Capital Financiero Especulativo: impunidad ideológica y complicidad (I)

PRESENTACION

En diferentes talleres de análisis de coyuntura en los años 2012-2013, se presentaron como amenazas un conjunto de indicadores como la devaluación del bolívar, el ascenso sostenido  del dólar paralelo, los índices inflacionarios, el déficit fiscal, la caída de las reservas, la escasez y el desabastecimiento,  la fuga de capitales con las empresas de maletín. Tal cuadro problemático se ha venido agravando ahora en el 2014  y parecieran incontenibles. Por ello,  en dicho talleres pusimos en cuestión la manera como se viene abordando esta situación, planteando líneas de investigación dirigidas  a colocar en su sitio los justificativos y explicaciones que se vienen utilizando

En tal sentido, propusimos colocar el acento de este esfuerzo en afectar el clima de capitulación y de entrega teórica ante estas dificultades. De allí la importancia de la batalla de idea en torno a:

  1. La impunidad ideológica, que permite aceptar sin crítica las posturas pragmáticas e empiristas, las cuales contrabandean las políticas monetaristas y neo-liberales.
  1. La complicidad con las corruptelas que se asocian a las políticas fiscales cambiarias y  monetarias, fortaleciendo  al capital financiero especulativo.

A lo largo de estas entregas vamos a analizar los diversos componentes involucrados en estos dos aspectos: las incidencias ideológicas del pragmatismo-empirismo y el rol de la complicidad en la corrupción.

I.- EL PRAGMATISMO-EMPIRISMO AVANZA DESCONOCIENO LAS BASES PROGRAMATICAS DEL PSUV

Uno de los legados del chavismo, convertido en DOCUMENTO FUNDACIONAL, son las BASES PROGRAMATICAS DEL PSUV, donde se plasma de una manera inequívoca la concepción  del modelo  productivo socialista y la teoría que le sirve de soporte.

En tal sentido, se plantean las siguientes orientaciones programáticas:

“La lucha contra la explotación capitalista implica necesariamente el manejo del instrumental teórico de la crítica de la economía política formulada por Marx, y la construcción de un nuevo sistema de cuentas nacionales, sustentado en este instrumental teórico, que permita establecer nuevos indicadores para la planificación y para la evaluación del desenvolvimiento de la economía…”

 “ Una premisa fundamental para el desarrollo de un nuevo modelo productivo es la ruptura con el conocimiento y la racionalidad burguesa y su metafísica de la economía, particularmente lo atinente a las formas de contabilizar y cuantificar el desarrollo económico reduciéndolo a crecimiento. Esto incluye la propia noción de crecimiento [variación porcentual de transacciones financieras –valor monetario- de la producción de bienes y servicios]; la teoría subjetiva del valor; la teoría marginalista; la preponderancia de la esfera de la circulación [el mercado] frente a la producción; la concepción de la industrialización; la fragmentación que  ver integralmente la economía y su relación con las dimensiones políticas y sociales, especialmente las relacionadas con el bienestar de la vivencia humana, así como la exclusión de la actividad reguladora del Estado que sacrifica la economía al “libre mercado”, es decir, a los intereses de las corporaciones monopólicas…”.

En este párrafo de las BASES PROGRAMATICAS queda planteada la impugnación a la epistemología  capitalista:

a.- Ruptura con el conocimiento y la racionalidad burguesa y su metafísica de la economía.

b.-Crítica a las formas de contabilizar y cuantificar el desarrollo económico reduciéndolo a crecimiento

c.-Esto incluye la propia noción de crecimiento [variación porcentual de transacciones financieras –valor monetario- de la producción de bienes y servicios, la teoría subjetiva del valor; la teoría marginalista;

d. Igualmente, se cuestiona la preponderancia de la esfera de la circulación [el mercado] frente a la producción.

