Derecha sin juventud o sin juventud derecha

Venezuela y en general América Latina, lo sabemos, es un territorio de gentes mayoritariamente joven, sin embargo algunos sectores juveniles acomodados del país no actúan como tales o muestran conductas diferentes a la jovialidad y la dinámica física e intelectual, propias de esa fase de la vida. Y son precisamente los nacidos en hogares con holgura económica generada por sus padres, quienes se van perfilado con tendencias al egoísmo, al individualismo y los pensamientos fantasiosos, características del futuro hombre o mujer de ideología derechista capitalista. Indudablemente que tal herencia en pensamiento y acción no seria censurable si en efecto asumieran la responsabilidad y el reto de dirigir empresas productivas nuevas o legadas, empresas con propias finanzas, tecnologías y organización que, quizás sin querer hacerlo, presten un servicio o satisfagan una necesidad a la sociedad en general, mas allá del interés central de acumular capital y escalar estatus que los diferencie cada vez mas de las mayorías habitantes de este generoso país. Pero parece no ser así, los jóvenes de este estrato social crecen sobre-suplidos en lo material, quizás sea esto lo único que reciban dado el poco tiempo afectivo que se les dedica ellos. Sin embargo esta acumulación parece no satisfacerlos, no obstante el esmero por darles los superhéroes de moda, los vehículos miniatura, las muñecas maquilladas y vestidas a la moda, las maquinas de juegos de guerra de ultima generación con premios por el numero de muertos, etc, etc.

El tiempo les transcurre a estos jóvenes inmersos en las series de televisión ofrecidas como medios de socialización humana pero que en su contenido lo que fomentan es la vanidad, la competencia desleal, la burla, el consumo de objetos innecesarios, la gula y modales indeseables y irrespetuosos en las relaciones entre jóvenes y con adultos.

Pero esto no queda allí, en el ámbito escolar estos jóvenes entran en la vorágine de la competencia por optar a los privilegios que otorga la institución y sus docentes a quienes se destaquen con obsequios o simpatías, capaces de cubrir todo acto de indisciplina o daño que pudiese haber causado. Es común escuchar de maestros tener que lidiar con niños problemas que no acatan ninguna instrucción y son causa de conflictividad en el aula por intolerantes y agresivos con sus compañeros. Ante tal situación también se escucha que, no obstante las repetidas citaciones, sus representantes no acuden o terminan justificando la actuación del hijo (a) o representado (a) derivando la culpa a la institución o al docente, avalando solo la apreciación amañada de su pupilo. En su lucha por justificar la diaria rutina de levantarse y asistir a la escuela este joven antes tipificado, hace lo imposible por apoyarse en otros compañeros que bien identifica por su generosidad e inteligencia, logrando siempre los apuntes que nunca tomó y obteniendo las respuestas correctas a las pruebas, logrando por lo general superarlas e ir ascendiendo grado a grado para orgullo de quienes los procrearon. Mas adelante, ya con más independencia, estos jóvenes no rinden cuenta de sus desempeños social y académico, es entonces cuando sin criterio distribuyen el tiempo a su mejor entender, privilegiando el ocio a través de los múltiples, preferiblemente veloces mecanismos que las telecomunicaciones y la cibernética les ofrece, buscando el acompañamiento de otros de quienes, por apuestos o bellas, se presume lo sabe todo de la vida, algunos aportándoles algo útil que no entienden o nada y otros que lo capturan para hacerlo su seguidor. Son largas las horas, despierto o dormido, de incertidumbre por el ¿que hacer?, ¿que hacen otros?, ¿que no tengo?, ¿como evado compromisos?, ¿a quien culpo?, etc, etc. No obstante las dudas, no expresan interrogante o punto de vista alguno a cualquier adulto porque a priori estima que obtendría respuestas anacrónicas o interesadas o porque simplemente nadie puede superar su “autosuficiencia”. Así, llevado por los eventos de la vida el joven ya adulto logra estatus ya no tanto por lo que sabe sino por lo material que va logrando recibiendo o comprando. Se inicia con los “autos”, lo primero es el automóvil, porque, hacerse transportar por el transporte público no da estatus e impide hacerse notar por el sexo opuesto, luego la ropa de moda pero también de marca, especialmente la que “cuesta” así se sepa que es a precio de especulación. No menos importante es la autoselección de pareja, esa que nunca termina y que pasa de una a otra, siempre en búsqueda de la excelencia ya prefabricada porque no se esta dispuesto a moldear nada, ello no obstante la facilidad express de separarse o divorciarse sin traumas, aun habiendo procreado, porque los niños es cosa que pueden resolverle otros familiares. La autosuficiencia no para y es así como aspiran ser empresarios independientes para ganar bastante dinero en poco tiempo y con el menor esfuerzo, la idea del proyecto y el plan de negocios no es prioritario, eso se va definiendo en el camino, siempre habrá la ayuda de padres y amigos a quien se les ha vendido la idea, dejando a un lado a los pesimistas que se las objeten. Así le va transcurriendo la vida, con el desanimo que producen los fracasos y el cierre de oportunidades, al joven capitalista comienza a apreciar que es su mismo país y las instituciones quienes frenan sus posibilidades de crecimiento ya que no se explican como familiares y amigos en otros países la pasan mejor. Y es así, la pasan mejor, pero, pero, ocurre que la adaptación a las leyes y a la cultura de esos países son condición para su éxito personal. No puede este joven pretender desenvolverse con la improvisación acostumbrada en su país; la inversión inicial debe ser con recursos propios hasta que opte a créditos cada vez mas escasos; no es posible que pretenda ganancias por encima de lo establecido en ese país; quien se emplee debe estar claro que vive para trabajar y aunque existen bonitos espacios de recreación, no hay tiempo para disfrutarlos; es prioridad estar al día con los impuestos; reconocer que toda indisciplina cometida tiene respuesta inmediata con represión y acusación legal, por lo que las protestas deben ser -muy pacificas-.

