Colegio de Ingenieros: Único Club con sucursales en todo el país

Si. Nos estamos refiriendo al Colegio de Ingenieros de Venezuela (CIV), al que consideramos un club grande, debido a la cantidad de sucursales que posee. No podría ser de otro modo, si se entiende que tal colegio en la práctica actúa como una prolongación de las universidades autónomas de nuestro país, y que por tanto posee de éstas las caracterizaciones que la identifican: viven (realmente duermen) de espaldas al país y constituyen el reducto, supuestamente intelectual, de lo que queda de AD y COPEI.

Ninguna nueva aportación se hace, al señalarse que desde hace diez (10) años no se realizaban elecciones en el Club CIV, tanto más si se toma en cuenta que Natera, tiene más de 20 años, autoproclamándose presidente inmutable del Club, que agrupa a los médicos venezolanos. Es la misma estrategia y con idénticos fines: ocupar (como un atributo de la propiedad privada), espacios destinados al fortalecimiento y desarrollo, no solo de los agremiados, sino del país, integralmente considerado. Por ello, esperamos que el próximo 4 de octubre (fecha prevista para las elecciones de la Directiva Nacional, así como de las Directivas Estadales), llegue a su fin el proceso degenerativo que ha convertido a tan importante Gremio, en un club grande, destinado con exclusividad a hacer oposición al Gobierno Revolucionario.

En nuestra capital, la sede de la Directiva Nacional del CIV, se ha desdibujado tanto, que solo es posible asociarla a una de las estaciones del Metro. Para la colectividad, lo que en una época constituyó un importante Gremio, hoy solo se relaciona como un sector más de la geografía caraqueña, del mismo modo como si se hablara de la California, Palo Verde o la Hoyada. Las sedes regionales, ni siquiera cuentan con tal ventaja, de tal modo, que al no estar siquiera relacionadas con una estación del Metro, quedan desposeídas de toda relevancia social, es decir, para la comunidad, no existen.

Pero es que tal inexistencia, no es predicable solamente por estar ausentes de toda consideración social, sino que por su característica de existir de espaldas al país, ninguna aportación puede hacer al desarrollo nacional, sea apoyando y asesorando al Estado, o sea presentando una propuesta “opositora” que oriente la consecución de fines beneficiosos para la sociedad en su conjunto, como ninguna aportación relevante se hace en defensa y protección de sus agremiados.

Ante tanta abulia institucional, la Plancha 4 de MOBIAR (Movimiento Bolivariano de Ingenieros y Arquitectos Revolucionarios), pretende dar una respuesta concreta al país y a los agremiados, de tal modo que recuperado el Colegio de Ingenieros, desde éste se pueda apalancar la ejecución del Plan de la Patria, de manera relevante pero no exclusivamente, en lo que respecta al reto de convertirnos en País Potencia; se pueda contribuir a hacer más eficiente, ética y transparente, tanto la gestión pública como la privada; se pueda promover la integración latinoamericana y la profesionalización continental; se pueda contribuir decididamente en el desarrollo tecnológico e integral del país; se pueda convertir en vaso comunicante o circuito realimentador, entre las universidades y las instituciones de la educación superior; se pueda desarrollar los planes tendientes a asegurar una mejor calidad de vida a los ingenieros y arquitectos y sus familiares y sobre todo, se logre la reinserción del Colegio de Ingenieros, en el seno del pueblo, a lo largo y ancho del país.

Por ello, frente al secuestro prolongado de una institución destinada a servir al país y a sus agremiados, la Plancha 4, representa la opción de la dignidad, la corresponsabilidad, la capacidad y el compromiso revolucionario de contribuir a transformar la sociedad.

Amigo o Camarada ingeniero o arquitecto, piensa bien y actúa mejor: el 3, VOTA 4.

NO PODEMOS ESPERAR QUE NUESTRA REVOLUCIÓN SEA PERFECTA PARA CONVERTIRLA EN IRREVERSIBLE.

 

amilanovera@gmail.com



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