Más adelante, en las mismas BASES PROGRAMATICAS,  se reitera el marxismo como crítica de la economía política de la transición:

 “…Se requiere tomar el instrumental teórico de la crítica de la economía política formulado por Marx y enriquecido por autores marxistas para fundamentar una crítica de la economía política de la transición que dé respuesta a los problemas generales pero también a los concretos e inmediatos. En particular es necesario rescatar la ley del valor que propone un esquema de análisis del capitalismo basado en la jerarquización del proceso productivo y en la centralidad de la explotación y que analiza los fenómenos comerciales y financieros refiriéndolos a su determinación productiva…

Aquí es importante destacar dos cosas:

  • La ubicación de la Ley del valor como jerarquización del proceso productivo y  la centralidad de la explotación.
  • El análisis der los fenómenos comerciales y financieros refiriéndolos a su determinación productiva.

Reivindicando este enfoque que  se reseña en las BASES PROGRAMATICAS, nos hemos hecho un conjunto de interrogante que coloca en tela de juicio la fidelidad ideológica con el anterior legado chavista:

  • ¿DESDE EL AÑO 2010, FECHA DEL CONGRESO DONDE SE APRUEBAN LAS BASES PROGRAMATICAS DEL PSUV, QUÉ PLAN, PROGRAMA O PROYECTO SE HA ELABORADO CON LAS ANTERIORES PREMISAS MARXISTAS? ¿QUIÉN ASUME LA RESPONSABILIDAD POR NO EMPLEAR  ESTAS ORIENTACIONES?
  •  ¿POR QUÉ SE HA DEJADO PASAR POR DEBAJO DE LA MESA LAS POLÍTICAS MONETARISTAS QUE NO TOMAN EN CUENTA LAS ORIENTACIONES MARXISTAS QUE ESTÁN EN LAS BASES PROGRAMÁTICAS DEL PSUV?
  • ¿CÓMO HEMOS DEJADO QUE GOBIERNEN LOS PRAGÁTICOS – EMPIRISTAS QUE HACEN CAUSA COMUN CON EL MONETARISMO NEO-LIBERAL ANTE LA CRISIS?
  • ¿QUIÉN LES DIO EL MANDATO O EN QUÉ CONGRESO SE APROBÓ MODIFICAR LAS BASES PROGRAMÁTICAS DEL PSUV Y EN SU LUGAR EMPLEAR CATEGORIAS, METODOS Y TÉCNICAS BURGUESAS?
  • ¿LOS AUTORES DE TALES CONTRABANDOS VAN A TENER LA HONESTIDAD INTELECTUAL DE PLANTEAR ABIERTAMENTE SU FILIACIÓN MONETARISTA ANTE LAS POLITICAS FISCALES, CAMBIARIAS Y MONETARIAS?

Las anteriores interrogantes ayudan a precisar los campos: quiénes estamos con el legado del Cmdt. Chávez y quiénes están al borde de la capitulación intoxicados con la prédica neo-liberal y las presiones del capital financiero.

Esta problemática en curso, nos interpela con un asunto inapelable, donde nadie se puede hacer el loco, por lo tanto tales preguntas son ejes temáticos  de una discusión de fondo de cara al congreso ideológico.

II.- LA MISTIFICACION DEL CAPITAL Y LA NECESIDAD DE LA CRÍTICA EPISTEMOLÓGICA.

En la anterior reseña de las BASES PROGRAMATICAS DEL PSUV, examinamos las características de la crítica de la economía política marxista y su vigencia en la transición socialista, siendo precisa la crítica de la preponderancia de la esfera de la circulación [el mercado] frente a la producción. En tal sentido se propone:

a.- La ubicación de la Ley del valor como jerarquización del proceso productivo y  la centralidad de la explotación.

b.-  El análisis de los fenómenos comerciales y financieros refiriéndolos a su determinación productiva.

Estos aspectos están enmarcados en una crítica epistemológica más amplia desde los aportes de método marxista, tal  como lo examinaremos parcialmente. (Para un estudio más exhaustivo recomendamos la lectura del ensayo de donde tomamos los siguientes fragmentos: “Proceso inmediato de producción y autonomía obrera”.15/02/2007. Para una versión más completa  ver http://www.aporrea.org/ideologia/a30979.html).Veamos a continuación la profundización de la crítica epistemológica marxista.

El capital como fetichismo que encubre la génesis de la riqueza social.

