Cuarenta y nueve años del secuestro, tortura y asesinato del camarada Alberto Lovera Hermano…

Este sábado 18 de octubre de 2014, se cumplen cuarenta y nueve (49) años del secuestro, tortura, desaparición y asesinato del Camarada Alberto Lovera, quien era miembro del Buró de Partido Comunista de Venezuela.

Para octubre de 1965, Alberto (mi papá) era partidario de la lucha armada como medio para la toma del poder y así construir la revolución en Venezuela, hacia la creación de una sociedad de justicia e igualdad para todas y todos los que en esta tierra habitábamos, es importante resaltar que en ese contexto socio histórico la vía armada tenía plena validez y viabilidad, y esto representaba el sueño de miles de mujeres y hombres en nuestro país y en el mundo, como decía el Che “Sean capaces de sentir, en lo más hondo, cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda del revolucionario” y esa cualidad era la que motivaba a mi papá en todas sus luchas, y lo acompañó hasta su muerte, cuando solamente tenía 42 años de edad.

Ese 18 de octubre de 1965, estaba Lovera en las inmediaciones de la Plaza de las Tres Gracias, según algunas versiones circulando en su vehículo y según otras fuentes en una reunión con miembros del Partido en un apartamento en los Chaguaramos, el hecho concreto fue, que ese día de manera absolutamente ilegal, fue secuestrado por esbirros de la Digepol, y digo secuestrado de acuerdo al significado de ésta palabra en el diccionario, para luego ser conducido a varios de los centros clandestinos de tortura que tenía la Digepol, donde de manera cobarde y aberrante fue brutal y salvajemente torturado, hasta incluso causarle la muerte, y aquí es imprescindible reivindicar su valor con el que se estrellaron sus torturadores ante el contundente muro de su silencio, estuvo durante siete (07) días soportando ésta situación, su cadáver aparece en las Playas de Lecherías el 25 de octubre del 65 cuando se viene enredado en la atarraya de un pescador y no es hasta marzo de 1966 que se logra la exhumación del cuerpo que estaba enterrado en una tumba sin nombre del cementerio de Barcelona y por la huellas de mano izquierda lo identifican como Alberto Lovera mi padre. Meses antes habían secuestrado, asesinado y desaparecido a otros camaradas, como parte de lo que era el “Terrorismo de Estado, como ejercicio represivo del poder de los gobiernos de Acción Democrática y COPEI.

Fue específicamente durante el gobierno de Raúl Leoni, y el ministro de relaciones interiores era Gonzalo Barrios, cuando asesinaron a mi papá, el Director de la Digepol era JJ Gonzales Patiño y el mal nacido del capitán Vega era el jefe de captura, es fundamental recordar que durante ese gobierno con el apoyo y asesoría de la CIA, se crea en Venezuela la figura del desaparecido político como aberrante elemento central del Terrorismo de Estado, cuya asquerosa práctica se aplicó después en los países de Centro y Suramérica, como política de exterminio hacia toda la oposición política, durante esos años 60 y los posteriores.

Es estrictamente necesario recordar que la Constitución de 1961, plenamente vigente cuando secuestran y asesinan a Lovera, consagraba el derecho a la vida como un derecho inalienable y decía en su Artículo. 58. El derecho a la vida es inviolable. Ninguna ley podrá establecer la pena de muerte ni autoridad alguna aplicarla, igualmente Venezuela era ya signataria de la Convención de Viena, o como se conoce la Convención Universal de los Derechos Humanos, todo ese aparataje legal fue intencional y expresamente obviado durante el caso de mi padre, y el de aproximadamente más de tres mil (3.000) asesinados y desaparecidos durante la IV República, y como acertadamente menciona con frecuencia el Dr. José Vicente Rangel Vale “un pueblo que olvida su pasado, está condenado a repetir sus errores en el futuro”.

Lovera el desaparecido. Luego de su secuestro, tortura y asesinato, a mi papá le amarraron con unas cadenas un pico y un candado atados a su cuerpo antes de lanzarlo al mar en las playas Barcelona, esperaban que se hundiera y fuese un desaparecido más, como los hermanos Pasquier, Alejandro Tejero, Felipe Malaver entre otros miles, pero el destino quiso que su cuerpo flotara y denunciara lo que era una práctica cobarde durante esos gobiernos de ultra derecha, la desaparición forzada de personas es decir el Terrorismo de Estado.

“Que su infinito valor, inmensa fortaleza y gigantesco amor por la humanidad, sean ahora y siempre ejemplos de Revolución”

¡Hasta la Victoria Siempre!


planificador_estrategico@yahoo.es


Esta nota ha sido leída aproximadamente 2144 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter




Notas relacionadas

Revise artículos similares en la sección:
Por los Derechos Humanos contra la Impunidad


Revise artículos similares en la sección:
Ideología y Socialismo del Siglo XXI