Mientras el ecumenismo es un abanico abierto de inclusión y de potencialidades humanas hacia su propio desenvolvimiento, el fascismo es el discurso de la guerra, del terror y de la muerte, el túnel sin luz de un fundamentalismo, que hace uso de un teocentrismo medioeval, inquisidor, de cruzadas. De un antropocentrismo machista, sin asidero de sol, cielo y cosmos, sin la estrella de sus mujeres como madres, esposas e hijas: compañeras inseparables en la emancipación y liberación; nacionalismo manipulado al margen de la solidaridad entre los pueblos, universalismo vacío, sin patria, sin región, sin comunidad y sin comuna, sin vecino y sin prójimo; de una sociedad global, sin geografía y sin historia, donde una élite política al servicio del gran capital imperialista, escribe en nombre del futuro, la negación del futuro, de la especie humana y de la vida del planeta.
DESESTABILIZACIÓN COMO NORTE
Desestabilización y desconocimiento de sus instituciones es el norte fascista por parte del imperialismo en aquellos países claves para su estrategia, saqueo de petróleo y otras reservas esenciales a fin de darle continuidad al festín del consumismo desenfrenado de este capitalismo moribundo, que con sus pataletas agónicas, puede llevarse por delante la vida del planeta.
QUE ES EL FASCISMO, AYER Y HOY
El fascismo no es otra cosa que la visión capitalista del “máximo beneficio con el mínimo esfuerzo”, llevado al plano de la guerra, del exterminio masivo de hombres y mujeres, árboles, ríos, aire, tierra, animales y plantas con la finalidad de salvar un sistema decadente y moribundo, mediante cualquier tipo de armas, nucleares, químicas y de todo lo destructivo de que dispone hoy la tecnología en la “Era del idiotismo digital”, como lo hace el Estado de Israel contra el noble y heroico pueblo palestino. Esto con el propósito de salir de su crisis, apoderándose de las riquezas del suelo y del subsuelo de los países colonizados tal como lo vemos en Irak, Libia, Afganistán y en todo el proceso de desestabilización del Medio Oriente y norte de África, sin que a ello escape del todo el Asia; proceso de desestabilización que hoy incluye a “Nuestra América” o “Abya-Yala”, con su nueva estrategia de la alianza del Pacífico y su tentativa de volver a imponernos el ALCA y la privatización neoliberal, como lo denunció el Presidente Nicolás Maduro en Cochabamba.
INTERVENCIONISMO Y GUERRA
Sin embargo, hay que aclarar, que el fascismo antes que nada, crea las condiciones subjetivas y objetivas para la guerra mediante la dictadura mediática mundial y su red de medios privados al servicio del gran capital, la guerra sucia desinformativa, la guerra económica, política y cultural contra los países que buscan su independencia y soberanía, como es el caso de Venezuela, los países del ALBA, a otro nivel Brasil y los países del Mercosur. Desconoce en redondo orden constitucional y legalidad, reconoce sólo aquello que le sirve para promover la continuidad de la desestabilización política mediante la subversión abierta y solapada, jugando siempre con dos cartas: la democrática y la ilegal golpista, haciendo del golpe un ensayo permanente y sostenido. Para ello, se apoyan en los sectores medios de la población, combinándolo con el sector estudiantil privado, de clase media o de algunas universidades autónomas, sometidas por políticas prolongadas de castas profesorales a continuos filtros con tendencias a la clasemedización y blanqueamiento progresivo, con la finalidad de derechizar y evitar a toda costa que estos sectores se vuelvan revolucionarios y terminen de cambiar la correlación de fuerzas políticas y sociales a favor de los grandes cambios estructurales.
UN PRESERVATIVO PARA LA IZQUIERDA
Si el socialismo se volviera fundamentalista, podría degenerar en un neo- stalinismo, en pseudorreligión política de Estado, asumiendo en el fondo, el mismo discurso único de Occidente, más allá de sus propósitos y diferencias insalvables con el capitalismo en materia de propiedad social de los medios de producción y en otros aspectos claves de la vida colectiva; se convertiría en el nuevo becerro de oro del cientificismo tecnoburocrático como vieja herencia del discurso único de la ilustración y por tanto totalitario, contra el proteico discurso pluricultural y multisocietario de los pueblos y comunidades; vale decir, sería una vuelta al mito-consigna- racista, anticultural, patriarcal y colonial de: “¡civilización o barbarie!”, columna vertebral de la dominación cultural anglo-norteamericana; conllevaría por ello a una desnaturalización de la izquierda y de su proyecto original y al específico desenvolvimiento histórico y social de largo alcance societario, de gran complejidad en su tejido político, económico, social, cultural y de su entramado cósmico en la ecodiversidad. De allí la distancia cultural que debemos observar como fuerza independentista, de resistencia y emancipación, frente al fascismo cultural hispanocéntrico de “la cultura única mestiza”.
CLAVES PARA LA DOMINACIÓN IMPERIALISTA
También busca el fascismo del capitalismo imperialista, trabajar a tiempo aquellas etnias/naciones o pueblos claves ubicados en espacios geo-estratégicos, que puedan inclinarse hacia el socialismo para ponerlos a jugar un papel de vital importancia en seguridad y defensa del capitalismo, desarrollando todo su poder militar- ofensivo en alianzas con el bloque político-militar dominante (USA/OTAN). Tal fue, como hemos dicho, el caso de la creación del Estado de Israel a través del sionismo político europeo (1948). Estado de Israel que fue rechazado por Alberto Einstein, judío-socialista, quien opinó, sin equivocarse, que el Estado de Israel crearía más problemas que soluciones….. Y ahora Colombia, como nueva amenaza en Sur y Centro América. Para no hablar de la cacareada “neutralidad” de Costa Rica, la cual terminó de quitarse la careta, no sólo por el papel sutil y encubierto cumplido en el golpe de Honduras, sino también por su abierto realineamiento en la estrategia de la guerra imperialista del Pacífico, aunque con un papel distinto al de Colombia, sobre todo, en el plano diplomático. Si bien no al margen de la presencia de bases militares estadounidenses.
EL FASCISMO: ACOPLE AL MUNDO AL REVÉS
El mundo al revés de Eduardo Galeano se pone de manifiesto en el discurso fascista:-Como pseudorreligión, pone patas arriba el Mensaje Evangélico para convertirlo en nueva arma de guerra, de agresión laica, con una cara religiosa oculta para impulsar la pseudo-evangelización compulsiva y unilateral, fanatizante y agresiva en gran escala, en todo el planeta. Con sus ejércitos de religiones y algunas ONG laicas made in USA (o made in Europa, en nombre de la resurrección de la Santa Alianza, hoy representada por la OTAN, invocada por la rastrera y traidora oligarquía bogotana, negadora de sus propios orígenes como pueblo, de la herencia libertaria y emancipadora de la resistencia indígena, afroamericana, comunera y bolivariana).-Invierte el papel de la libertad y la democracia, desencadenando la bella durmiente del racismo, el lacerante eurocentrismo, la dominación burguesa y patriarcal, con la inevitable exclusión social y humana. -Invierte el papel de la política, descendiendo al terreno de una infra-política (o barbarie en nombre de “la civilización” unilateral). El terrorismo, la agresión y la guerra como principio y fin de la política: “el fin en tanto justificación de los medios”.-Invierte el papel de la economía, echando el resto para que un capitalismo anti-económico acabe con la sostenibilidad y auto-sustentabilidad de la vida.-En consecuencia, anti-ecológico al ALCAhuetear al capitalismo para que con el consumismo desenfrenado y el desarrollismo extremo, atente contra la continuidad de la vida en el planeta.