Uno de los principales rasgos del proceso de mistificación del capital se encuentra en el hecho de que el trabajo vivo (la fuerza de trabajo del obrero, su energía física y psíquica) se presenta como fuerza propia del capital. El trabajo muerto o trabajo pretérito (cristalizado en los medios de producción y en el dinero, pero que ha sido precedido por una "acumulación originaria" de capital fundada en el pillaje, la extorsión, la usura, la guerra, etc.) en manos del burgués se enfrenta al trabajo vivo como capital, a pesar de que en su génesis está el trabajo no pagado. En tal sentido, el capital como relación social (no como "cosa") no es más que trabajo objetivado, pero sin embargo, aparece como si él portara una cualidad "ontológica" que le permite crear por si sólo la riqueza, autovalorizarse.

Al respecto dice Marx en los GRUNDRlSSE:

"El capital está realizado ahora no sólo como valor que se reproduce a si mismo y por tanto se auto perpetua, sino como valor que pone valor. A través de la absorción en si mismo del tiempo de trabajo vivo, por un lado, y del movimiento de la circulación que le es propio (en el cual el movimiento del intercambio resulta puesto como el suyo propio, como proceso inmediato del trabajo objetivado) se comporta consigo mismo como lo que pone nuevo valor.

El capital se comporta ante la plusvalía como si fuera él su fundamento, como si lo hubiera creado,(...)"( ²)[...] el proceso de producción inmediato toma la forma del poder productivo del capital, que ya no puede reconocerse como el poder productivo del trabajo"

 Para Marx este proceso donde el capital aparece como el "valor que pone valor" está signado por una Inversión: el predicado aparece como sujeto, es decir, el capital siendo un producto de la plusvalía, (resultado del proceso de valorización donde el obrero restituye el valor del salario y produce trabajo excedente) aparece como el factor generador del proceso.

De allí que Marx también señale en EL CAPITAL lo siguiente:

"(...) De este modo la extorsión de trabajo sobrante pierde su carácter específico; su relación especifica con la plusvalía se oscurece, y a facilitar este resultado contribuye, como se puso de manifiesto en el Libro I, IV, el hecho de que el valor de la fuerza de trabajo se exponga bajo la forma de salario. La relación del capital se mistifica al presentar a todas sus partes por igual como valor remanente (ganancia).

El modo como la plusvalía se convierte en la forma de ganancia mediante la transición a través _ de la cuota de ganancia, no es sino la prolongación de la inversión sujeto y objeto operada ya durante el proceso de producción. De allí veíamos como todas las fuerzas productivas del trabajo se presentaban como fuerzas productivas del capital (...) Y esta relación invertida hace surgir necesariamente, ya en el plano de las simples relaciones de producción: una idea invertida congruente, una conciencia transpuesta, que los cambios y modificaciones del verdadero proceso de circulación se encargan de desarrollar",

En estas líneas Marx señala en primer lugar, como la extorsión del trabajo queda oscurecida en la relación salarial. La especificidad de la explotación desaparece y se encubre la relación capitalista a través de la inversión sujeto-objeto.

Esta relación invertida en el proceso de circulación, hace surgir también una idea y una conciencia invertida, es decir, para el "sentido común"  que aparece en la superficie es que toda ganancia es un valor remanente que surge en el intercambio, ficción ésta que el proceso de circulación se encarga de desarrollar.

Abundando en esta última cuestión, Marx dice:

"(...)Pero como la concurrencia, y por tanto, en la conciencia de sus agentes, todo se presenta invertido, también aparece invertida esta ley, es decir, esta conexión íntima y necesaria entre dos cosas que aparentemente se contradicen(...) Todo esto responde a un desconocimiento de lo que es la cuota general de ganancia y a la idea burda de que los precios se determinan en realidad por el recargo de una cuota más o menos arbitraria de ganancia sobre el valor de las mercancías. Pero estas ideas, a pesar de lo burdas que son, brotan necesariamente de la inversión que las leyes inmanentes de la producción capitalistas sufren dentro del mundo de la concurrencia. "

Las ideas burdas que surgen en el mercado, en la compra-venta de mercancías, hacen ver que la ganancia es un recargo que se le hace al valor de los bienes, de tal forma que no hay "rastros" de su verdadero origen.

