Decíamos, parodiando al economista Víctor Álvarez, que la propuesta socialista, expresada con claridad en el Plan de la Patria, proyecta sustituir importaciones, diversificarlas, alcanzar la soberanía productiva, democratizar el capital, impulsar nuevas formas de propiedad social, aumentar la inclusión social, mejorar la distribución de la riqueza, preservar el ambiente y contribuir al desarrollo equilibrado de las regiones. Para todo esto hace falta la iniciativa dinámica del sector productivo privado, del sector emprendedor, nacionalista, moralmente equilibrado, no del parásito importador y depredador que ha caracterizado, de manera creciente en los últimos treinta años, al empresariado privado venezolano.
¿Qué implica todo lo anterior? Claramente implica garantizar un incremento de la industria mayor que el crecimiento del producto interno bruto PIB: lo que significa la industria como fuerza motriz que impulsa el desarrollo integral. Como ejemplo testimonial de esta aseveración, según datos del BCV (Informe 2012, pág. 108), la tasa de incremento del sector manufacturero, en porcentajes, tuvo el siguiente comportamiento: 2008: 1,4; 2009: (6,4); 2010: (3,4); 2011: 3,8; 2012: 1,8: En esos mismos años, en tanto, el PIB creció, respectivamente, así (en %): 5,3; (3,2); (1,5); 4,2 y 5,6 (las cifras entre paréntesis () indican crecimiento negativo.
Un crecimiento de la producción industrial superior al crecimiento de la demanda agregada interna, que no es otra cosa que la suma del consumo privado o de la gente, la inversión y el gasto público o del gobierno; esta suma, repetimos, da lugar a la demanda interna:
Otro componente sumamente importante es la Inversión extranjera para la transferencia tecnológica; aspecto sumamente importante porque desde que somos república la susodicha transferencia no ha existido jamás.
La formación del talento humano en las universidades e institutos de tecnología, sin lo cual no puede existir progreso técnico.
La asistencia técnica para la industrialización nacional debe ser una política prioritaria del Estado venezolano.
En suma, la industrialización socialista constituye el gran reto que el país tiene planteado para superar los problemas de desabastecimiento, escasez, acaparamiento y especulación que tanto malestar generan en la población.
Fidel resalta la importancia que tiene la supervisión, el control, el seguimiento a las obras, la aplicación de los correctivos oportunos, el estímulo a los trabajadores. En entrevista concedida al fraile brasileño Frei Betto, ante una pregunta de éste referida al estado de avance de una obra, Fidel le responde:
"…Me di cuenta de que esa obra se estaba atrasando. Una cuestión de método de control. El equipo responsable tenía sus reuniones de evaluación trimestrales. Supe, por ejemplo, que la alimentación, el transporte y otras condiciones de vida material de los obreros no recibían toda la atención necesaria. Hice una visita acompañado de un equipo de colaboradores. Pregunté por las condiciones de vida en la obra, por la calidad de la ropa y el calzado de trabajo, del transporte que los llevaba a visitar a sus familiares, los suministros materiales de la obra, el déficit de equipos de construcción y otros aspectos.
Resuelta esa situación mediante instrucciones precisas, oportunas y adecuadas, Fidel continuó:
Lo que me interesa es la atención al hombre. Un trabajador siente más amor por su obra si dispone de condiciones dignas, y se le demuestra el aprecio a su trabajo y la constante preocupación por sus problemas materiales y humanos. Vi que los transportaban en camiones a las provincias de donde proceden. Pregunté: ¿cuántos ómnibus hacen falta, treinta? Hagamos un esfuerzo para obtenerlos. Utilizaremos los que tenemos de reserva. Hice sugerencias, di incluso la idea de organizar una base de campismo en el área de la obra, para que los familiares puedan visitarlos y descansar con ellos en las proximidades de su propio lugar de trabajo. Los organismos que atienden esa obra necesitaban recursos y un apoyo más directo; lo recibieron.
Estas citas constituyen observaciones que seguramente necesitan los gerentes que la revolución ha responsabilizado por la guía, la orientación, la administración de sus planes, programas, proyectos y obras y, es evidente, son muchos los errores, las omisiones, las irresponsabilidades, la negligencia, la incompetencia que ha privado en numerosas acciones del Gobierno Revolucionario.
Miembro de número de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia.
