar a los siglos tenebrosos de
la Edad Media en Europa, apuntalados por la Iglesia católica, un
dechado de intolerancia.

Coincidentes en el tiempo hubo efectos positivos de la
TOLERANCIA; nos referimos al desarrollo cultural de la Península
Ibérica bajo el dominio musulmán, durante más de 700 años del
oscurantismo de la Edad Media en el resto del continente europeo.

Ya en la Edad Moderna, la intolerancia jacobina aniquiló a la
Revolución Francesa. Así mismo la intolerancia stalinista acabó con
la experiencia socialista en la Unión Soviética. Ahora la intolerancia
de los los magnates de la industria y el comercio mundial está
destruyendo no sólo países, sino la vida entera en el planeta tierra.
Las contradicciones producidas por la intolerancia dentro de los
Estados Unidos, están debilitando al Imperialismo y serán las causas
de su caída más pronto que tarde.

Quienes aspiran a un mundo mejor, debemos aprender a ser
tolerantes para ayudar a que las contradicciones de la intolerancia
acaben con los enemigos de la paz, la democracia verdadera y la
libertad. Diríamos que debe ser una tolerancia intransigentemente
siempre en guardia y apegada a la democracia, evitando convertir a los
intolerantes en víctimas, pero señalando la intolerancia como un
estigma inaceptable para los seres humanos. En mi opinión, la forma
más expedita de derrotar la iniquidad de la intolerancia, es
alcanzando una gran estatura intelectual, mediante el estudio
continuo y sistemático de los fenómenos sociales, acompañado del uso
de un lenguaje y una “praxis” inteligente, de gran humildad, en
permanente oposición a la intolerancia. Es pertinente repetir cada
día la expresión de Rabindranath Tagoré: "Donde no hay coexistencia
hay codestrucción".

rengifoa@gmail.com


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