En otro texto, TEORÍA DE LA PLUSVALIA, Marx establece un enlace entre el enfoque de la economía vulgar y el proceso de mistificación del capital:

"Tal como los economistas vulgares lo conciben, es pues, el interés y no la ganancia el que brota como una plasmación de valor del capital de por si, de la mera propiedad del capital, como una renta especifica derivada de éste. Desaparece todo resto de intermediarios: es pues, el fetichismo completo (..)"

"Desde el punto de vista de la economía vulgar, que pretende hacer pasar el capital como la fuente sustantiva del valor, esta es una fórmula perfecta, una fórmula en que las fuentes de la ganancia pierden toda fisonomía y en la que el resultado del proceso capitalista reviste una existencia independiente, desligado del proceso mismo (…)"

 Ahora en otro nivel que ya no son los precios o la ganancia, sino que es el interés, aparece de nuevo el proceso de inversión: el interés brota del capital no se sabe por qué arte de magia, como una renta derivada de si mismo, desapareciendo toda mediación con la esfera de la producción, se trata de un fetichismo completo que le viene al pelo a los agentes ideológicos de la burguesía: el capital es la fuente sustantiva del valor, no hay por tanto explotación ni extorsión del trabajo, sino que lo que existe es  un régimen de libertad, justicia e igualdad. La ganancia se convierte en un premio a la libre iniciativa y al riesgo, una especie de remuneración al ahorro y al esfuerzo personal del capitalista. De allí que el fetichismo no sea tan inocente, y como veremos a continuación, tal percepción de la economía está en sintonía con los intereses ideológicos de la clase dominante.

Papel de las relaciones aparenciales en esta mistificación del capital.

Para Marx todo el proceso que examinamos anteriormente está cruzado por un velo apariencial, siendo en tal sentido una realidad que no es evidente a simple vista, no es transparente a la percepción sensorial. Así encontramos el enmascaramiento de un conjunto de relaciones: entre la extorsión del trabajo y el salario, entre la plusvalía y la ganancia, entre la ganancia y el interés. Tales encubrimientos nublan el tejido social e histórico de las relaciones de producción capitalista.

Este proceso de "mistificación" del capital tiene que ver con la supeditación del análisis a la esfera de la circulación, de la distribución y el intercambio. En esta superficie de la realidad económica no se puede encontrar más que "apariencias", conduciendo a los capitalistas y sus agentes ideológicos al más burdo empirismo:

"(…) esta confusión de los teóricos revela mejor que nada como el capitalista práctico prisionero de la lucha de la competencia e imposibilitado para ahondar en modo alguno debajo de la superficie de sus fenómenos, tiene que sentirse incapaz para captar a través de las apariencias la verdadera esencia interior y la estructura interna de este proceso"

 Ahora bien, en este caso no tan sólo se trata de un obstáculo que confrontan los burgueses en el proceso de conocimiento, sino que tal error, omisión o escamoteo epistemológico, es funcional al interés de justificar la dominación, de legitimar el lucro y la ganancia fundada en la explotación del trabajo. De tal forma que el hecho de que no se trascienda la apariencia, el nivel del dato empírico, la sacralización de la apariencia inmediata, no es un problema de "neutralidad axiológica", de objetividad científica. Los intereses de clase ocultan todo nexo o articulación del proceso de producción, y en tal sentido existe un esfuerzo por:

- "que a nivel de la fábrica, el proceso de trabajo sea concebido como un proceso "natural" o como un hecho tecnológico, sin considerar su articulación con el "proceso de valorización".

- que el salario siga mistificando la relación entre el trabajo necesario y el  trabajo excedente.

- que la mercancía haga aparecer invertida la relación social, desapareciendo la distinción entre trabajo abstracto y trabajo concreto.

