El holograma de Chávez

¿Cómo se distribuyen coherentemente en un colectivo las ideas de un individuo? ¿Cómo tanta gente es Hugo Chávez? Trataré de explicarlo:

Si un pueblo no hubiese reconocido a Simón Bolívar no hubiera habido Bolívar. Se produce un enlace entre pueblo e individuo que explica el desarrollo colectivo, el diálogo, el crecimiento mutuo. A Chávez lo vimos crecer junto a nosotros, nutriéndonos mutuamente de ideas, experiencias, lecturas, aprendizajes, noviciados. Mutuas inseminaciones que nos fertilizaron hasta llegar a este momento de Venezuela cigüeñal del universo.

No sabíamos hablar. Oscilábamos entre el discurso de orden y la Torre de Babel, o bien hablábamos con el acartonamiento de los políticos y académicos o con el staccato de notas dispersas del lenguaje no académico, incomprensible, disperso, incoherente, con una estructura precaria, fragmentaria, mutilada. Las palabras apenas se conectaban entre sí. Ahora oímos un discurso completo, coherente. Siempre hay caletreros, pero son los menos. Y, espero, con poca influencia.

Chávez venía de lo más denso de la cultura venezolana. Cuando ya esa poesía moría destruida por el plástico, Chávez la reintegró en sus coplas, sus cantos, su ex-presión, su cordialidad, su confianzudez, su desplante, su atrevimiento, su «huele a azufre», su «por ahora», su «you’re a donkey, Mr. Bush». No se identificó con Venezuela porque era Venezuela. No se disfrazó de indio porque era indio. Vivió en toda Venezuela, no había rincón del país que no conociera minuciosamente.

Su inteligencia no solo era admirable porque pensaba con claridad sino porque había logrado, por todo lo antes dicho, un trenzado máximo con la nervadura nacional. Pensaba por todos porque pensaba con todos.

La apoteosis de ese trenzado fue el llamado Mitin de las Siete Avenidas, bajo aquel aguacero desusado en una ciudad de aguaceros. No salir en ese momento a compartir el agua con la multitud habría sido una abdicación. Chávez entendió con todos que debía, por su reciente radioterapia, prácticamente inmolarse. No hay que ser médico para deducir lo que eso significa en una persona con defensas bajas y aquejada de cáncer.

Espero haber expresado un tramo al menos de lo mucho que no sé decir en estos momentos tristes y eufóricos.

roberto.hernandez.montoya@gmail.com


Esta nota ha sido leída aproximadamente 18760 veces.



Roberto Hernández Montoya

Licenciado en Letras y presunto humorista. Actual presidente del CELARG y moderador del programa "Los Robertos" denominado "Comos Ustedes Pueden Ver" por sus moderadores, el cual se transmite por RNV y VTV.

 roberto.hernandez.montoya@gmail.com      @rhm1947

Visite el perfil de Roberto Hernández Montoya para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Roberto Hernández Montoya

Roberto Hernández Montoya

Más artículos de este autor