Como adulto mayor lamento las condiciones de vida y sobrevivencia que se le presenta a la mayoría de los jóvenes de estos países latinoamericanos, ello porque por un lado están sometidos a la influencia del consumismo exagerado y enfermizo que nos los deja realmente ser y que los impulsa al tener como expresión de éxito, también lo lamento porque la educación que están recibiendo, aparentemente orientada a formarlos como –emprendedores-, esta enfocada en la prestación de servicios y la intermediación, mas que en la necesaria actividad de producción de bienes y servicios aplicando ciencia y tecnología en procura de mayor calidad y menores precios accesibles a mayor número de consumidores y con ello a mayores ventas y ganancias, si es ello lo que se persigue.

Tratando este tema desde el punto de vista netamente economicista, aunque sabemos tiene un impacto social, Venezuela, según las estadísticas disponibles, no solo ha incluido un mayor número de sus habitantes al contingente de consumidores, sino que además estos poseen el mayor poder adquisitivo de Latinoamérica, pero además tienen gustos refinados; hasta ahora no se fijan mucho en el costo de lo que compra porque no soportan a que algo les falte. Bajo todo este esquema pareciera entonces que cualquier negocio no tendría porque fracasar, a menos que la harta conocida infidelidad entre socios sea el motivo de fracasos. Disponemos de importantes reservas de materias primas que podemos procesar y sustituir así productos que nos llegan del exterior, sin embrago debe existir el talento y la fuerza de noveles empresarios que se entiendan éticamente, que se complementen y hagan compromiso por aportes igualitarios en lo intelectual y lo material.

Entonces, la invitación es a que los jóvenes depongan actitudes negativas adquiridas en sus hogares y en el medio en el cual se desarrollaron, que venzan paradigmas opositores a su crecimiento humano, que se empoderen y responsabilicen de de su futuro, que acepten sus corresponsabilidades con el desarrollo del país y sus sociedad, pero además cuidando que, una vez vayan logrando éxitos personales y materiales estos no se conviertan medios para arribar a estatus que los lleve a considerarse con privilegios que los califique como una clase especial capaz de arrollar a quienes son sus colaboradores y a sus propios clientes o usuarios.

Podíamos ir concluyendo que, el mismo hecho de haber nacido en este planeta trajo consigo nuestros propios riesgos, algunos nacen enfermos, otros nacen pobres, algunos sin padre o madre, otros sin vivienda que los cobije, algunos en países donde vivimos están sujetos a frecuentes tragedias naturales, otros países no son democráticos ni plenamente libres, en fin, riesgos sobran, lo importante es entonces que quien no haya llegado a este mundo con alguna de las limitaciones antes señaladas pueda sentirse satisfecho de la calidad de vida que le toco y luche en consecuencia al menos por mantenerla y mejor aun mejorarla a bese de propio esfuerzo intelectual y físico, privilegiando el trabajo como el medio digno para logros sólidos y éticos. Tomar caminos o mas bien las autopistas que la sociedad nos quiere imponer a bese de la velocidad en la obtención de resultados aun cuando nuestra madurez no pueden genéralos y abortarlos sería contranatura, es una de las causas de frustraciones que acumuladas producen la desorientación que observamos en muchos seres que no logran el autocontrol de sus conductas y acciones porque no dedicaron el tiempo necesario para conocerse a si mismo, con sus virtudes y sus defectos, sus potencialidades y sus limitaciones, causando que los paradigmas que han internalizado pertenezcan a otros en condiciones de préstamo o de alienación.

Comencemos seriamente a valorar lo que somos, lo que es nuestra familia, lo que es nuestro país, todo con sus defectos, problemas y limitaciones y hagamos propuestas y compromisos para mejorar las condiciones actuales, aplicando las virtudes y potencialidades que si tenemos.

Finalmente, y ya volviendo al título, un joven que se alinee ideológicamente a la derecha se esta perdiendo de la oportunidad y mas que ello de la obligación de explorar lo colectivo, de pertenecer a equipos para el trabajo eficaz y productivo, donde se comparten conocimientos, experiencias y se celebran logros comunes. Donde se conoce de las verdaderas y desinteresadas amistades que apoyan y enriquecen nuestras visiones y expectativas por un mundo con optimismo, con oportunidades a buscar y un desempeño con libertad para participar en propuestas y decisiones. No reconocer que se esta rodeado de necesidades satisfechas y que nos merecemos per se mas de los que el medio puede proporcionarnos, porque hay otros que también tienen necesidades, es transitar una vida triste que se deja llevar por un río de envidia y odio. La ideología de izquierda no es el empobrecimiento y el fracaso económico y social como se ha querido mediatizar por las corporaciones que pretender salvar al capitalismo destructor del planeta y sus habitantes, no, las gentes de izquierda han cultivado una mentalidad de solidaridad y unión como valores de práctica diaria lo cual asegura condiciones humanas capaces de conformar equipos para toda iniciativa exitosa en lo social y/o económico, que en efecto produzca lo mas preciado por los seres en su transito por la tierra: la felicidad.

 

cqve46@gmail.com



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