- que el dinero y el interés aparezcan automatizados, como dinero que crea dinero, y no como metamorfosis del trabajo cristalizado, riqueza abstracta que es generada por el trabajo"

Tal esfuerzo de encubrimiento y de apología por parte de los agentes Ideológicos burgueses es lo que Justifica que nos veamos Inexcusablemente comprometidos a Investigar y debatir con seriedad, develando tales relaciones aparenciales, pues de lo contrario estaríamos bajo la supeditación de tales mistificaciones y por ende ayudando en la preservación del dominio del capital, facilitándole su legitimación ético-política.

La óptica empirista en la percepción de la crisis.

Subsumidos bajo la racionalidad del capital que acabamos de criticar encontramos una serie de puntos de vista sobre la crisis, los cuales no superan el límite de lo aparente. De allí que sea muy común encontrar un conjunto de explicaciones donde abundan las descripciones empíricas con abultados datos y estimaciones estadísticas, informaciones descontextualizadas, desagregadas y sin conexiones internas. Así por ejemplo se señalan variados indicadores donde se manifiestan los factores de crisis: inflación, desempleo, déficit presupuestario, déficit de la balanza de pagos, etc, y las explicaciones de rigor sobre las causas de tales fenómenos se circunscribe a los problemas de oferta y demanda, a los cuellos de botella en los flujos monetarios.

En su conjunto estos enfoques sobre la crisis capitalista no superan la órbita de la circulación: intercambio mercantil, compra-venta de la fuerza de trabajo.

Partiendo de esta esfera exterior, resulta muy difícil establecer las verdaderas determinaciones de la crisis, quedando obviadas todas las conexiones del proceso productivo y su articulación contradictoria: el proceso de trabajo y la valorización, la dicotomía valor de uso-valor de cambio, el carácter dual del trabajo como trabajo concreto-trabajo abstracto.

Obviamente tampoco es posible derivar las relaciones que posee esta dinámica contradictoria con las deformaciones sectoriales e insuficiencias estructurales, y particularmente la relación con las diversas expresiones de la crisis: subconsumo, sobreproducción, caída de la tasa de ganancia.

Las anteriores consideraciones conllevan algunas conclusiones en torno a la necesidad de superar tales enfoques, a través de la elaboración de una teoría pertinente, que en nuestro caso particular se reivindica del marxismo crítico, es decir, superando los enfoques y concepciones dogmáticas como fue el caso del llamado marxismo soviético o “marxismo-leninismo”.

En las próximas entregas, examinaremos el papel de la renta petrolera en el encubrimiento del proceso inmediato de producción, apareciendo no solo como una economía postiza, parasitaria, sino como una caja negra, que va desde el primer momento que ingresan las divisas a PDVSA, siguiendo con  las estaciones y rutas que pasan por  los fondos-BCV, para finalmente caer en manos del capital financiero especulativo .Este proceso, con sus actores y relaciones impunes, lo abordaremos en la Parte III de este ensayo, desenmascarando a los operadores asociados a algunas entidades bancarias, verdaderos beneficiarios de los posibles  paquetes de ajustes que se quieren imponer . En tal sentido, existen importantes reclamos para que sigamos el ejemplo de economistas de la talla de Domingo A Rangel cuando escribió el ensayo “La oligarquía del dinero” o el camarada Pedro Duno con su texto “Los doce apóstoles”

Esto cobra relevancia, cuando conocemos denuncias tras denuncias sobre la actuación de esta lumpenburguesía, pero no están plenamente identificados ni procesados.

Por ejemplo, estos capitalistas usureros tienen en el exterior 260.000 millones de $  fugados bajo la cotización de 6:30 Bs por dólar, pero en estos momento están empeñados en eliminar los controles de cambio ¿A cuánto se multiplicará esta fortuna con la  posible unificación cambiaria que va a acercarse  al SICAD 2 ?

¿Por qué no identificar a los banqueros y sus socios incursos en esta operación especulativa?

En consecuencia, creemos que sin acabar con la impunidad no se podrá derrotar la lógica del capital. Por eso en esta batalla de ideas, se concreta la lucha de clase en el terreno teórico, evidenciando los intereses en juego.

E/ Carlos Lanz Rodríguez

02/07/2014



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Carlos Lanz Rodríguez

Sociólogo, teórico militante revolucionario y ex-guerrillero.


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