Somos colonia cubana



Dado que algunos en la MUD y sus empresas de comunicación o son o se la dan de analfabetas políticos -algunos realmente lo son- y que, lamentablemente algunas de las personas que los siguen, no solo no tienen memoria histórica sino tampoco conocimientos básicos de política y geopolítica, debemos repasar algunos conceptos fundamentales para disertar sobre determinados disparates que últimamente se han dicho sobre Cuba y Venezuela.

En términos geopolíticos, una Alianza es un conjunto de acuerdos estratégicos que se realizan entre dos naciones de características más o menos comunes, con intereses en común y realidades comunes o complementarias; de manera que los acuerdos realizados entre estos países serán de beneficio mutuo y estarán sustentados en las necesidades reales de estas naciones. Ejemplos muy famosos de alianzas permanecen en la memoria de la humanidad: aliados fueron Gran Bretaña, Rusia y Austria contra la Francia de Bonaparte en el siglo XIX, aliados fueron Alemania e Italia durante la I y II Guerra Mundial, y aliados fueron y siguen siendo Inglaterra y los Estados Unidos desde hace más de medio siglo.

A diferencia de un lazo geopolítico de alianza, en una relación de neocolonialismo no existe el carácter de interés mutuo o complementariedad puesto que la relación no se establece entre representantes de ambos pueblos que interactúan de manera equilibrada en función de los intereses de ambos, por el contrario, este tipo de relación se establece entre una potencia extranjera y elementos del otro país que están bajo el servicio no de su propio pueblo, sino de dicha potencia extranjera; de manera tal que los acuerdos a los que se puedan llegar no serán en modo alguno en beneficio de ambos pueblos, sino de preponderancia de intereses geopolíticos, económicos y militares de la potencia dominante sobre la nación sometida. Esta realidad la hemos padecido durante mucho tiempo los pueblos de la América Latina con respecto a los Estados Unidos.

Para que esta relación de dominación geopolítica de una nación sobre otra se desarrolle, la nación dominante evidentemente debe tener una cantidad de recursos de índole económica, científica, militar y tecnológica muy superior al país dominado, he allí el meollo del asunto: Cuando hablamos de los Estados Unidos nos referimos a la mayor potencia de toda la historia, con la mayor cantidad de recursos económicos, científicos, tecnológicos y militares jamás vistos por la humanidad. Por el contrario, Cuba es un país pequeño, con características más o menos similares a los demás países de América Central y el Caribe; ni aun queriendo Cuba podría someter a Venezuela a la condición de satélite dentro de su geopolítica internacional, cosa que en efecto Estados Unidos sí ha hecho y continúa haciendo ya no con Venezuela, pero si con un significativo número de países, no sólo en América sino en todo el mundo. Cuba carece de los recursos necesarios para insertar a Venezuela en su geopolítica; en todo caso podría ser al revés si de eso se tratara puesto que Venezuela es en la actualidad una potencia regional en la América Latina, pero afortunadamente la relación entre el pueblo cubano y venezolano ha sido de cooperación mutua, una relación en la que ambos pueblos se han beneficiado.

Solo un ignorante o un mentiroso podría establecer paralelismos entre Cuba y Estados Unidos como potencias imperialistas, en principio repito, porque Cuba no es una potencia y Estados Unidos la mas grande de la historia. De manera que las insurgentes relaciones de complementariedad que se han venido desarrollando entre países como Venezuela y Cuba, Venezuela y Ecuador, Venezuela y Bolivia entran por vez primera para nuestro país en el escalafón de alianzas; por primera vez estamos dirigiendo nuestra agenda geopolítica, ya no somos un satélite en la estrategia geopolítica de una potencia.

Por otra parte, la transferencia tecnológica es un punto muy importante para reconocer el tipo de relación establecida entre dos naciones. En Venezuela durante los anteriores gobiernos vasallos supeditados al gran capital transnacional, los acuerdos comerciales se limitaban a instalar en nuestro suelo importadoras o ensambladoras de productos manufacturados de empresas de alguna potencia extranjera, pero todo el beneficio recaía sobre dicha potencia, y en el momento que lo decidiera esta empresa cerraba sus puertas en el país retirando sus plantas ensambladoras, trasladándolas a otra parte sin que jamás hubiésemos obtenido con ello el beneficio real: el desarrollo del conocimiento tecnológico que nos permitiera producir por nuestros propios medios tal clase de productos manufacturados como automóviles o motos, por sólo decir algo. En cambio, hoy en Venezuela todos los convenios firmados con nuestros países amigos que impliquen fabricar algún producto aquí, lo primero que establecen es el carácter de transferencia tecnológica, es decir, que estos países y sus empresas se comprometen a facilitarnos la tecnología para la producción nacional autónoma de tales productos; en la práctica tenemos experiencias como las de los tractores venezolanos Ven-Irán, producidos en el país con tecnología inicialmente iraní pero que ahora también es nuestra, con nuestras propias ensambladoras y nuestra mano de obra; estamos dejando de ser un mero exportador de materia prima y comprador de productos manufacturados, lo cual constituye un punto de suma importancia porque el desarrollo industrial es lo que verdaderamente determina la diferencia entre los países pobres y los ricos a nivel mundial. Convenios como este jamás los hubiésemos podido firmar y, de hecho, jamás se firmaron con algún gobierno de las potencias imperialistas de siempre o con alguna empresa proveniente de estos países; por el contrario, estos siempre han jugado con control de la tecnología como mecanismo de dominación y colonización económica sobre nuestros pueblos.

Quienes hoy hablan de "soberanía" refiriéndose a una supuesta y muy absurda tesis de influencia cubana en Venezuela son los mismos que en el pasado entregaron nuestro país a intereses de potencias extranjeras y buscan la presidencia para entregar nuevamente nuestra soberanía. Ellos dicen que no es así, pero su discurso los delata: No encontrarán una critica contra el gobierno de USA y sus sanguinarias invasiones en todo el mundo por parte de ningún vocero de la MUD ni de ninguno de sus dirigentes como Ledezma, Aveledo o Capriles.

Lo que mas le duele a las potencias colonialistas de siempre es la alianza militar, que si existe y lejos de molestarnos nos debe enorgullecer, porque ahora tenemos alianzas reales que implican defensa mutua en caso de agresiones extranjeras ¿O es que acaso solo gringos y los ingleses tienen derecho a defenderse mutuamente? Mas aun cuando ellos mas que defenderse lo que hacen es atacar a los demás, nosotros ahora nos defendemos juntos, para que no ocurra nunca mas lo que sucedió con Argentina en la guerra de las Malvinas, cuando Inglaterra y USA irrespetaron la soberanía de un pueblo latinoamericano y los demás se quedaron viendo. La amenaza de Inglaterra de ingresar por la fuerza a la Embajada de Ecuador en Londres para sacar por las malas a Julian Assange y el posterior recule ante la posición firme, en bloque de la UNASUR es una muestra de que los tiempos han cambiado, todo el mundo se da cuenta de eso... menos la MUD.


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Ronald Muñoz

Comunicador y escritor.

 el_iniciado@yahoo.com      @ronaldmcaracas

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